Lo que más perjudica el corazón de la mujer a los 50

Llevar una vida muy sedentaria y pasar la mayor parte del día sentada es aún peor que el tabaco para el corazón de una mujer de más de 50 años. Hacer más ejercicio, no fumar y comer verduras 3 veces a la semana es un escudo protector de la salud cardiovascular en la menopausia.

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Las mujeres de más de 50 que pasan mucho tiempo sentadas tienen más riesgo de infarto
iStock by Getty Images

La falta de actividad diaria en la menopausia es el factor que más se relaciona con la mortalidad cardiovascular.

Dra. Susan Judas
Dra. Susan Judas

Médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

En la menopausia aumenta el riesgo cardiovascular en las mujeres porque, al cesar la actividad de los ovarios, cae en picado la producción de estrógenos. Sin embargo, los hábitos de vida son claves para aumentar o reducir ese riesgo.

Un estudio publicado en la Revista Española de Cardiología de la Sociedad Española de Cardiología ha analizado esta cuestión y ha descubierto que la actividad diaria en la menopausia es el factor que más se relaciona con la mortalidad cardiovascular, hasta el punto de que estar sentada la mayor parte de la jornada triplica el riesgo de muerte cardiovascular en mujeres mayores de 50 años si se compara con tener una actividad como caminar, llevar algún peso y/o realizar tareas de esfuerzo físico.

¿Qué hábitos perjudican más la salud cardiovascular de las mujeres a los 50?

Según el estudio, los tres hábitos que más aumentan la mortalidad cardiovascular en la menopausia son, por orden, los siguientes:

  • El sedentarismo. Permanecer sentada muchas horas y no tener actividad física llega a multiplicar por tres el riesgo muerte cardiovascular en la menopausia.
  • Fumar. Es el segundo factor que más incrementa el riesgo de muerte cardiovascular en este grupo de población. Las mujeres fumadoras tienen un 81,6% más riesgo de morir por esta causa que aquellas que nunca han fumado.
  • Comer poca verdura. Consumir verduras menos de una vez a la semana incrementa un 75,8% el riesgo de muerte cardiovascular respecto a consumirlas más de tres veces a la semana, concluyen los autores del estudio.

Para llegar a estas conclusiones, se estudiaron a 5.953 mujeres, representativas de toda España, con edades comprendidas entre los 50 y los 103 años, de las cuales el 42% tenía hipertensión arterial, el 34% hipercolesterolemia y el 14% diabetes. Los investigadores realizaron un seguimiento de la mortalidad desde 2011 hasta 2017 (un total de seis años). En ese periodo de tiempo, el 4% de las mujeres falleció por causa cardiovascular.

Los investigadores han observado que por cada año que la mujer va cumpliendo, el riesgo de mortalidad cardiovascular aumenta un 14%.

“El objetivo del estudio era conocer los hábitos de vida y las enfermedades crónicas asociadas con mayor riesgo cardiovascular en mujeres menopáusicas, así como construir una escala para cuantificar el riesgo de mortalidad por esta causa, explica el Dr. José Antonio Quesada, primer firmante del estudio y director del Grupo de Investigación Cardiovascular (GRINCAVA) de la Universidad Miguel Hernández de Elche.

Predecir el riesgo de infarto en la mujeres de 50 según

Los resultados del estudio han permitido la creación de una escala de riesgo específica de fácil uso y directamente aplicable a mujeres postmenopáusicas con una elevada capacidad predictiva del riesgo de muerte.

La suma de los puntos de cada uno de los factores predictores refleja la probabilidad de mortalidad cardiovascular a los seis años. De forma que, con seis puntos o más en esa escala de riesgo, las probabilidades de muerte cardiovascular superan el 5%, subiendo de forma muy acusada a partir de siete puntos.

¿Por qué en la menopausia aumenta el riesgo cardiovascular en las mujeres?

La menopausia es una etapa crítica porque el descenso de estrógenos afecta de forma negativa a muchos aspectos de la salud de la mujer como los huesos o el corazón.

En lo que respecta a la salud cardiovascular, los estrógenos ayudan a metabolizar las grasas y a regular el colesterol malo y elevar el bueno. Asimismo, hay evidencia científica de que la actividad de los estrógenos previene la formación de depósitos de calcio en las paredes arteriales, reduciendo el riesgo de formación de placas de ateroma. Por eso durante la etapa fértil, cuando los niveles de estrógenos son elevados, la mujer está especialmente protegida frente a los accidentes cardiovasculares.

Llegada la menopausia, la mujer no solo tiene más riesgo de infarto, también presenta un 60% más riesgo de sufrir un shock cardiogénico, la forma más grave de insuficiencia cardiaca, tras un infarto. El shock cardiogénico se produce cuando de pronto el corazón no puede bombear sangre suficiente para cubrir las necesidades orgánicas. Se produce tras un infarto, pero no todas las personas que sufren uno padecen un shock cardiogénico. Es poco frecuente, pero si no se trata de inmediato suele ser mortal.

A pesar del riesgo cardiosvascular que tienen las mujeres en la menopausia, esta es todavía una asignatura pendiente porque se siguen diagnosticando menos problemas de corazón en las mujeres. Las razones son varias: todavía existe la falsa creencia de que el infarto es más habitual en el hombre, las mujeres tienden a minimizar los síntomas y no acuden o acuden muy tarde al médico...