Un grupo de investigadores del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) y del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa han creado un nuevo test de saliva de la covid.
“Decidimos buscar una alternativa a las pruebas PCR y los test rápidos de antígenos que combinara las ventajas y puntos fuertes de ambas pruebas", ha explicado Marisa Rodríguez, investigadora de IrsiCaixa .
El nuevo test es un virómetro de flujo, un dispositivo que aprovecha la luz para detectar la concentración de virus que hay en la muestra de saliva. Según los primeros ensayos, da el resultado en unos 30 minutos y con un sensibilidad (detección si hay virus) del 91,2%. La Unión Europea da por buenos los test rápidos con una sensibilidad del 90%.
En qué consiste el nuevo test
“El dispositivo que hemos creado utiliza un par de gotas de saliva y marcadores de luz fluorescentes. Introducimos la saliva en una solución con anticuerpos fluorescentes. Si en la muestra de saliva hay partículas virales, los anticuerpos fluorescentes se adhieren”, explica Rubaiya Hussain, investigadora de ICFO.
El sistema permite dar el resultado en media hora y hacer unos 2.000 test al día
Una vez se ha producido la reacción se coge el tubito con la muestra y se pasa por una luz láser. Gracias al marcador fluorescente, si en la muestra hay restos víricos se activa una señal.
- “En menos de un minuto, el lector da una señal y alerta al sistema que la muestra es positiva”, añada la investigadora.
Los ensayos han permitido constatar que pueden detectar la presencia del virus incluso en niveles de concentración muy bajos. Uno de los problemas de los test de antígenos de saliva es que no hay tantos virus como en las mucosas y es más fácil que de un falso negativo.
Una forma barata de detección
Los investigadores han presentado su nuevo detector en un artículo en la revista Biomedical Optics Express. Señalan que con un solo dispositivo se pueden analizar hasta 2.000 muestras de saliva diarias. Todos los elementos que lo componen son de bajo coste y de fácil obtención. Lo que facilitará su fabricación.
- “Calculamos que el coste de cada test rondaría los dos euros”, ha explicado la investigadora Hussain.
Además los componentes se pueden limpiar con facilidad en agua y volverse a utilizar. Esto permite reducir la cantidad de residuos que generan las otras pruebas, tanto los test rápidos de antígenos como las pruebas PCR.
Su bajo coste y la facilidad para hacer la prueba lo hacen muy útil para que se puede utilizar en el control de la propagación del covid en países en vías de desarrollo, donde la vacunación sigue siendo muy baja.
No es necesario que lo utilice personal muy cualificado ni estar en un laboratorio. Ocupa el tamaño de una caja de zapatos. Basta leer las instrucciones para que cualquier persona pueda utilizarlo. Además la recogida de saliva no es molesta para la gente. Se podrán hacer cribados masivos en cualquier parte: oficinas, restaurantes, salas de conciertos, etc.
Sirve para otras enfermedades
Este tipo de test de saliva es muy versátil. Basta cambiar el líquido para cambiar su función.
“Seleccionando los anticuerpos adecuados, esta tecnología podría adaptarse para la detección de otros virus, tales como los coronavirus estacionales o el virus de la gripe, o incluso microorganismos presentes en el agua, como la legionella o el E. coli”, ha explicado Ewelina Wajs, también investigadora del ICFO.
Basta cambiar el líquido con anticuerpos para que detecte otras infecciones, como gripe o legionella
Ya existen otros análisis para detectar estos patógenos. La ventaja es que sería en un tiempo de respuesta más rápido que el de los análisis a partir de cultivos realizados habitualmente .
El nuevo test puede tener los resultados en menos de media hora. Por tanto, su utilidad para la detección de brotes de todo tipo de epidemias es clara.
¿Cuándo puede estar listo?
No hay aún una fecha concreta ni siquiera aproximada de su puesta a punto para usarlo de forma amplia. De momento se ha dado el primer paso, que es dar a conocer el mecanismo y empezar la búsqueda de socios comerciales para invertir en esta nueva tecnología.
El coste de un solo aparato es caro. Si se fabricara de manera casera podría ser varios miles de euros. Si se realiza en una cadena de producción se reduciría mucho.
La fecha de comercialización va a depender de la capacidad de atraer inversores. El hecho de que la pandemia haya bajado de intensidad en los países más desarrollados conlleva que no hay un interés tan acuciante por los nuevo test.