Cómo el sistema inmunitario responde a la invasión de los patógenos, depende en un 75% de los hábitos de vida.
Cuando los virus logran pasar la primera línea defensiva de nuestro cuerpo –comprendida por nuestras barreras protectoras externas (mucosas de la nariz, boca, vías respiratorias...)–, tienes muchas más posibilidades de curarte y de hacerlo rápido si tu sistema inmunitario está en forma.
De esta manera, tu organismo puede responder preparando una segunda ola defensiva, de la que se encargan los glóbulos blancos o leucocitos. Y se ha demostrado que, la forma en la que el sistema inmune responde a la invasión de los patógenos, depende en un 75% de los hábitos de vida. Además de llevar una alimentación sana, hay una serie de buenos hábitos que te ayudan a que tu sistema inmune se vuelva más fuerte. Te mostramos todo lo que está en tu mano para reforzarlo.
1. Duerme más de seis horas al día
Cuanto más y mejor duermes, mayor es la concentración de glóbulos blancos en tu sangre. Los estudios confirman que un sueño adecuado mejora la función inmunitaria de nuestro organismo.
En cambio, la privación severa del sueño sacude al sistema inmune y lo pone en acción, reflejando el mismo tipo de respuesta biológica que se presenta en situaciones de alto estrés. Respeta el tiempo de sueño recomendado (entre 7 y 8 horas), puesto que un buen número de células de las defensas se producen mientras dormimos.
2. Practica deporte moderado a diario
Cuando haces ejercicio tu cuerpo se oxigena más y activas la eliminación de toxinas, lo que favorece a tu sistema de defensas. Es preferible escoger algún tipo de ejercicio aeróbico suave, que permita mover muchas partes del cuerpo a la vez, como caminar, nadar o montar en bicicleta. Si lo haces regularmente aumentará tu capacidad defensiva ante cuerpos invasores.
3. Evita el sobrepeso y la obesidad
Está demostrado que las personas obesas sufren infecciones más frecuentemente, ya que su respuesta a los anticuerpos está disminuida. Y es que el sobrepeso provoca alteraciones en el funcionamiento de la insulina, encargada de facilitar energía a las células para que no se debiliten. En cambio, si estás en tu peso las células inmunitarias funcionan mejor.
4. No sigas dietas drásticas
Según la European Food Information Council, no ingerir suficientes calorías influye en la capacidad inmunológica del organismo. Las dietas de menos de 1.200 kcal diarias pueden disminuir la capacidad del organismo de luchar contra las infecciones.
5. Reduce el estrés y sube las defensas
La relación entre el estrés y el sistema inmune es muy estrecha. Y es que se ha podido comprobar que el cortisol, una hormona que se libera en momentos de nervios, es capaz de modular el funcionamiento del sistema inmunitario. Por el contrario, un estudio de la Clínica Mayo (EE. UU.) ha demostrado que practicar disciplinas relajantes como la meditación, el taichí o el yoga ayuda a recuperar la salud del sistema inmunológico.
6. Ten una actitud positiva y vida social
Un buen estado de ánimo, tener vida social, una sexualidad activa... todo ello refuerza tus defensas, ya que "sentirse feliz" eleva los anticuerpos y suprime la liberación de hormonas dañinas. Por el contrario, según asegura una investigación de la Universidad de Chicago (EE UU), vivir en soledad cuando no es elegido provoca que los genes que se encargan de formar las defensas se aletarguen.
7. Respeta tu reloj interno
Si duermes a oscuras y te despiertas con la luz del sol (si respetas el ciclo circadiano) tu organismo mantiene en mejores condiciones el sistema inmunológico, según un estudio de la Universidad de Texas de EE. UU. Variar los ritmos circadianos naturales del organismo afecta a la producción de células inmunes, cosa que explicaría, según los expertos, por qué las personas que trabajan de noche suelen enfermar con más facilidad.