Nuestro corazón es una bomba que funciona con impulsos eléctricos. Estas descargas son regulares y hace que se contraiga. Pero como cualquier otro mecanismo puede fallar.
Habitualmente el corazón no tendría que notarse, ya que late de forma normal entre 60 y 100 veces por minuto.
“Si lo percibimos puede ser por tres motivos: una extrasístole, una taquicardia o una fibrilación auricular”, nos explica el doctor Josep Brugada, cardiólogo del Hospital Clínic, de Barcelona, uno de los mayores expertos en arritmias y en este caso el especialista que está tratando al futbolista del F.C.Barcelona.
La mayoría no tienen peligro
Es una palpitación esporádica, un pequeño error, un latido antes de tiempo. Le puede pasar a cualquiera. “En sí no son un problema si se produce de manera esporádica, aunque asustan y en cardiología es la primera causa de consulta”, explica el doctor.
- La taquicardia se puede producir por muchas causas: una emoción, por la fiebre, por tomar café, chocolate o alcohol, entre otras.
La taquicardia anormal no se recupera poco a poco sino que acaba de golpe
La persona poco a poco suele ir recuperando el ritmo normal. La taquicardia es anormal si se produce cuando no debe. Si salta estando tranquilo y sin tomar ningún excitante.
“Las llamamos taquicardias paroxísticas, empiezan de golpe y se detienen de golpe -dice el doctor Brugada-. Su duración puede ser muy variable, de unos segundos a horas”.
Cómo se tratan las arritmias
La causa de estas arritmias, las taquicardias paroxísticas, suele estar en un fallo del circuito eléctrico. Las terminaciones eléctricas atraviesan todo el músculo del corazón, el miocardiaco. Se pueden producir problemas, como en cualquier otro circuito de cables.
No es igual que esta taquicardia se produzca por un problema en la parte alta del corazón, la auricular, que son benignas, que en la baja, los ventrículos.
Las taquicardias superiores pueden intentar pararlas uno mismo. “Es lo que llamamos maniobra vagal: aguantas la respiración y haces fuerza, como si fueras de vientre unos segundos”, explica el cardiólogo Brugada.
Si no se consigue interrumpir así, ha de ir a urgencias. Hay fármacos para frenarlas.
Pero si surgen a menudo, ya no es práctico tratarlas solo con fármacos. “Las taquicardias las curamos de un modo definitivo con un catéter”, explica el doctor.
Cómo se operan las taquicardias
Lo que se hace es colocar el catéter, a través de una vena o arteria y llevarlo hasta la zona del cortocircuito. El catéter puede llevar calor o frío, para que queme o congele la zona del cortocircuito. Los dos métodos sirven:
- Si se aplica calor se llama ablación con radiofrecuencia.
- Si se opta por congelar el tejido la operación se denomina crioablación.
“Es uno de los grandes avances de la cardiología de los últimos años. Nos ha permitido curar al 98% de los casos de taquicardia”, añade el doctor Brugada.
La ablación ha permitido curar el 98% de los casos de taquicardias frecuentes
Si el circuito está en la parte baja del corazón, es más complicado. En un 90% de casos es un problema grave. Afecta más directamente a la capacidad de contracción del corazón y, por tanto, a la expulsión de la sangre. Puede dejar sin riego sanguíneo y provocar la muerte súbita.
- Si el problema es un cortocircuito , puedo usar un catéter y tratarlo como las otras taquicardias.
- Pero la mayoría de casos son por problemas genéticos o es la consecuencia de un infarto. Suele ser necesario implantar un desfibrilador interno que salta si falla el corazón.
Cuánto dura la recuperación
La ablación es una operación rápida que ni siquiera requiere ingreso hospitalario. Es ambulatoria. Tras quedar unas horas en observación, el paciente se va a casa.
“Cuando son operaciones sencillas al cabo de una semana ya están en la calle haciendo vida normal”, explica el doctor Brugada.
- El caso del futbolista Kun Agüero ha evidenciado que no siempre es así.
“Hay casos más complicados y depende de la exigencia física que tendrá la persona. Si es una persona que ha de competir a nivel profesional hay que tener un cuidado especial y no puedes acelerar los tiempos”, puntualiza el cardiólogo.
La arritmia del ictus
Por último, hay un tipo de arritmia que es la que más se extiende entre la población, debido al aumento de la esperanza de vida. Se trata de la fibrilación auricular.
- “Las aurículas, por la edad, van perdiendo elasticidad, envejecen y afectan a los circuitos eléctricos”, explica el doctor.
Lo que se percibe no es como en la taquicardia, que el corazón parece una ametralladora, sino algo parecido a una cafetera, que sale a borbotones.
El envejecimiento puede provocar arritmias con riesgo de ictus
Esta arritmia se trata con fármacos anticoagulantes para proteger del mayor riesgo que provocan, que es padecer un ictus.
La arritmia en sí también puede recuperarse con una ablación. Va a depender del estado en el que esté el corazón del paciente.