Derrame o infarto cerebral, embolia, trombosis... El ictus tiene varias denominaciones para designar cualquier perturbación brusca de la circulación cerebral, con las consecuencias que ello conlleva.
Y es que el cerebro, aunque solo supone un 2% del peso corporal, reclama un 20% de la sangre que circula para funcionar correctamente. Por eso, si el flujo se corta aunque sea por poco tiempo, las células del área que no reciben riego mueren.
- Lógicamente, las secuelas que puede provocar son más o menos graves según la zona del cerebro a la que afecte y la intensidad del ataque.
- El 29 de octubre se celebra el Día Mundial del Ictus, buen momento para recordar que, a pesar de que la incidencia de este trastorno que puede tener consecuencias trágicas es muy alta.
- Se ha demostrado que muchos podrían evitarse, y si ocurre pero se actúa rápido puede no dejar secuelas.