¿Te levantas entumecida, con dolor o molestias en zonas como las rodillas, las cervicales...? Es posible que tus articulaciones estén sufriendo cierto desgaste o incluso que ya padezcas artrosis, pero no por ello debes resignarte a sufrir.
La práctica regular de ejercicio no solo te ayudará a evitar la enfermedad y a frenar su avance, también actuará en tu organismo como un perfecto antídoto para aliviar los síntomas.
Alivio con solo 20 minutos
Fortalecer la musculatura que rodea las articulaciones permite protegerlas porque les ayuda a sostener mejor el peso del cuerpo. Pero el simple hecho de moverte a diario te ayuda de más formas:
- Recuperar tu línea es bueno para tus articulaciones. El sobrepeso aumenta el desgaste de las articulaciones (sobre todo de la rodilla) porque tienen que “soportar” ese peso extra. Además, la obesidad altera los niveles de ciertas hormonas y eso provoca un mayor desgaste del cartílago de las articulaciones.
- Cuando te mueves, previenes la rigidez articular. Las articulaciones son como las “bisagras” de tus huesos y tal como ocurre en las puertas, no moverlas hace que se deterioren porque la falta de movimiento provoca que la musculatura que rodea las articulaciones se debilite. Sin embargo, hay ejercicios que ayudan a mantener el cartílago y el líquido sinovial, que almohadillan los huesos y permiten la correcta articulación entre los dos huesos que se unen a través de ella.
EL PLAN DE EJERCICIOS MÁS EFICAZ
La serie de ejercicios que te proponemos a continuación tiene su razón de ser. Los criterios que debes tener en cuenta son:
- Ejercicios de resistencia. Pesas, bandas, gomas elásticas, pelotas... aportan resistencia al ejercicio y eso permite reforzar los músculos que rodean las articulaciones.
- Que activan tu metabolismo. Ejercicios como la marcha o las sentadillas tambén aportan resistencia (la del propio cuerpo) y además activan tu metabolismo, lo que te permite “quemar”.
- Y que no implican “impacto”. Los ejercicios con demasiado impacto contra el suelo (como el correr) no son los más adecuados para las articulaciones de las rodillas.