El acceso a la pornografía a edades demasiado tempranas y sin una buena educación sexual puede ser el foco de problemas personales y comportamientos sociales.
Se ha hablado de ello cada vez que han surgido casos de problemas de pareja entre jóvenes o incluso de abusos.
La cantante Billie Eilish ha sido la última en dar visibilidad al problema. Ha explicado que ver porno a los once años hizo que tuviera pesadillas por unas escenas de sexo violento.
También ha dicho que sus primeras experiencias sexuales fueron malas y aceptó un sexo vejatorio por creer que era lo que le tenía que gustar.
¿A qué edad ven porno los niños?
Vivimos en una sociedad que la mayoría de padres llegan tarde a la hora de intentar frenar la visión de porno de sus hijos. Los niños tienen acceso gratuito relativamente fácil, sino en casa, a través de compañeros, por el móvil o tableta de amigos.
El problema no es que tengan acceso, sino el tipo de contenido de los vídeos y la frecuencia
Un estudio en España de Save the Children constata que:
- A los 12 años el 54% de niños españoles ya han visto porno. De hecho, a partir de los seis años, algunos ya han accedido.
- Casi un 70% de adolescentes consume porno de manera habitual.
Más de la mitad se inspiran en los vídeos para sus propias experiencias.
- El 30% tiene en estos vídeos su única fuente de información sobre sexualidad.
Hay un claro factor diferencial en las estadísticas. Los niños empiezan con una búsqueda activa o rito de iniciación. Las niñas lo encuentran de manera más casual.
¿Cómo les puede afectar?
“Puede que lo problemático no sea que tengan acceso, sino las características de ese material y con qué frecuencia les llega”, apunta la psicóloga Delfina Ramos, sexóloga del hospital HLA Mediterráneo (Almería).
Es la exposición a modelos de interacción sexual inadecuados sin un adulto que pueda señalar qué es correcto y qué no lo que puede traer consecuencias.
“Provocan creencias y actitudes en torno a la sexualidad, que tendrán un impacto negativo sobre la autoestima en la formación del niño o el adolescente y sus relaciones futuras”, explica la psicóloga.
- No es infrecuente encontrar trastornos del estado de ánimo y ansiedad en preadolescentes y adolescentes.
- Numerosos estudios sugieren que la adicción a la pornografía puede derivar en dificultades en la erección.
La exposición a estímulos sexuales desencadena una descarga de dopamina en el cerebro. Si el adolescente se habitúa, precisa un estímulo cada vez más frecuente y variado para obtener la erección.
“La enorme accesibilidad a contenido pornográfico que proporciona internet juega aquí su papel en la adicción”, añade Ramos.
¿Se puede solucionar con el tiempo?
Puesto que la mayoría de estas dificultades se manifiestan cuando los chicos y las chicas comienzan a tener relaciones, para entonces hace años que han estado viendo porno.
Se hará necesaria una reeducación tanto de los hábitos sexuales como de las creencias, actitudes y comportamientos en torno a las relaciones.
Las dificultades de erección aumentan cuanto más se ha abusado del porno
“En muchos casos requiere una dedicación importante, especialmente cuanto más tarde se haya iniciado la intervención”, nos cuenta la psicóloga.
En el caso de las dificultades de erección, los chicos que han utilizado pornografía a través de internet desde que comenzaron a masturbarse tienen más dificultades de recuperación que los que no empezaron con el porno.
“Eso no significa que no puedan llegar a superarlas, simplemente quizá lo hagan a un ritmo más lento”, añade.
¿Cuáles son los problemas del porno?
La propia imagen y la autoestima sexual pueden verse gravemente lesionadas debido a una pornografía que, en general, es ficción que distorsiona la realidad.
Según la psicóloga Ramos los mayores problemas son que:
- Instrumentaliza a las mujeres y responsabiliza a los hombres del placer de la mujer y del suyo propio.
- Cosifica a la mujer haciéndola aparecer al servicio del hombre.
- Fomenta la violencia o las prácticas de riesgo (como no usar preservativo).
- Presenta como normales características irreales o poco habituales (como por ejemplo las erecciones permanentes).
La problemática social
Las páginas de porno gratuitas son de las que más visitas generan en internet. Esta plasmación errónea de la relación de pareja se difunde y tiene ya repercusiones a nivel social.
Se van sucediendo los casos de problemas de pareja entre jóvenes, de abusos por una mala concepción de lo que son las relaciones consentidas.
Casi la mitad de los adolescentes creen que los vídeos representan la realidad del sexo
El informe de Save the Children preguntaba a los adolescentes que más consumían porno si creían que se parecía a la realidad.
- Un 36,8% sí se cree que se parecen a las prácticas sexuales habituales.
- Un 15,5% dudaba o admitía no saberlo.
- Solo un 47,7% no cree que sean experiencias reales.
Un número importante de jóvenes con tendencia homosexual o bisexual opina que la pornografía mayoritaria les parecía ajena y machista, que no les identificaba.
¿Cómo han de actuar los padres?
Dado que es casi imposible que no vean porno a los doce años, ya con móvil ¿a qué hemos de estar atentos para ver si les afecta o cómo les afecta?
“Conviene anticiparse y fomentar una relación basada en la comunicación y no en el castigo, de manera que nos ganemos su confianza y se sientan cómodos para compartir con nosotros sus inquietudes”, responde la psicóloga.
- Es la manera de explicarles y darles la oportunidad de conocer modelos saludables de relación.
No obstante, hemos de ser sensibles a cualquier cambio que puedan experimentar tanto en el estado de ánimo, como en la relación con los compañeros, o con respecto al comportamiento previo en casa:
“Chicos que empiezan a ser más solitarios o a rechazar el contacto con amigos, o chicos que empiezan a pasar más tiempo delante del ordenador”, ejemplifica Ramos.
Cualquiera de estos aspectos podría ser una señal de que el consumo de pornografía está empezando a afectarle de manera negativa.