Uno de los campos en los que la ciencia médica ha avanzado más es el de la cardiología. Prácticamente todos los problemas que puede tener nuestro corazón tienen soluciones. El factor de riesgo es que no podamos detectar a tiempo ese problema.
Pese a los avances, aún se muere un 25% de pacientes de infarto, porque su riesgo no estaba controlado, estaban solos y sin posibilidad de avisar o no había un desfibrilador cerca. En ictus la mortalidad es similar, y si sobrevive, las consecuencias (problemas de movilidad, memoria…) mucho más graves.
El riesgo de la fibrilación auricular
Aún queda mucho que hacer en la tarea de prevención en salud cardiovascular. Por eso es una excelente noticia cuando aparecen ideas innovadoras como la que han aportado unos investigadores de la Universidad John Moores (Inglaterra).
Su idea es aprovechar el carrito del supermercado para que los compradores descubran si están sufriendo una fibrilación auricular. La fibrilación auricular es el tipo de arritmia cardíaca más frecuente. Si normalmente late entre 60 y 100 veces por minutos, con esta fibrilación late entre 100 y 175 veces.
Si la padeces se multiplica por cinco el riesgo de que sufras un ictus y se dobla el riesgo de muerte. Al latir más rápido la aurícula, una de las cámaras del corazón, llega demasiada sangre al ventrículo, la otra cámara. Esta sangre se acumula. Hay más riesgo de que se formen coágulos y que estos coágulos luego taponen las arterias.
Cómo funcionan los carritos detectores
Se calcula que en España hay más de un millón de personas con fibrilación auricular. Y una de cada diez está sin diagnosticar. Como te explicábamos, si se detecta a tiempo, hay fórmulas de rebajar ese riesgo. El problema es detectar a esas personas.
En un primer ensayo 39 personas descubrieron que tenían arritmias que nunca se las habían detectado
Allí es donde el uso de detectores en los carritos de la compra entra en juego. Los científicos de la universidad implantaron un sensor de electrocardiograma en el asa. Sujetándola durante unos segundos ya te detecta si el latido es regular o no. En ese caso, se ilumina una luz roja.
“Este estudio muestra el potencial de llevar controles de salud a la población sin interrumpir las rutinas diarias”, anuncia el profesor Ian Jones, primer autor del estudio.
Hicieron la prueba con 2.155 adultos. Detectaron 220 casos de pulso irregular. A estos se les pidió que se hicieran una prueba de confirmación. El cardiólogo comprobó que efectivamente 59 de los voluntarios tenían fibrilación auricular.
Cómo se trata una fibrilación auricular
La prueba fue un éxito. De los 59 casos detectados, 20 ya habían tenido arritmias antes. Pero 39 no tenían ni idea de sus riesgos. No habían sido diagnosticados y pudieron tomar medidas.
Además del riesgo de ictus, la fibrilación auricular puede estar detrás de problemas de fatiga y dolor de pecho. La soluciones son varias:
- Puede controlarse con fármacos antiarrítmicos cuyo objetivo es devolver un ritmo normal.
- Otra opción es el implante de un desfibrilador o una operación ambulatoria para bloquear las señales eléctricas anormales y restablecer el ritmo cardíaco normal.
- Se puede optar por anticoagulantes, que reduzcan el riesgo de que se espese la sangre.
Cuándo se pondrá en marcha el sistema
“Comprobar la fibrilación auricular mientras las personas hacen sus compras permite prevenir accidentes cerebrovasculares y salvar vidas”, resumen el profesor Jones.
Los buenos resultados de su prueba invitan a que se amplíe con más voluntarios antes de generalizar el sistema a gran escala.
Obviamente, si se implantan este tipo de detectores serían en carritos seleccionados y con advertencia. Nadie puede verse obligado a hacer un control de salud sin su consentimiento.
Pero esta primera investigación muestra que la idea sería bien acogida. “Casi dos terceras partes de los compradores a los que les propusimos la idea, se mostraron contentos de probar el carrito. Y los que no, era más porque tenían prisa que por rechazo al sistema”, aclara el investigador.