Aunque suene increíble para muchos, nuestro cerebro empieza a envejecer antes de cumplir los 30 años, y sin embargo, está en nuestra mano retrasar el inicio de la pérdida de memoria producida por la edad.
La aparición de esos pequeños "despistes" que van haciéndose más frecuentes a medida que nos adentramos en la madurez es algo contra lo que podemos combatir siguiendo las estrategias adecuadas.
Hábitos para prevenir la pérdida de memoria
Si bien es cierto que con el envejecimiento esta clase de capacidades cognitivas se va deteriorando, contamos con un importante margen de maniobra para evitar, o al menos retrasar, unos cuantos años la aparición de los despistes. La biología no tiene por qué marcar nuestras vidas totalmente: el modo en el que nos relacionamos con nuestro entorno también cuenta.
Conocer las claves para no perder la memoria nos permite construir un cerebro más sano y con mayor agilidad mental introduciendo una serie de hábitos sencillos en nuestro día a día.
Ahora bien, apostar por integrar a nuestra vida estrategias para no perder la memoria supone implicarse de forma continuada, y por eso merece la pena saber dirigir nuestros esfuerzos hacia todo aquello que resulta más eficaz.
Teniendo en cuenta lo anterior, puedes seguir estas claves para proteger tu agilidad mental: