"Todos tenemos una genética que nos marca, pero hay factores que influyen en nuestro sistema digestivo, circulatorio o nervioso y que determinan como va a ser nuestra estructura corporal a medida que vamos creciendo, nuestro tipo de piel e incluso nuestra manera de envejecer individualmente", señala Yvette Pons.
Facialista y terapeuta, Yvette nos explica cómo envejece cada rostro según su estructura, aunque avisa que puede que no coincida del todo porque no siempre el rostro es puro, podemos tener mezcla de un tipo u otro.
Rostro alargado o triangular
"Las personas que tienen el rostro alargado o triangular, generalmente tienen unas facciones estrechas, poseen poco pómulo y poca musculatura, y la piel con los años se va volviendo cada vez más delgada", afirma Yvette.
Según la facialista, este tipo de rostro corresponde a personas muy nerviosas. "A nivel interno todo funciona de un modo más acelerado y se metaboliza todo más deprisa", asegura.
Las células tienen que trabajar más, demandan mucha energía pero aún así no están bien abastecidas. "Por eso la estructura ósea cada vez es más delgada y pequeña. De la misma manera, la musculatura no tiene un buen riego sanguíneo, ya que no está suficiente nutrida y cada vez es más delgada, igual que la piel", apunta.
Cómo envejece
En este tipo de rostro aparecen más líneas de expresión. "La tendencia es hacia un envejecimiento prematuro por delgadez de piel y por musculatura muy tensionada", señala.
El cuidado y la hidratación son indispensables para este tipo de estructura facial. Se puede mejorar la musculatura con masajes y tratamientos para tonificar. Es importante seguir una dieta rica en calcio para fortalecer los huesos.
Rostro ovalado
Las personas que tienen el rostro ovalado generalmente tienen los pómulos muy desarrollados. Los labios son carnosos, gruesos y rosados. Sus ojos se caracterizan por ser rasgados o por ser muy abiertos. Su color de piel es rosado o rojizo.
Según la facialista, esto se debe a que desde el nacimiento "el sistema arterial está más activo de lo normal y transporta oxígeno y nutrición a los órganos, la piel, los músculos y los huesos".
"Al bombear más sangre, se produce una vasodilatación y la piel está más rojiza, por eso los capilares son más frágiles y se rompen con más facilidad", añade. Estas personas suelen tener pequeños capilares rojos en nariz y pómulos.
Por otro lado, "este aumento de temperatura hace que transpiren más y las reservas de agua de la piel se evaporen por el calor", explica. Se deshidratan más fácilmente y a su vez sufren más retención de líquidos.
Cómo envejece
Son rostros más flácidos debido a la retención de líquidos y a la acumulación de grasa. La mejor manera de mejorar el envejecimiento es el drenaje linfático y vigilar la alimentación y el sobrepeso. Se recomienda aplicar cosméticos que refuercen los capilares para evitar la venitas en el rostro.
Rostro redondo
"Las personas que tienen el rostro redondo tienen un sistema vascular y un metabolismo muy lento. Son personas tranquilas", aclara Yvette Pons.
Esto ralentiza la circulación sanguínea y hay estancamiento de la linfa por la falta de drenaje, lo que se traduce en una piel muy pálida que posee poca melanina y se quema con facilidad.
La falta de drenaje también favorece una piel grasa que acumula toxinas e impurezas, dando lugar a una estructura facial más redonda. "La lentitud del sistema arterial provoca que no llegue la suficiente nutrición a los músculos y a la piel, por eso los músculos son más bien blandos", explica.
Cómo envejece
Es una piel desvitalizada, con flacidez y que se descuelga con facilidad. Para frenar el envejecimiento de esta estructura facial, es primordial seguir una buena alimentación y hacer ejercicio. "A nivel facial, es importante dejarse recomendar por un buen terapeuta que diseñe una buena rutina cosmética", destaca.
Rostro cuadrado o rectangular
Las personas que tienen el rostro cuadrado o rectangular tienden a tener un color de piel amarillo-verdoso y suelen ser pieles grasas con puntos negros y falta de luminosidad
Según Yvette Pons, esta estructura facial se desarrolla a causa del estrés, se trata de personas muy autoexigentes y perfeccionistas. "En los momentos de estrés, se desestabiliza el sistema digestivo y el metabolismo, el hígado se sobrecarga para digerir las toxinas que no se digieren bien, y tiene que segregar más bilis de lo normal. La bilis es amarilla-verdosa por eso vuestro color de piel", explica.
Cómo envejece
Son personas con una base muscular buena, porque son muy fibradas y con poco ejercicio tonifican, pero la piel pierde el colágeno muy fácilmente y se va despegando de la musculatura.
La fabricación de colágeno es baja, por eso la piel se desvitaliza. ¿La solución? Controlar el estrés. "Es el principal enemigo del envejecimiento de la piel que genera flacidez y descolgamiento", dice Yvette Pons.