Sabíamos que el ácido oleico procedente de los alimentos como el aceite de oliva es fuente de salud. Ahora acabamos de saber que el ácido oleico que producimos de forma endógena, concretamente el que produce nuestro cerebro de forma natural, es un regulador esencial del estado de ánimo y del proceso que permite el aprendizaje y la memoria.
Así pues, el ácido oleico es clave para mantener nuestro cerebro sano y joven, según ha demostrado un estudio de la Facultad de Medicina de Baylor y del Jan and Dan Duncan Neurological Research Institute (Duncan NRI) del Texas Children's Hospital. El hallazgo abre la puerta a desarrollar tratamientos contra trastornos neurológicos como la depresión o la demencia.
Activar la capacidad de crear neuronas
La Dra. Mirjana Maletic-Savatic, coautora del trabajo, explica que "hace años los científicos pensaban que el cerebro de los mamíferos adultos no podía repararse ni regenerarse, pero los estudios han demostrado que algunas regiones del cerebro tienen la capacidad de generar nuevas neuronas, un proceso llamado neurogénesis".
"La región del hipocampo del cerebro tiene la capacidad continua de formar nuevas neuronas, repararse y regenerarse, lo que permite el aprendizaje, la memoria y la regulación del estado de ánimo durante la vida adulta", prosigue.
"Desde que se descubrió la neurogénesis, se la concibió como 'la fuente de la juventud'. Pero la edad, ciertas enfermedades, la exposición a tóxicos o el estrés disminuyen la neurogénesis y esto se ha asociado con el deterioro cognitivo y la depresión", asegura.
En este estudio, los investigadores buscaron una forma de reactivar el proceso de neurogénesis para prevenir el declive cerebral o restaurarlo.
El ácido oleico que produce el cerebro
Los investigadores sabían que la neurogénesis, la formación de nuevas neuronas, tiene un regulador maestro, una proteína dentro de las células madre neurales llamada TLX que es clave para el nacimiento de nuevas neuronas.
- El problema es que no sabían qué activaba esta proteína. Y en la búsqueda de ese "interruptor" encontraron la pieza del puzzle que faltaba: el ácido oleico que produce el cerebro de forma natural.
"Descubrimos que un ácido graso común llamado ácido oleico que producen las células madre neurales se une a TLX y esto aumenta la proliferación celular y la neurogénesis en el hipocampo de ratones jóvenes y viejos", señala la Dra. Prasanna Kandel, coautora del estudio.
"Aunque el ácido oleico también es el componente principal del aceite de oliva, esta no sería una fuente eficaz de ácido oleico porque probablemente no llegaría al cerebro, por tanto debe ser producido por las propias células", explican los investigadores.
Aplicaciones terapéuticas
El descubrimiento de que el ácido oleico cerebral activa la proteína que genera nuevas neuronas en hipocampo tiene importantes implicaciones terapéuticas.
Se abre la puerta a desarrollar fármacos capaces de llegar hasta el cerebro para activar la proteína TLX y estimular la neurogénesis.
"Esta estrategia podría usarse potencialmente para tratar enfermedades como los trastornos depresivos mayores y la enfermedad de Alzheimer. Esto es increíblemente emocionante porque proporciona una nueva forma de tratar estas enfermedades que necesitan tratamientos efectivos", concluye el profesor Dr. Damian Young.
Con el paso de los años, uno de los temores más habituales es la pérdida de memoria y la aparición de enfermedades como el alzhéimer.
Se calcula que 50 millones de personas sufren demencia en todo el mundo, con alrededor de 10 millones de casos nuevos diagnosticados cada año. La enfermedad de Alzheimer representa del 50% al 70% de los casos y la demencia vascular alrededor del 25%. Su desarrollo y progresión están asociados a factores genéticos pero también ambientales.
A lo largo del proceso de la enfermedad de Alzheimer, muchos de los afectados sufrirán también síntomas depresivos, por eso demencia y depresión son trastornos que pueden ir de la mano.
Pero la depresión es también por sí sola una de la enfermedades mentales más prevalentes del mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, el 5% de los adultos padecen depresión. Es la principal causa mundial de discapacidad y contribuye de forma muy importante a la carga mundial general de morbilidad.