Muchas veces, el dolor de cabeza se desencadena por culpa de la calidad del aire que respiramos en nuestro hogar. Falta de ventilación, acumulación de sustancias tóxicas, una exposición excesiva a los campos electromagnéticos... Son factores que pueden provocar cefaleas y suelen desapercibidos.
¿Sabías que los ambientadores y el olor del amoniaco, la lejía o el salfumán pueden desencadenar una migraña? Se ha comprobado que el 48% de episodios de migraña ocurren tras exponerse a olores fuertes.
Si detectas que el dolor de cabeza te sobreviene con frecuencia en casa, revisa tus hábitos y comprueba si puede venir provocado por algún factor ambiental.
En muchos casos, con un simple cambio de detergente o ventilando con más frecuencia podemos acabar con el problema.