Secuelas en pacientes de COVID-19: dificultad para tragar

Un 52% de los pacientes ingresados por Covid-19 presenta dificultades para tragar (disfagia) y un 80% tiene riesgo de desnutrición. No detectar la disfagia a tiempo empeora el pronóstico y aumenta el riesgo de sufrir neumonía.

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Mujer en el médico

Diana Llorens
Diana Llorens

Periodista

La larga estancia en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de los pacientes con COVID-19 está provocando un efecto colateral indeseado: disfagia o dificultad para tragar, algo que puede empeorar su recuperación si no se detecta y trata a tiempo.

¿Qué causa la disfagia?

Los casos de disfagia que se están observando en pacientes por COVID-19 en la UCI probablemente no sean un síntoma de la enfermedad en sí, sino que se deriven del largo periodo de ingreso en la UCI y de las características concretas del tratamiento de esta enfermedad.

  • Los pacientes que tienen que estar en la UCI, sea por la causa que sea, tienen una mayor predisposición a sufrir lo que se conoce como debilidad adquirida en la UCI, asegura la Dra. Itziar Martínez de Lagrán, miembro del Grupo de Trabajo de Nutrición y Metabolismo de la Sociedad Española de Medicina Intensiva.
  • El hecho de pasar mucho tiempo en cama hace que tengan pérdida de la masa muscular, lo que provoca debilidad”, comenta la Dra. Martínez de Lagrán.
  • En el caso de los pacientes con COVID-19, el ingreso en la UCI suele ser largo, de 2 o 3 semanas, lo que hace que la debilidad sea mayor.

Los tratamientos para la COVID-19 lo provocan

A la larga estancia en la UCI de los enfermos con COVID-19 se suma otro factor: el tratamiento que reciben, que también aumenta las probabilidades de desarrollar dificultades para tragar:

  • Uno de los principales tratamientos que se da a dosis altas a estos pacientes son los corticoides, un medicamento que provoca consumo muscular.
  • Muchos de los pacientes con COVID-19 ingresados en la UCI tienen una insuficiencia respiratoria grave, lo que hace que se tengan que sedar e intubar para ayudarles a respirar. La sedación profunda favorece la debilidad muscular. En algunos casos también se aplican relajantes musculares para evitar que los pacientes se muevan.

“Todos estos factores que tienen que ver con el tratamiento hacen que haya una debilidad muscular muy importante”, señala la doctora. Y el órgano deglutorio, el que necesitamos para tragar, es todo músculo.

“En general, la disfagia asociada a la UCI se recupera en un porcentaje muy alto, comenta la doctora. Algunos pacientes tendrán que hacer ejercicios para recuperar la musculatura y adecuar las texturas.

Complicaciones de la dificultad para tragar

Uno de los riesgos más importantes de la disfagia es:

  • La broncoaspiración, es decir, que algún trocito de alimento o líquido entre en las vías respiratorias.
  • Esto puede provocar una infección respiratoria o una neumonía.

“Que un paciente que ya está frágil por un ingreso prolongado tenga una neumonía hace que la probabilidad de que se tenga que volver a intubar sea alta, afirma la doctora. Esto empeora su pronóstico.

La disfagia en pacientes de UCI puede favorecer una neumonía

Además,la disfagia hace que comas y bebas menos de lo que necesitas. Por lo que existe riesgo de desnutrición y de deshidratación, asegura la Dra. Martínez de Lagrán. Por ello, es fundamental diagnosticarla a tiempo, antes de que el paciente sea dado de alta de la UCI.

Cómo se diagnostica la disfagia

Actualmente existen dos técnicas para diagnosticar la disfagia:

  • Una de ellas consiste en introducir un pequeño instrumento a través de la nariz que llega hasta la garganta para observar cómo se tragan alimentos con diferentes texturas. En la UCI, esta técnica ofrece la ventaja de que es el especialista el que se traslada para realizar la prueba y no hay que mover al paciente.

Se trabaja en un test rápido para detectarla a tiempo

  • Otra técnica consiste en administrar sustancias con diferentes texturas y cantidades a las que se añade un contraste. En una sala de radiología se observa si la sustancia va hacia el pulmón o hacia el esófago. Esta técnica tiene los inconvenientes de se utilizan rayos X, aunque de forma controlada, y que hay que mover al paciente de la UCI.

También existen tests para hacer a pie de cama, pero de momento ninguno de ellos está aprobado para su uso en pacientes críticos.

La Dra. Martínez de Lagrán está trabajando en un estudio para“realizar un test a pie de cama que sea sencillo, fácil, barato y sin necesidad de especialistas ni de mover al paciente”.

Es importante detectar deforma rápida los problemas de deglución para evitar sus consecuencias en la recuperación de los pacientes.

Estudio sobre la prevalencia de disfagia

La disfagia asociada a la Covid-19 parece que no solo ocurre en los pacientes ingresados en la UCI.

Los especialistas del Hospital de Mataró que han tratado a pacientes con Covid-19 desde el inicio de la pandemia han destacado una elevada presencia de desnutrición y disfagia. Por ello, pusieron en marcha un estudio para conocer su prevalencia.

En la primera ola, el análisis realizado en el momento del ingreso de 200 personas con Covid-19 indicó que el 75% presentaban riesgo nutricional y el 55% disfagia orofaríngea.

Hemos podido observar que estos pacientes son de media 10 años más jóvenes que los que tenemos habitualmente ingresados en nuestros hospitales por otras causas (ictus, neumonías bacterianas, cardiopatías, etc.)”, comenta el Dr. Pere Clavé, director de Investigación del Hospital de Mataró.

En la segunda ola, el análisis se ha ampliado a 300 pacientes y los resultados indican que hasta un 52% presenta disfagia.

La mitad de los pacientes ingresados por COVID-19 en el Hospital de Mataró refirieron alteraciones de la deglución al alta”, indica el Dr. Clavé.

Además, los datos apuntan a que un 80% de los pacientes con COVID tienen riesgo de desnutrición en el momento del ingreso.

La pérdida de peso global desde el inicio de los síntomas hasta el alta hospitalaria fue de 7,33kg”, indica el doctor.

En los pacientes que presentaron desnutrición durante el ingreso hospitalario, la pérdida de peso fue mayor y llegó hasta los 10 kg o más.

Debido al mal estado nutricional que presentan algunos pacientes COVID-19, en muchos casos es necesario incorporar dietas de textura modificada para facilitar la masticación.

Asimismo, la mayoría de pacientes recibe una pauta de recuperación post-COVID con recomendaciones generales y alimentarias, como:

  • Aumentar el aporte proteico de la dieta para recuperar la movilidad habitual y la masa muscular.
  • Mantener o iniciar ejercicios de rehabilitación para recuperar la masa muscular.
  • Realizar un control óptimo del peso para evitar más pérdida.

¿La disfagia podría ser un síntoma de la Covid-19?

Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido la pérdida de olfato y de gusto como síntomas de la Covid-19.

  • Estos síntomas se deberían a que el virus se encuentra en el tracto aerodigestivo superior y viaja a través de los nervios sensoriales hacia el cerebro.

La disfagia, proponen algunos facultativos como el Dr. Clavé, podría estar ocasionada por una disfunción sensorial y neurológica similar y ser también un síntoma de la Covid-19. Sin embargo, es necesaria más evidencia científica para verificar que sea así.