Esta técnica de maquillaje semipermanente permite repoblar las cejas con un resultado natural.
El microblading es una técnica de maquillaje semipermanente que permite reconstruir las cejas o zonas de las cejas carentes de pelo, o bien modificar la forma o el color.
La diferencia con otros tipos de maquillaje permanente, como la micropigmentación o los tatuajes, es la capa de la piel donde se fija el pigmento y la realización de trazos pelo a pelo que permiten obtener unos resultados más realistas y naturales.
Se trata de una técnica que está muy de moda que consigue repoblar la cejas con un aspecto natural, pero también puede entrañar algunos riesgos y conviene conocerlos.
Carmen Bauzá, farmacéutica especializada en dermocosmética, nos da los detalles sobre esta técnica y las precauciones que se deben tomar.
Resultados del microblading
El resultado son unas cejas con la forma, volumen y color adecuados para cada tipo de rostro. Esto se consigue gracias a que, antes de realizar el microblading, se lleva a cabo un estudio de la morfología del rostro.
El diseño de la ceja se basará en este estudio, lo cual garantiza que el resultado esté en armonía con los rasgos faciales.
Indicaciones del microblading
Se recomienda a personas que quieran modificar la forma de sus cejas o aumentar su densidad con un resultado natural, ya sea por motivos de salud o estéticos.
- Determinadas enfermedades, tratamientos farmacológicos, situaciones de estrés o cambios hormonales bruscos pueden propiciar la caída total o parcial de las cejas. El microblading puede ayudar a compensar esta pérdida.
- Otro motivo frecuente de la pérdida de volumen en las cejas es el exceso de depilación. Las cejas responden a modas y en épocas pasadas la tendencia era llevarlas muy finas. Hoy en día el microblading supone una buena opción para quienes buscan recuperar su apariencia original.
Pruebas de alergia previas
El primer riesgo asociado al microblading es la alergia a los pigmentos. Por ese motivo es obligatorio que el técnico responsable constate que no existen riesgos realizando una prueba de alergia.
La prueba de alergia debe realizarse al menos 48 horas antes de proceder con el microblading. Consiste en implantar pigmento –mediante una aguja estéril– detrás del lóbulo de la oreja o en la nuca para comprobar si la piel tolera el tinte o si, por el contrario, se han producido reacciones alérgicas o intolerancias.
La prueba de alergia nos evitará exponernos a un proceso que pueda ocasionar problemas de salud.
Contraindicaciones del microblading
El microblading solo debe realizarse sobre la piel sana, sin presencia de cicatrices, queloides o capilares rotos. Además, está contraindicado en los siguientes casos:
- Embarazo.
- Hepatitis.
- Diabetes.
- Hemofilia.
- Enfermedades autoinmunes como el VIH.
- Personas con enfermedades de la piel.
- En caso de tomar medicamentos anticoagulantes.
- Personas con problemas de cicatrización o tendencia a queloides.
Es importante que, en la primera consulta, te informen de los riesgos asociados. En caso de duda se debe consultar al médico especialista.
Precauciones a tomar
Recomiendo confiar solo en centros especializados y que realicen el microblading en una cabina que cumpla la normativa vigente.
El personal debe estar formado y llevar gorro, guantes y mascarilla. Todo el material debe estar esterilizado. Además, debe mostrarlo al cliente en todo momento.
Cuidados después del microblading
Para garantizar unos resultados óptimos del microblading, tanto en seguridad como en acabado, es necesario llevar a cabo unos cuidados posteriores al procedimiento.
Lo primero es evitar una posible infección de la zona tratada. Para ello, debemos evitar tocar, frotar o rascar la zona.
Tampoco conviene exponerse al agua (piscinas, saunas…). Además de aumentar el riesgo de infecciones, el agua clorada podría evitar que el pigmento fije de manera adecuada.
Otros factores a evitar son el exceso de sudoración (deporte, saunas…) y la exposición al sol.
En cuanto a los cuidados diarios, pueden usarse productos de higiene suaves o toallitas sin alcohol, siempre sin frotar. Es necesario aplicar una crema post-tratamiento de manera constante que mantenga la zona hidratada para acelerar la cicatrización. En ningún caso hay que tapar la zona.
Es importante que, al mes de la primera sesión, se acuda a una sesión de retoque para que el técnico valore la evolución y los retoques necesarios.