El cortisol es una hormona producida por las glándulas suprarrenales que ayuda a nuestro organismo a regular la presión arterial, a reducir la inflamación y hace que el corazón y los vasos sanguíneos funcionen correctamente.
También interviene en la respuesta al estrés y ayuda a metabolizar las proteínas, los carbohidratos y las grasas de la dieta para convertirlas en energía.
- Sin embargo, tener unos niveles demasiado altos de esta hormona es perjudicial para nuestro cuerpo.
Qué el es Síndrome de Cushing
El síndrome de Cushing, también llamado hipercortisolismo, es un trastorno hormonal causado por la exposición a un exceso de cortisol.
Se trata de una afección poco común que se produce cuando el cuerpo está expuesto de manera prolongada a altos niveles de esta hormona.
- Este síndrome puede estar causado por uso de medicamentos orales con corticoesteroides en dosis altas durante un tiempo prolongado. Estos son fármacos con hormonas sintéticas para tratar enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide, el lupus o el asma. O bien por inyecciones repetidas de corticoesteroides que se usan para aliviar el dolor articular, la bursitis o el dolor de espalda.
- También puede aparecer cuando el cuerpo genera demasiado cortisol por sí solo, como resultado de la producción excesiva por parte de una o de ambas glándulas suprarrenales; algunos tumores producen una hormona que puede hacer que se produzca demasiado cortisol.
Síntomas de hipercortisolismo
Algunos de los síntomas de esta enfermedad son:
- Aumento de peso y depósitos de tejido adiposo en la parte superior del cuerpo o una joroba de grasa entre los hombros.
- Cara redondeada.
- Brazos y piernas delgados.
- Fatiga severa y debilidad muscular.
- Presión arterial alta.
- Pérdida ósea.
- Aparición fácil de hematomas.
- Estrías gravídicas color rosa o púrpura en la piel del abdomen, muslos, pechos y brazos.
- Cicatrización lenta de heridas e infecciones.
- Aumento del azúcar en la sangre. En ocasiones, puede aparecer diabetes tipo 2.
También puede provocar:
- Depresión,ansiedad e irritabilidad.
- Dificultades cognitivas.
- Dolor de cabeza.
- Acné, piel fina y frágil y aumento de la pigmentación de la piel.
- En mujeres, vello facial y corporal más grueso y periodos menstruales irregulares o inexistentes.
- En los hombres, disminución de la libido, disminución de la fertilidad y disfunción eréctil.
- En niños, retraso en el crecimiento.
Las pruebas de diagnóstico
El síndrome de Cushing no es fácil de diagnosticar porque su sintomatología es similar a la de otras enfermedades.
- Para realizar el diagnóstico, el médico realiza un examen físico y puede sospechar de que padece síndrome de Cushing si observa una redondez de la cara, presencia de tejido adiposo entre los hombros, y si el paciente tiene la piel delgada, con hematomas y estrías gravídicas.
- Es importante que el médico sepa si el paciente ha tomado medicamentos con corticoesteroides durante mucho tiempo, ya que puede ser un desencadenante de esta enfermedad.
- Existen, además, una serie de pruebas de laboratorio que pueden ayudar en el diagnóstico: las analíticas de sangre, de orina y de saliva pueden medir los niveles de cortisol en el cuerpo y ver si se está produciendo en exceso.
También se pueden realizar exploraciones por tomografía computarizada o resonancia magnética para detectar la presencia de posibles tumores, causantes del exceso de producción de la hormona.
Los diferentes tratamientos
Los tratamientos para el síndrome de Cushing buscan disminuir los niveles altos de cortisol en el organismo. Existen diferentes opciones como:
Reducir el uso de corticoesteroides
Si el uso de este tipo de fármacos es el causante del aumento de cortisol, el médico puede reducir la dosis para mantener los síntomas de la enfermedad bajo control o recetar medicamentos sin corticoesteroides.
Estos solo puede hacerse bajo supervisión médica ya que suspende golpe la toma de estos medicamentos puede provocar niveles insuficientes de cortisol. Si se reducen de forma gradual el organismo retomará la producción normal de esta hormona.
Cirugía para extraer un tumor
Si la causa es un tumor, el médico puede recomendar su extracción quirúrgica. Tras la intervención, se suele tomar medicamentos de reemplazo del cortisol para que el organismo obtenga la cantidad adecuada.
En la mayoría de los casos, se llega a recuperar la producción natural y normal de la hormona y se pueden ir reduciendo los medicamentos de reemplazo gradualmente. Este proceso suele durar un año o más.
Radioterapia
Si el cirujano no puede extraer completamente un tumor en la glándula pituitaria, podría recomendar sesiones de radioterapia aparte de la operación. La radiación también se puede utilizar en pacientes que no están en condiciones de someterse a una cirugía.
Medicamentos
Los medicamentos se pueden usar para controlar la producción de cortisol cuando la cirugía y la radiación no funcionan.
También se pueden usar antes de la cirugía en personas que han enfermado gravemente por el exceso de cortisol, para mejorar los signos y síntomas y minimizar el riesgo quirúrgico.
Hay ocasiones en que la terapia médica no mejora completamente todos los síntomas del síndrome de Cushing.