Los químicos tóxicos afectan al semen pero no a los óvulos

Los químicos tóxicos que están presentes en nuestra vida diaria actúan como hormonas femeninas y afectan a la calidad del semen. Un estudio del Insitut Marquès revela que los contaminantes serían la principal causa del descenso de la fertilidad masculina.

Actualizado a
Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

Los químicos tóxicos afectan al semen pero no a los óvulos
iStock by Getty Images

Las sustancias químicas tóxicas que están presentes en los alimentos que comemos y en una gran variedad de productos de uso diario (desodorantes, cremas...) alteran el sistema endocrino y actúan como hormonas femeninas. Por eso se reciben el nombre de disruptores endocrinos.

Según un estudio del Institut Marquès presentado en el 37 ºCongreso de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE), esto afectaría principalmente a la calidad del semen y, en consecuencia, a la fertilidad el hombre, pero no a los óvulos de la mujer.

A tenor del estudio, estas sustancias tóxicas se acumulan tanto en la grasa de los animales como de las personas y pueden provocar malformaciones en los genitales de los niños varones durante el embarazo y afectar a la calidad del semen.

Sin embargo, esto no perjudicaría a la calidad de los óvulos si se trata de una niña. Ahora bien, ellas no están exentas de los efectos de los químicos tóxicos. Se sabe que la exposición a ellos durante el embarazo aumenta el riesgo de cáncer de mama, ovario o tiroides.

ha bajado la calidad del semen

Los disruptores endocrinos incluyen una gran variedad de sustancias químicas creadas por el hombre en las últimas décadas:

  • Pesticidas, plásticos, pinturas, barnices, detergentes, tintes o las dioxinas que desprenden las incineradoras son algunos de estos químicos tóxicos que se usan habitualmente en la industria, la agricultura o el hogar.

Son muy resistentes, la naturaleza no los degrada, y se acumulan en el organismo comportándose como hormonas femeninas, señalan desde el Institut Marquès, que pone como ejemplo la proliferación de peces con malformaciones genitales en los ríos donde han vertidos productos tóxicos.

Estos disruptores endocrinos tienen consecuencias para la salud y, en concreto, en la calidad del semen.

  • Según la OMS, en el año 1985 el número normal de espermatozoides en el eyaculado era de 100 millones/cc. En 2010 esa cifra había bajado a 15 millones/cc.

De hecho, estudios previos sobre la calidad del semen realizados por el Institut Marquès revelaban que la fertilidad masculina en España varía mucho según la zona geográfica, y es menor en las zonas más industrializadas.

Cómo afectan los tóxicos a los espermatozoides

Desde el Institut Marquès señalan que los químicos llegan al feto desde la sangre materna a través de la placenta.

  • En el caso de un niño, los testículos se desarrollan a los 2-3 meses de embarazo y para ello es muy importante la acción de la testosterona u hormona masculina.

Pero si está expuesto a tóxicos que actúan como falsos estrógenos (hormona femenina), estos compiten con la testosterona y se forman menos células productoras de espermatozoides y, en casos graves, alteraciones cromosómicas en ellos.

Los óvulos no se ven afectados

Las dificultades para concebir afectan hoy en día a muchas parejas. Por eso el Institut Marquès ha querido averiguar en qué medida afectan los químicos tóxicos a la fertilidad.

Sin embargo, según los resultados del trabajo, si bien estos afectan al semen, no parecen incidir en la reserva ovárica de la niña que también se forma durante la gestación.

  • Lo que sí resta fertilidad a la mujer es la edad. La mujer nace con un número determinado de precursores de los óvulos (unos 300.000), es decir, una reserva ovárica determinada que se va consumiendo a medida que pasan los años.

La investigación del Institut Marquès encontró "diferencias estadísticamente significativas entre los resultados de las diferentes áreas geográficas, pero no se encontró un patrón que las justificara", señala la Dra. Marisa López Teijón, directora del Institut Marquès. Por tanto, aquí la culpa no era de los contaminantes.

Cómo se mide la fertilidad de la mujer

La Dra. López Teijón señala que la capacidad fértil de una mujer tiene un marcador clínico claro: la concentración de la hormona antimülleriana (AMH).

"La hormona antimülleriana es la mejor opción para conocer la edad ovárica real de una mujer, la cantidad y la calidad de sus óvulos. Para conocer los niveles de esta hormona solo es necesario un análisis de sangre", explica la especialista.

Hasta ahora se utilizaban valores procedentes de análisis de mujeres de otros países, pero el Institut Marquès ha elaborado unas tablas que determinan los valores de la hormona antimülleriana en la población española que están a disposición de cualquier mujer que quiera consultarlos.