A veces la muela del juicio afecta a otros dientes porque no hay espacio y otras, la pieza nace cerca del nervio y lo comprime.
Un 10 % de la población carece de muelas del juicio y al 25 % le falta alguna pieza. Estas cifras tienen una explicación científica que quizá te sorprenda: la dieta blanda y la suavización de las facciones han hecho que el hombre evolucione y que no necesite tener una mandíbula tan grande ni tantas muelas para masticar, de hecho, su desaparición es considerada como una evolución del ser humano. Sin embargo, aún es frecuente que el tercer molar acabe apareciendo y provoque problemas bucales.
Este tercer molar, al que llamamos muela del juicio, suele brotar entre los 17 y los 24 años, y no es extraño que provoque molestias y alguna que otra complicación. A veces afecta a otros dientes porque no hay espacio suficiente para que salga; otras, la pieza nace muy cerca del nervio dentario inferior y lo comprime provocando malestar.
Las molestias pueden ir del dolor intenso, enrojecimiento de las encías, inflamación, sensibilidad dental, dificultad para masticar, halitosis o mal olor de boca y sabor desagradable hasta el hormigueo en la cara y una hinchazón evidente de la mandíbula.
Cómo actuar si duele la muela del juicio
Aunque la visita al dentista es obligada para evitar que desemboque en un cuadro grave, mientras tanto puedes mejorar tu situación con estos sencillos consejos:
- Aplica frío en la zona de la mejilla que te duele. Hazlo con un cubito de hielo envuelto en una gasa para no quemarte. Nunca lo apliques directamente en la muela, de este modo solo conseguirás que el dolor aumente.
- Enjuágate con agua tibia después de cepillarte tras las comidas y usar hilo dental para retirar restos que pueda haber entre las muelas.
- Revisa el colutorio que usas. Fíjate en el etiquetado y asegúrate de que no lleve benzocaína, ya que su abuso puede dar lugar a una enfermedad grave llamada metahemoglobinemia.
- Evita el tabaco: la succión del cigarro hará que te duela más y las sustancias que desprende el humo favorecerán que se infecte la zona.
- La comida, ni fría ni caliente. En ambos casos la sensibilidad será mayor. Tampoco te interesan los alimentos duros, podrían provocar una rotura en la pieza. Y sobre todo, evita el azúcar y los dulces: aparte de favorecer las caries, empeoran el dolor.
- Cuida tu postura cuando te recuestes. No lo hagas sobre el lado dolorido de la cara: la presión de la zona aumentará y las molestias también.
- Procura relajarte. A veces es difícil, pero inténtalo en la medida de lo posible. Se ha comprobado que la percepción de los síntomas es mucho mayor en las personas con ansiedad.
lo que no debes hacer si hay dolor
A veces buscamos remedios antidolor que pueden acabar resultando contraproducentes.
- No todos los fármacos sirven. Si decides tomar un analgésico (paracetamol) o un antiinflamatorio (ibuprofeno), evita la aspirina. La razón es que si la encía está sensible o sangra, la hemorragia será mayor con este fármaco. Aun sospechando una infección, no te automediques. Debe ser siempre un médico quien recete antibióticos.
- Ojo con los espráis bucales anestésicos y antisépticos. Te proporcionarán alivio de forma temporal pero no te "curarán"; el problema seguirá ahí aunque deje de dolerte y existe el riesgo de que demores la visita a tu dentista, que debe revisarte sí o sí. Además, su uso prolongado está contraindicado.
- No te hagas enjuagues con bebidas alcohólicas. Cierto es que pueden aliviarte momentáneamente pero, a la larga, podrían dañar las encías. Así que mejor no lo hagas.
¿Hay que quitar las muelas del juicio?
No, no siempre hay que extraerlas. Si erupcionan correctamente y con buena posición, su función es la misma que la de las otras muelas (masticar) y no hay que tocarlas, ni siquiera en caso de necesitar ortodoncia.
Otras veces no provocan ninguna molestia, pero su malposición sí que hace recomendable la extracción para evitar otros problemas en piezas adyacentes, como por ejemplo las caries.
A diferencia de otras patologías dentales, la aparición de las molestias originada por las muelas del juicio no se pueden prevenir, por ello son aconsejables las visitas periódicas al dentista para supervisar su crecimiento.