En realidad, la arteriosclerosis es el proceso de envejecimiento de nuestras arterias. Se sabe que este problema ya comienza a partir de los 20 años, por tanto se empiezan a formar placas de ateroma a una edad muy temprana.
- La composición de estas placas es de lípidos (colesterol), calcio y tejido fibroso. Según la proporción de estos compuestos el riesgo de la placa es mayor o menor.
Las placas de colesterol son las que tienen mayor riesgo de infarto o ictus
- Las placas ricas en lípidos se consideran las de mayor riesgo de rotura y, en consecuencia, las de que pueden desencadenar un infarto de miocardio en el corazón o un ictus en el cerebro.
Cómo se detectan las placas de ateroma
Básicamente se utilizan dos tipos de técnicas para detectar las placas de ateroma: invasivas ("metiéndonos" dentro de las arterias coronarias) o no invasivas (se estudian desde el exterior del organismo).
- La técnica invasiva por excelencia es el cateterismo coronario. Con esta técnica se inyecta contraste dentro de la arteria y se detecta la presencia o no de placas que obstruyen el vaso sanguíneo. Además, por dentro del catéter se pueden introducir una serie de instrumentos (ultrasonidos, guías ópticas...) que ayudan a valorar de forma más precisa la ateromatosis coronaria.
Pruebas como la resonancia o el TAC permiten "ver" la arteria desde el exterior
- Las técnicas no invasivas son más nuevas y es en lo más se investiga. La ecocardiografía, el TAC coronario y la resonancia magnética coronaria son las pruebas por excelencia. Especialmente el TAC coronario y la resonancia son capaces de "ver" desde el exterior la composición de la arteria coronaria y estudiar la presencia de lípidos. Y todo ello ahorrándonos los riesgos del cateterismo. Eso sí, no hay que olvidar que también tienen sus inconvenientes: el TAC produce radiación y la resonancia puede provocar claustrofobia en algunos pacientes.
En un futuro se detectarán con un simple análisis
Se están estudiando biomarcadores que nos ayuden a identificar placas y, por tanto, pacientes en riesgo de sufrir un infarto.
- Los biomarcadores son sustancias que se detectan en la sangre y que son señales de riesgo antes de padecer una enfermedad.
¿Y si la placa provoca un infarto?
Aunque el tratamiento en la fase aguda del infarto es individual en cada caso, en nuestro país se ha puesto en marcha el llamado "Código Infarto":
- En menos de 120 minutos desde el comienzo del dolor, se consigue hacer un cateterismo y limpiar la placa de ateroma de la arteria mediante un balón que "aplasta" la placa y con el implante de un stent conocido popularmente como un "muelle".
Antes se operaba a corazón abierto, ahora con un pequeña incisión basta
- Además, se administran fármacos que intentan disolver el trombo que se ha formado a partir de la rotura de la placa de ateroma. Estos "disolventes" son los fibrinolíticos, anticoagulantes (heparinas y el conocido sintrom) y antiplaquetarios (la famosa aspirina).
Evidentemente estas técnicas conllevan un riesgo, pero con una valoración individual se ofrece el tratamiento óptimo a cada paciente.
así ha cambiado el panorama en los últimos años
Los avances tanto en la prevención como en el tratamiento de la placa de ateroma son constantes:
- Año tras año aparecen fármacos nuevos que previenen las complicaciones derivadas de las placas de ateroma y que ayudan a "limpiar y desatascar" las arterias.
La vida sana es la mejor prevención contra la arteriosclerosis
- Antes se operaba a corazón abierto, pero hoy el 90% de las intervenciones se realizan a través de catéteres que solo suponen una incisión de unos milímetros.
- El desarrollo de los stents o "muelles" también ha sido increíble en pocos años. Ahora se utilizan stents recubiertos de unos fármacos que hacen que la placa de ateroma no vuelva a aparecer.
En un futuro lo ideal sería poder diagnosticar de forma no invasiva y con certeza aquellas placas que se pueden complicar y hacia aquí se orienta la investigación en las pruebas de imagen.
Una vez que se ha diagnosticado una placa de alto riesgo deberíamos disponer de algún tratamiento no invasivo para limpiar esta placa sin riesgo para la salud del paciente. Tal vez este es nuestro mayor reto para un futuro próximo.
El mejor tratamiento es prevenir
Lo ideal es poder tratar la placa de ateroma antes de que dé problemas. Y para ello es clave controlar todos los factores de riesgo cardiovascular que aceleran la arterioesclerosis:
- El tabaquismo, la hipertensión arterial y la diabetes, esta última una auténtica epidemia del siglo XXI propiciada por la obesidad y el sedentarismo.
- Respecto a la hipercolesterolemia, se sabe que el tratamiento con estatinas no solo enlentece la progresión de la ateromatosis, sino que en algunos casos la detiene.