Analizamos los cambios en la dieta de Ana Rosa Quintana en su lucha contra el cáncer

"He dicho hola a verduras y frutas, a lo natural y ecológico...". La presentadora sufre cáncer de mama y ha compartido en redes los cambios que ha hecho en su alimentación. Una experta en nutrición oncológica los analiza para Saber Vivir y nos aclara dudas.

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Ana Rosa Quintana alimentación cáncer
Diego Puerta/CORDON PRESS
Jordina Casademunt
Jordina Casademunt

Dietista nutricionista especializada en nutrición oncológica

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

El pasado mes de noviembre, la presentadora Ana Rosa Quintana anunció su retirada temporal de "El programa de AR" para someterse a quimioterapia para tratar el cáncer de mama que le habían diagnosticado.

Desde entonces sus apariciones públicas han sido escasas, pero la presentadora es muy activa en redes y tiene muchos seguidores.

A través de Instagram, Ana Rosa ha mostrado una mesa llena de productos ecológicos y ha explicado cómo se está cuidando y los cambios que ha hecho en su alimentación. Cambios saludables que la están ayudando a sobrellevar mejor la quimioterapia. Y es que el estado nutricional es muy importante para afrontar mejor tanto el cáncer como los tratamientos que se realizan en esta enfermedad ya que pueden ser bastante agresivos.

"Estoy aprendiendo tantas cosas …. He dicho hola a verduras y frutas, a lo natural y ecológico, adiós al azúcar, todo lo procesado, las grasas, el alcohol y todo lo que ya sabemos y no hacemos. Alimentarse bien y hacer ejercicio funciona", escribía Ana Rosa en redes.

Sus publicaciones han suscitado muchos comentarios. Personas que le dan ánimos y le preguntan, por ejemplo, si es necesario comerlo todo bio cuando se sufre cáncer.

El cáncer es una enfermedad grave y la alimentación un pilar que ayuda a su tratamiento, pero es importante tener la información correcta y dejarse asesorar por un experto. La nutricionista Jordina Casademunt, dietista-nutricionista de IOB Institute of Oncology-Quironsalud Barcelona, analiza los cambios que ha realizado Ana Rosa en su alimentación y nos aclara dudas.

 

¿Hay que aumentar siempre el consumo de fruta y verdura si se sigue un tratamiento oncológico?

En el caso de Ana Rosa, genial. Pero en realidad no siempre es así porque en muchos casos no se puede aumentar el consumo de vegetales y frutas. Lo que debe priorizar durante el tratamiento es la individualización, conocer las necesidades individuales de cada persona, el tipo de tumor y el tratamiento que va a seguir.

Hay pacientes que por su condición y el tratamiento que siguen tienen muchos problemas digestivos e intestinales (problemas de hinchazón abdominal, gases y/o diarreas), con lo que se deberá adaptar la alimentación y en algunos momentos será aconsejable realizar una dieta baja en alimentos con fibra fermentable (evitar verduras más flatulentas como alcachofas, cebollas, puerros…) o bien, en caso de diarrea, seguir una dieta baja en residuo (como por ejemplo: sopa de arroz y pescado al vapor, crema de zanahoria y pollo plancha…).

En cambio, si no hay ningún problema digestivo y la persona no tenía la costumbre de consumir vegetales y frutas a diario, será importante trabajar conjuntamente con el dietista-nutricionista para mejorar los hábitos de alimentación que se tenían de base.

  • Las recomendaciones generales de verdura y frutas son principalmente para prevenir el cáncer. Durante el tratamiento oncológico también es importante su consumo y sí se pueden comer, pero siempre se deberá individualizar.

Así pues, la dieta, en muchos casos, durante los tratamientos suele ser dinámica, es decir, que se va cambiando, modificando en cada momento, según los síntomas y las analíticas del paciente.

¿Es necesario comerlo todo ecológico?

No es necesario. Es opcional. Primero hay que trabajar para que la base de la alimentación que sigue la persona sea saludable:

  • Evitar alimentos ultraprocesados, reducir embutidos y alimentos con altas cantidades de azúcares, asegurar una buena fuente de proteína de calidad y de fácil digestión (pollo, pescado, huevos) e incluir vegetales (frutas, legumbres y cereales integrales según digestibilidad).

Y a partir de aquí, si la persona quiere mejorar su base puede escoger alimentos ecológicos. Pero no por comer ecológico vamos a tener mejores resultados. No es determinante. Si se puede consumir ecológico, perfecto porque presentan menos pesticidas (algunos de ellos disruptores endocrinos) y por lo tanto reducimos la exposición y el efecto acumulativo de toxinas químicas ambientales, pero si no se puede es preferible consumir vegetales y frutas que no comerlos.

¿El azúcar es especialmente perjudicial si se sufre cáncer?

El consumo excesivo de azúcar es lo que hace que sea perjudicial. No solo para quien sufre un cáncer, sino para la población en general. Las recomendaciones de la OMS son de 25g de azúcar al día como máximo y estamos realizando un consumo de más de 60g de azúcar diarios.

