Pese a que la carne tiene un alto valor nutritivo, se puede prescindir de ella o no comerla tan a menudo, pero en ese caso hay que elegir bien otros alimentos proteicos para reemplazarla sin problema (como los que te hemos mencionado en el listado anterior).
lo bueno y lo malo de la carne
Es una gran fuente de proteínas completas. Y obtenerlas en cantidad suficiente es básico porque desempeñan muchas funciones en el organismo. Además, no hay ningún alimento que concentre tanta vitamina B12 y hierro de buena asimilación, por eso se aconseja en caso de anemia. Pero no todo son virtudes...
- Grasas saturadas y colesterol. Forman parte de su "lista negativa" de nutrientes. Son los culpables de que tomarla en exceso eleve el riesgo cardiovascular.
- Procesada y roja, en el punto de mira. La OMS desaconseja el consumo de la primera (salchichas, embutidos...) porque contiene conservantes cancerígenos. En el caso de la roja, al cocinarla a altas temperaturas también pueden crearse sustancias tóxicas. No debería tomarse más de 2-3 veces al mes.
qué aporta la carne
En una dieta sana cada día necesitas:
De proteína, unos 54 gramos: este nutriente debe suponer entre un 13 y 15% de las calorías diarias. Para conseguirlo, basta con incluir un alimento proteico en cada una de las tres comidas principales.
De grasas, unos 60 gramos: no puedes prescindir de ellas. Un 30-35% de la energía debe proceder de las grasas (un 7-8% saturadas y el resto insaturadas). Esto quiere decir que una dieta estándar (1.800 kcal al día) debe incluir entre 60 y 70 g de grasas.
Y de hierro: la dosis recomendada para un adulto ronda los 10 microgramos. Combinar los alimentos ricos en hierro con otros que aporten vitamina C (frutas y verduras) favorece su absorción.