Un estudio de la Universidad de Columbia Británica en Canadá pone en duda que tomar una aspirina a diario tras el diagnóstico de enfermedad arterial coronaria no obstructiva funcione.
El efecto anticoagulante que tiene la aspirina ha convertido este fármaco en un aliado para prevenir enfermedades cardíacas hasta el punto de que hay quien cree que tomar una aspirina al día aleja infartos aunque no tengas riesgo cardiovascular.
Pero la evidencia científica va desmontando las falsas creencias sobre las bondades de la aspirina para el corazón, como el reciente estudio publicado por la Radiological Society of North America que revela que, al contrario de lo que se piensa, la terapia con aspirinas no reduce los eventos cardiovasculares importantes cuando te acaban de diagnosticar enfermedad arterial coronaria no obstructiva.
Qué es la enfermedad arterial coronaria no obstructiva
La enfermedad de las arterias coronarias es el tipo más común de enfermedad cardíaca. Ocurre cuando se acumula placa de ateroma en las arterias que suministran sangre al corazón.
La placa de ateroma más peligrosa porque tiene más riesgo de rotura es la que está formada principalmente de colesterol.
Hablamos propiamente de enfermedad arterial coronaria no obstructiva cuando hay menos de un 50% de estrechamiento de las arterias debido a la acumulación de placa.
La única forma de ver el grado de estrechamiento de las arterias y diagnosticar la enfermedad es mediante una prueba llamada angiografía coronaria por tomografía computada (ATC coronaria):
- Con la ayuda de rayos X, el cardiólogo pasa una sonda delgada y hueca (catéter) a través de una arteria y llega hasta el corazón. Una vez colocado el catéter, se le inyecta tinte (material de contraste), lo que permite visualizar la placa.
fármacos para la placa de ateroma
Las estatinas son los fármacos que más se prescriben para las personas que sufren enfermedad arterial coronaria no obstructiva.
Estos fármacos reducen la producción de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL) y extraen el colesterol de la placa, por lo que la estabilizan y reducen el riesgo de que se rompa.
La aspirina es otro medicamento que se recomienda comúnmente en estos casos, pero lo cierto es que no se han realizado muchas investigaciones para determinar si es efectiva para reducir los eventos cardiovasculares importantes en pacientes con enfermedad arterial coronaria no obstructiva.
Ahora, un estudio de la Universidad de Columbia Británica en Canadá pone en duda que tomar una aspirina a diario tras el diagnóstico de enfermedad arterial coronaria no obstructiva funcione.
Comprobar la efectividad de la aspirina
El equipo de investigadores liderado por el profesor Jonathan Leipsic siguió durante casi 6 años los casos de 3,571 personas sin placa de ateroma y 2.815 con enfermedad coronaria no obstructiva. Estos últimos tenían un 10,6% más riesgo de muerte por todas las causas en comparación con el 4,8 % de los pacientes sin placa.
En ambos grupos se estudió el efecto del uso de aspirina y estatinas y se observó lo siguiente:
- En personas con enfermedad arterial coronaria no obstructiva al inicio del estudio (placa de ateroma que todavía no tiene alto riesgo de rotura), la terapia con aspirina no se asoció con una reducción de los eventos cardiovasculares graves como los infartos.
- Sin embargo, el uso de estatinas se asoció con una reducción significativa de los eventos cardiovasculares, incluidos los ataques cardíacos.
- Ni la aspirina ni el tratamiento con estatinas redujeron el riesgo cardiovascular de las personas sin placa.
Cuándo sí conviene la aspirina
Este estudio deja varios puntos claros:
- La aspirina obviamente no funciona para reducir el colesterol y evitar la progresiva acumulación de placa de ateroma como sí lo hacen las estatinas, que son fármacos diseñados para ello. Por tanto, tomar aspirina cuando hay placa de ateroma que no supera el 50% del estrechamiento de las arterias no otorga ningún beneficio.
- Por supuesto, una persona sin colesterol elevado ni placa de ateroma no necesita tomar ni estatinas ni aspirina como prevención de eventos cardiovasculares.
Ahora bien, "cuando la obstrucción de las arterias por la placa de ateroma es superior al 50%, lo que se conoce como placa de ateroma de alto riesgo, sí puede ser beneficiosa la aspirina", señala Jonathan Leipsic.
La aspirina es un medicamento antiinflamatorio no esteroideo (AINE). Se usa normalmente como analgésico y antipirético (baja la fiebre), pero también tiene efecto anticoagulante. Concretamente, actúa sobre las plaquetas impidiendo que se agreguen y formen un trombo en las arterias coronarias.
Las personas con alto riesgo de formación de coágulos de sangre, derrames cerebrales y ataques cardíacos pueden usar aspirina a largo plazo en dosis bajas, Por eso se recomienda su toma a pacientes que ya han sufrido infartos cardíacos o derrames cerebrales y siempre bajo prescripción médica.