Los estudios epidemiológicos han identificado asociaciones entre la dieta y los niveles séricos de insulina con la incidencia de cáncer y la morbilidad relacionada con el cáncer en los seres humanos.

En España, en treinta años el consumo de azúcar se ha multiplicado por trece. Además del azúcar blanco refinado, también hay que prestar atención a los alimentos procesados ​​en los que abundan los azúcares enmascarados. Es muy importante leer las etiquetas: maltodextrinas, glucosa, jarabe de maíz, dextrosa, maltosa, jarabe de glucosa, zumo concentrado de fruta, etc. son azúcares añadidos que habrá que evitar.

  • Recordemos que el azúcar se asocia a muchos problemas de salud como la obesidad, el sobrepeso o la diabetes, todas ellas enfermedades inflamatorias que son la antesala de otras enfermedades y también de un proceso oncológico.

¿Hay que eliminar el azúcar del todo?

Se debe tener en cuenta cada persona. Por ejemplo, un paciente con un cáncer digestivo con bajo peso y que va perdiendo peso de forma involuntaria debido al tumor y al tratamiento, no le podemos decir que se quite todo el azúcar, ya que podría comprometer aún más esa pérdida.

  • En cambio, en una paciente de cáncer de mama con sobrepeso, puede ser un buen momento para corregir hábitos y reducir la cantidad de azúcar que consume a lo largo del día.

Hay que vigilar, porque el sentimiento de culpa y de miedo está muy presente en los pacientes. Ni todos somos iguales, ni todos necesitamos lo mismo.

¿Por qué no convienen la grasas saturadas y trans?

Son grasas más inflamatorias y las encontramos en alimentos ultraprocesados y en embutidos. Sería recomendable apostar más por grasas antiinflamatorias como el pescado azul, el aceite de oliva, los frutos secos o el aguacate.

¿Por qué son tan perjudiciales los ultraprocesados?

En general los ultraprocesados llevan muchos ingredientes que no son saludables, como exceso de azúcar, sal, grasas saturadas, aditivos intensificadores de sabor o del aroma

  • Se trata de preparaciones que llevan casi siempre más de 5 ingredientes. Son ultraprocesados los snacks dulces y salados, los refrescos, bizcochos, bollos, pasteles, galletas industriales, barritas de cereales, bebidas energéticas, nuggets, salchichas, sopas preparadas... Ahora bien, no hay que olvidar que existen procesados buenos como las legumbres envasadas.

Lo que es malo es consumir a diario ultraprocesados. La recomendación es siempre elegir alimentos naturales, comida real, mínimamente procesados y platos recién hechos antes que escoger ultraprocesados.

¿Hay que eliminar completamente el alcohol?

Sí. Mejor evitar el alcohol durante el tratamiento. Además de que no es saludable, no ayuda durante los tratamientos.

Es importante recordar que el consumo de alcohol es factor de riesgo de cáncer, en especial el cáncer de la cavidad oral, faringe, laringe y esófago; y otros como hígado, mama, colon y recto. La International Agency for Research on Cancer ha definido el alcohol como carcínógeno.

También existe evidencia de que el consumo de alcohol puede ser causa de cáncer de páncreas, próstata y melanoma. Cuanto mayor es el consumo, mayor es el riesgo de aparición de un cáncer.

  • Los mecanismos por los que el alcohol y bebidas alcohólicas pueden ser carcinogénicos aún no están totalmente determinados, pero su efecto se atribuye en gran medida a la acción genotóxica de su principal metabolito, el acetaldehído.

Otros mecanismos podrían ser la producción de prostaglandinas, la peroxidación lipídica, la generación de radicales libres, el incremento en la concentración de estrógenos, la disminución de la capacidad reparadora del ADN o la interferencia en el metabolismo del ácido fólico o del ácido retinóico.

¿Qué nutrientes conviene potenciar si se sufre cáncer?

En especial, hay que tener en cuenta un buen aporte de proteína (pescado, carne magra, huevos) y si se toleran las legumbres, también son un buen aporte proteico que es importante para asegurar unes buenas defensas.

  • También son fundamentales las grasas antiinflamatorias (frutos secos, aguacate, aceite de oliva, pescado azul) si se toleran bien y aportar carbohidratos de calidad (cereales integrales como el arroz integral, la pasta integral y otros cereales interesantes como el trigo sarraceno o el mijo). Insisto en que no todos los pacientes les irá bien los alimentos integrales.

Los vegetales y frutas son esenciales por su aporte de vitaminas, minerales y fibra dietética. Pero siempre, antes de pensar en dietas específicas, debemos ver a la persona, conocer sus necesidades (físicas y también emocionales), su tratamiento, las analíticas y aconsejarle lo mejor teniendo en cuenta el objetivo principal y más importante: que pueda realizar todo el tratamiento oncológico con la mejor calidad de vida.