Aunque el riesgo de que nos caiga un rayo encima no es alto es mejor evitar ciertos comportamientos.
Las posibilidades de que te caiga un rayo durante una tormenta no son muy altas. No obstante, cada año se contabilizan muertes y heridos graves por culpa de los rayos. A veces es la fatalidad, pero muchas otras es el desconocimiento de las medidas básicas de protección, que es seguir las leyes de la física.
Seguro que de pequeño te recomendaban que desenchufaras la tele y otros aparatos eléctricos. ¿Lo sigues haciendo? ¿Crees que ya no es necesario? Pues a veces lo es. Los científicos nos aclaran algunos errores que seguimos cometiendo.
Cuáles son los sitios más seguros en las tormentas
En España caen de media cada año casi un millón y medio de rayos. No es una cifra menor para no conocer bien dónde tenemos que colocarnos si nos pilla una tormenta, especialmente en verano y otoño, cuando se registran las de mayor aparato eléctrico.
El lugar más seguro va a ser el interior de una casa. También el coche, que por los neumáticos se mantiene aislado del suelo. Eso sí, siempre con las ventanas cerradas. Tener un techo sin más, no te libra. Así que los porches o marquesinas para resguardarte de la lluvia no cuentan.
Otro error común es pensar que si ha caído un rayo no va a caer otro en el mismo sitio. No tiene ninguna base científica. Es al contrario. Los rayos con frecuencia vuelven a caer en el mismo sitio, especialmente si son lugares propensos a atraerlos. Por ejemplo, edificios aislados especialmente altos, como campanarios, torres o molinos.
Si estás fuera no te estires en el suelo
¿Y por qué le gusta los lugares altos? La física hace que el rayo tienda hacia el primer lugar por donde pueda tocar tierra. Por eso en zonas sin construcciones los árboles altos son un objetivo habitual. Y por eso la recomendación es no cobijarse debajo de ellos.
Por esta regla, existe la creencia popular de que si la tormenta nos pilla en campo abierto lo que hemos de hacer es estirarnos a tierra para no ser el punto más alto. No lo hagas. Según las recomendaciones del Centro de Prevención de Enfermedades estadounidense, “los rayos provocan descargas eléctricas mortales sobre la superficie en un radio de más de 30 metros del lugar en que ha caído; no hay lugar seguro fuera así que corre a cubierto”.
Si no hay posibilidad de cobijarte a la vista, como último recurso, “encógete como una pelota: en cuclillas con los pies juntos, mete la cabeza entre los brazos y tápate los oídos”, recomiendan. Y aléjate de cables de tensión, alambradas, y lagos, ríos y otras zonas de agua.
En casa no te duches ni cojas el teléfono
Si estamos en casa, que no cunda el pánico. Estamos bastante seguros. Sobre todo en las grandes ciudades, donde hay muchos puntos altos y bastantes pararrayos. Pero podemos tomar algunas precauciones suplementarias que han provocado desgracias puntuales.
- No te duches: si cae un rayo, la electricidad buscará el camino por donde se transmite mejor hasta llegar al suelo. Las tuberías y el agua son excelentes conductores. Especialmente peligrosos en caso de instalaciones antiguas.
- Tampoco laves los platos. Incluso si no te da el rayo de lleno, te expones a una descarga que provocará quemaduras.
- Desconecta aparatos. También la instalación eléctrica puede ser una vía por donde pase el rayo. Las casas modernas están equipadas contra subidas bruscas de tensión. Pero no todas. Por eso, sobre todo en casa rurales aisladas, no está de más no utilizar los aparatos eléctricos.
- No cojas el teléfono fijo. No es seguro si va con cable. Los móviles sí se pueden usar sin problemas.
- No te apoyes en paredes de cemento. El rayo puede viajar a través de las barras de metal dentro de estas estructuras. También los suelos hechos de bloques de cemento.
Quién tiene más riesgo de que le alcance un rayo
Las estadísticas dicen que las posibilidades de que te caiga un rayo son menos de una entre un millón. Pero no están repartidas por igual.
- Por un tema laboral o de ser menos precavidos, los hombres se han llevado la peor parte. Por cada mujer víctima de un rayo, ha habido cuatro hombres a los que les ha alcanzado uno.
- Las personas que trabajan en la agricultura o la construcción también se exponen más.
- Los habitantes de Barcelona y Castellón lo tienen peor, puesto que son las provincias donde caen más rayos. La convergencia de vientos y la orografía facilitan que se desencadenen más tormentas.
- No es bonito decir esto, pero también conviene que si estás en grupo, te separes de los otros. Si le toca el rayo a uno, al menos que se salve el resto.
Eso sí, una vez le ha alcanzado, auxíliale. No te va a pasar la corriente, que ha seguido su camino por tierra.
Solo un 10% de las descargas por rayo son mortales. Básicamente, las que dan de lleno a la persona. Si cae en un objeto que la víctima está tocando o le llega la corriente a través del suelo, es probable que se salve y podemos procurarle los primeros auxilios.