Actualmente, la fibromialgia afecta alrededor de un 2,4 % de la población y la mayoría son mujeres (8 de cada 10 pacientes), una enfermedad incapacitante que se caracteriza por el dolor crónico y la fatiga y que responde muy poco al tratamiento farmacológico.
Un grupo de investigadores, encabezados por el Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Vall d’Hebron han realizado un estudio llamado Fibrowalk, gracias al cual han podido demostrar la efectividad de un tratamiento no farmacológico para los pacientes con fibromialgia.
¿Qué es la fibromialgia?
La fibromialgia es una enfermedad que causa un dolor crónico generalizado, sobre todo en los músculos y articulaciones, y tiene un fuerte impacto en la vida diaria de quienes la padecen.
El dolor puede variar en relación con la hora del día, el nivel de actividad, los cambios climáticos, la falta de sueño o el estrés. La fibromialgia puede ocasionar otros síntomas:
- El 90% de los pacientes tienen cansancio.
- El 70-80% trastornos del sueño.
- Hasta un 25% ansiedad o depresión.
- También puede provocar rigidez generalizada, cefaleas, fuertes dolores menstruales, colon irritable y sequedad en la boca y en los ojos.
Una nueva terapia sin medicamentos
El estudio Fibrowalk se ha publicado en la prestigiosa revista Journal of Clinical Medicine y ha puesto de manifiesto una mejora en todas las variables estudiadas, como pueden ser el dolor, la fatiga o la ansiedad, entre otras.
Según nos explica la Dra. Mayte Serrat, de la Unidad de Experiencia en Síndromes de Sensibilización Central del Servicio de Reumatología del Hospital Vall d'Hebron e investigadora principal del estudio, "se ha demostrado por primera vez en el mundo la efectividad de combinar 4 componentes. Este tratamiento está basado en educación en neurociencia del dolor, el ejercicio terapéutico, la terapia cognitiva conductual y el mindfulness, y se combina con tratamiento farmacológico habitual".
Engañar al dolor
Es importante entender la neurociencia del dolor, que nos enseña que el dolor y el daño no están relacionados y que siempre se origina por una opinión cerebral.
En función de muchos aspectos como aprendizajes, creencias, contexto, cultura…. el cerebro hará una evaluación de la situación corporal y si considera que una parte está en peligro o en amenaza generará dolor para que la persona sea consciente que debe hacer una acción para proteger esa zona.
"En el caso de la Fibromialgia y de los Síndromes de Sensibilización Central no hay un daño físico que explique esa amenaza de peligro, es una evaluación errónea, así que deben utilizarse abordajes no farmacológicos para hacer una reeducación del cerebro",explica la Dra. Serrat.
En que consiste cada parte de la terapia
Como indicaciones generales, según las guías clínicas existentes, se debería priorizar los abordajes no farmacológicos basados, como mínimo, en un programa de educación y un programa de ejercicio físico terapéutico, además de poder incluir el abordaje psicológico.
Y en estas recomendaciones de la literatura científica es donde se sustenta la idea del estudio Fibrowalk un tratamiento multicomponente que, como nos describe la Dra. Mayte Serrat, engloba cuatro terapias:
1. Neurociencia del dolor
La Educación en Neurociencia del Dolor (Pain Neuroscience Education, PNE) ayuda a los pacientes a comprender cómo se produce el dolor, qué sienten y a entender que no hay unos marcadores que puedan objetivar este dolor.
El objetivo principal es que puedan entender que el dolor no es fruto de un daño tisular, sino de una evaluación (errónea o no) del cerebro. Se basa en cuatro aspectos clave:
- El dolor no es una medida de cómo se encuentran los tejidos.
- Hay muchos factores, tanto físicos (tensión muscular) como psicológicos (cogniciones erróneas) como sociales (la falta de comprensión social) que modulan la percepción del dolor.
- La relación entreel dolor y el estado de los tejidos es menos congruente a medida que el dolor se prolonga en el tiempo.
- El dolor se puede comprender como una relación de la percepción de peligro que puedan tener los tejidos.
Aprender a reconceptualizar el dolor implica poder utilizar estrategias de afrontamiento más adaptativas que ayudarían a disminuir la percepción del dolor y mejorar su calidad de vida.
2. Ejercicio terapéutico
El ejercicio (prescrito por fisioterapeutas) es la única estrategia que goza de un consenso en todas las recomendaciones de práctica clínica, obteniendo el nivel más alto de evidencia empírica.
