Con conocimiento recién adquirido, la curva muestra que los humanos tienden a reducir a la mitad su memoria en cuestión de días , a menos que revisen el material aprendido.
El proceso mediante el cual nuestro cerebro logra fijar lo que aprendemos es complejo, y son muchas las investigaciones que se han llevado a cabo (y se siguen haciendo) al respecto. Una de las más conocidas es la del psicólogo Hermann Ebbinghaus que, a finales del siglo XIX, estudió cuanto tiempo permanecían en la memoria los nuevos recuerdos una vez aprendidos.
Los resultados de su investigación, que plasmó en la conocida como "curva del olvido", aún se utilizan para explicar, de forma visual, hasta qué punto es fácil olvidar lo aprendido si no hacemos nada para reforzarlo. Una información que puede ser de tu interés si estás en época de exámenes.
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"Con información o conocimiento recién adquirido, la curva muestra que los humanos tienden a reducir a la mitad su memoria en cuestión de días o semanas, a menos que revisen conscientemente el material aprendido", afirma la doctora Teresa Moreno, coordinadora del Grupo de Estudio de Neurogeriatría de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
Así, si no se hace nada para evitarlo, una semana después los datos que se logran recordar pueden ser mínimos.
Repasar lo aprendido para recordarlo mejor y durante más tiempo
Por fortuna, esta curva se puede modificar de forma espectacular simplemente repasando la información días después de haberla aprendido. Con tan solo tres repasos durante las dos semanas siguientes, puedes llegar a recordar hasta un 80% de la información un mes después de haberla estudiado.
Haz el primero al día siguiente de estudiar la materia por primera vez. Empieza intentando recordar lo aprendido y apúntalo en un papel. "Investigaciones recientes sugieren que el aprendizaje de recuperación es una forma más eficaz y eficiente de trasladar nueva información a la memoria a largo plazo que volver a leer y estudiar sin este paso previo, porque al hacerlo se incorpora un recuerdo", apunta la neuróloga.
Escribir lo que quieres recordar ayuda a fijarlo mejor en tu memoria
Vuelve a repasar la materia a la semana y a los 15 días. Si puedes, pídele a alguien que te haga preguntas al respecto y revisa las que no has sabido contestar.
Potencia la fuerza de tu memoria
Uno de los conceptos que se relacionan con la curva del olvido es lo que se conoce como la fuerza de la memoria. Según nos cuenta la doctora Moreno, "la fuerza de la memoria se refiere a la perdurabilidad que la memoria traza en el cerebro. Así, cuanto más fuerte es el recuerdo, más tiempo se retendrá en la memoria".
Pero, ¿qué podemos hacer nosotros para sumar fortaleza a nuestros recuerdos? A parte de repasar conforme pasan los días, hay otras cosas que influyen en nuestra capacidad para recordar y que también debes tener muy en cuenta para fijar mejor los datos recientes.
Diviértete mientras aprendes y lo recordarás mejor
Las emociones son fundamentales para fijar los recuerdos: si hay algo que te ha emocionado, es mucho más probable que lo recuerdes años después. Y pasártelo bien mientras aprendes es una de esas emociones que puede ayudarte a recordarlo mejor.
"Interés, curiosidad, asombro, pasión, creatividad, compromiso y alegría son emociones que activan el sistema de recompensa del cerebro, hacen que la experiencia sea deseable y ayudan en el enfoque y la atención", explica la doctora Moreno. Y, sin una atención plena, es mucho más difícil retener la información.
¿Cuántas veces te ha pasado que te han dicho algo y no lo recuerdas simplemente porque estabas pensando en otra cosa? Seguro que más de una. Inventar una canción con lo que quieres memorizar es una buena manera de divertirte y fijar los recuerdos según la experta de la SEN. “Un ejemplo de ello es cómo los niños recuerdan el abecedario”, apunta.
El orden ayuda a memorizar
¿Verdad que en una habitación desordenada cuesta mucho más encontrar lo que buscas? Pues lo mismo le ocurre al cerebro cuando se trata de retener la información: si la recibe de forma caótica, el recuerdo no será tan fuerte.
Para evitarlo, concéntrate siempre en lo que estás haciendo. Aunque la multitarea está de moda, puede tener un efecto negativo a la hora de fijar nuevos recuerdos. “Reducir las distracciones cuando estás aprendiendo nueva información ayuda a trasladarla a la memoria a largo plazo, que es la que fija los recuerdos”, defiende la doctora Moreno.
Unos minutos después, cierra los ojos. Que el cerebro repose brevemente ayuda a consolidar los recuerdos, tal y como demostró un experimento que nos explica la neuróloga: “Los investigadores pidieron a los participantes que, después de escuchar una historia, cerraran los ojos en una habitación oscura durante 10 minutos. Pues bien, 7 días después recordaron muchos más detalles de la historia de lo habitual”.
Tomar notas fija mejor el recuerdo
Tomar notas contribuye a estructurar los datos y a interactuar con el contenido, lo que ayuda a asimilarlo. “Reflexionar, tomando notas sobre ello, en cómo ese contenido se relaciona con nuestra forma de pensar, favorece que nuestro cerebro mueva esa nueva información de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo”, aclara la experta.