La úlcera de estómago provoca un dolor mantenido y mucho más intenso que la hernia. Es lo que muchos pacientes definen como una puñalada en la boca del estómago, acompañada de emisión de sangre con los vómitos y de malestar general. En cambio, una hernia puede ser asintomática o provocar una sensación de acidez, irritación de faringe e incluso tos persistente.
La forma de diagnosticarlas también es diferente. Dado que la hernia es asintomática en la mayoría de casos, muchas personas no saben que la tienen y es al hacerse una radiografía de tórax cuando se identifica. El caso de la úlcera de estómago es diferente, ya que el paciente acude a la consulta con un cuadro importante de dolor. Será una endoscopia la que muestre si hay lesión ulcerosa.