- Se personaliza considerando las preferencias del paciente y sus comorbilidades y se prescribe para quepueda ser realizado de forma autónoma en casa para conseguir mejorar su potencial para disminuir la sintomatología.
- El ejercicio debe tener una duración determinada y no finalizarlo ante la irrupción de la sintomatología. Debe ser aplicado en baja intensidad, haciendo una exposición gradual y acorde con la PNE para conseguir los máximos beneficios.
De todas las modalidades de ejercicio terapéutico, el aeróbico es el que goza de mayor consenso por su demostrada efectividad para reducir el dolor, mejorar la función física y el estado general de los pacientes.
Este tipo de ejercicio utiliza grandes grupos musculares que realizan movimientos repetitivos aumentando la frecuencia cardíaca sin llegar a utilizar la vía anaeróbica. En concreto, el ejercicio terapéutico aeróbico de bajo impacto como caminar, ir en bicicleta o nadar, son los que tienen más beneficios.
Otro asepecto innovador de esta terapia es que se realiza en el entorno natural y el ejercicio terapéutico se adaptó siguiendo las pautas de la Adventure Therapy (terapia de aventura).
Esta es una forma de intervención que involucra activamente a los participantes en diferentes actividades realizadas, preferentemente, en la naturaleza, tales como actividades de creación de confianza, de resolución de problemas, de juegos cooperativos, etc.
3. Terapia cognitiva conductual
Este abordaje ha permitido entender que cualquier experiencia, incluso la del dolor, puede ser entendida y vivida de diferente manera en función de cómo se interprete de forma individual.
El principal objetivo de la terapia cognitivo conductual (TCC) es lograr un mayor control sobre el dolor y poder gestionarlo para poder tener un comportamiento más adaptativo y con el mínimo impacto negativo posible.
La base pionera de la TCC realizada en Fibrowalk es un abordaje biopsicosocial bajo el conocimiento de la neurociencia del dolor (PNE), que influyen y condicionan la experiencia del dolor:
- Se tiene en cuenta que la activación fisiológica (técnicas de relajación).
- Los procesos afectivos (técnicas de regulación emocional).
- Los procesos cognitivos (cambio de pensamientos automáticos y distorsiones cognitivas mediante la reestructuración cognitiva).
- Y los factores sociales (fomento de las interacciones sociales con respuestas asertivas).
- También se incluyen otras técnicas como la solución de problemas o la exposición.
Laterapia cognitivo conductual ayuda a desarrollar estrategias de afrontamiento y a reducir la depresión tanto a corto como a largo plazo.
Hay que resaltar que aunque se incluya la TCC esto no significa que el dolor sea “psicosomático”, el dolor siempre es real y son enfermedades siempre reales. Pero la psicología da herramientas muy potentes para conseguir esa reconceptualización del dolor, imprescindible para un correcto abordaje.
4. Mindfulness
El mindfulness está demostrando su efectividad en aspectos nucleares de la fibromialgia, ya que facilita la aceptación de la enfermedad, tanto en la parte física como psicológica.
Se trata de un entrenamiento estructurado basado en la práctica de la meditación budista, pero integrada dentro de la psicología occidental que orienta la atención hacia la experiencia presente y la regulación emocional vinculada a esta experiencia.
Dentro de Fibrowalk, el mindfulness se incluye como una de las terapias cognitivas conductuales de "tercera generación" para poder cambiar la relación que tiene el paciente con su experiencia problemática y dirigir la atención al momento presente sin juicios de valores, aceptando la experiencia y fomentando una actitud compasiva.
la Efectividad de la terapia
Según el estudio "la efectividad de esta terapia supone, en un 70% de las participantes, una mejoría del 30% en todas las variables analizadas: dolor, fatiga, ansiedad, depresión, impacto de la fibromialgia, kinesiofòbia (miedo a hacer determinados movimientos que producen dolor) y funcionalidad y un 10% mejoran más de un 70% al finalizar los tres meses de tratamiento (12 sesiones). Son resultados muy esperanzadores que abren una puerta gigantesca para seguir investigando", asegura la Dra. Serrat.
Actualmente esta terapia ya se está realizando en 4 centros de atención primaria y se está trabajando para que se pueda implementar en todos los del área de influencia del Hospital Vall d’Hebron.
Y con el proyecto sin ánimo de lucro CIM Project (Club Inclusivo de Montaña) se intentará llegar a nivel nacional, para que ninguna persona afectada se quede sin poder recibir un tratamiento adecuado.