Las mujeres que utilizan aceite de oliva para cocinar y añaden dos o más cucharadas de aceite de oliva virgen extra al día en la comida (el pan, la ensalada o el plato) tienen un 30% menos riesgo de desarrollar cáncer de mama en comparación con las mujeres que no utilizan habitualmente este tipo de aceite.
Esta es la conclusión de un trabajo publicado en la revista internacional European Journal of Clinical Nutrition y que proviene de un análisis del estudio epidemiológico EpiGEICAM sobre la relación entre el estilo de vida y el riesgo de cáncer de mama, promovido por el Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM).
El efecto protector del aceite de oliva
"Con los resultados de este estudio, corroboramos que el consumo moderado de aceite de oliva virgen está asociado a una menor incidencia del cáncer de mama. Aunque con este subanálisis epidemiológico no tratamos de explorar las causas de este beneficio, la literatura científica nos demuestra que este alimento contiene sustancias con efecto protector frente a este tumor, muchas de las cuales se pierden con el proceso de refinado del aceite", afirma la doctora Marina Pollán, directora del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III (CNE-ISCIII)
- El aceite de oliva aporta antioxidantes como el "ácido oleico, compuestos fenólicos, tocoferoles, fitoesteroles, carotenoides etc. Muchas de estas sustancias han mostrado efectos positivos frente al cáncer y frente a la inflamación crónica (que también favorece la aparición de cáncer) en estudios experimentales", señala a Saber Vivir la Dra. Pollán.
Recordemos que los antioxidantes protegen nuestras células del proceso de oxidación que provocan los radicales libres. En cuanto a la inflamación, es sabido que las células cancerígenas se aprovechan de los ambientes inflamatorios para multiplicarse.
Un 28% menos riesgo de cáncer de mama
Este nuevo análisis del estudio EpiGEICAM evalúa la presencia de distintos tipos de grasas (aceite de oliva, oliva virgen, girasol, maíz, soja, margarina y mantequilla) en la alimentación de un grupo de mujeres con cáncer de mama y otras sin esta enfermedad.
- De los resultados obtenidos, destaca que el consumo de aceite de oliva virgen para sazonar, freír o cocinar, sumado a la ingesta de dos cucharadas en crudo (en ensalada o con verduras), reduce en un 28% el riesgo de cáncer de mama.
"La sugerencia que se puede desprender de los resultados de este subanálisis es que tomar aceite de oliva virgen, sobre todo en ensalada o con verduras, tiene un efecto protector frente al cáncer de mama, pero su consumo no puede ser excesivo, porque otros estudios científicos demuestran la relación entre la elevada ingesta calórica y el mayor riesgo de cáncer de mama", aclara la doctora Pollán, co-coordinadora del Grupo de Trabajo de GEICAM de Tratamientos Preventivos, Epidemiología y Cáncer Heredofamiliar y miembro de la Junta Directiva de GEICAM.
Consumo moderado
Dos cucharadas de aceite de oliva son solo 10 ml de aceite pero ya contienen unas 80 calorías, unos datos que dan una idea de las calorías que aporta este alimento que, en definitiva, es una grasa.
Recordemos que la obesidad aumenta entre un 20 y un 40% el riesgo de cáncer de mama. Este vínculo se explica porque el exceso de grasas aumenta los niveles de estrógenos (un exceso de esta hormona actúa como un tóxico en las células mamarias). También favorece la resistencia a la insulina, disparando la glucosa en sangre (el azúcar es como un combustible para las células cancerígenas).
Aceite de oliva virgen
Las propiedades protectoras del aceite de oliva se atribuyen a la variedad virgen extra. Y si es virgen extra gourmet o premium todavía mejor. "Algunas de las sustancias antioxidantes antes mencionadas presentes en el aceite de oliva se pierden o disminuyen drásticamente en procesos de refinado. Por eso el aceite virgen extra es el que contiene mayor cantidad de estas sustancias", apunta la Dra. Polllán.
- El aceite de oliva virgen extra gourmet o premium es realmente un zumo de aceituna natural que se obtiene de aceitunas recolectadas como máximo 24 horas antes.
- El aceite de oliva virgen extra estándard también se obtiene mediante un procedimiento mecánico y no se añade ningún aditivo. La diferencia es que no se extrae en frío, ni se muele la aceituna en las 24 horas posteriores a su recolección.
- El aceite de oliva virgen también se extrae mediante procedimientos mecánicos. La diferencia con el virgen extra estándar es que durante el proceso de recolección (por ejemplo no se coge del árbol sino del suelo) o durante su extracción, ha habido algún fallo y tiene defectos en su olor o sabor.
- Por último, el aceite de oliva refinado es el aceite de oliva virgen que ha sido sometido a una serie de procesos físicos y químicos para eliminar su sabor y olor. En la última parte del proceso se añade un aceite de oliva virgen para darle algo de sabor.
En cuanto a su composición nutricional, el aceite de oliva refinado tiene menor proporción de ácidos grasos poliinsaturados o esenciales, que son ácidos que nuestro cuerpo necesita pero no puede producir y hay que tomarlos a través de la alimentación.