El síndrome del "corazón roto", miocardiopatía por estrés o miocardiopatía de Tako Tsubo está aumentando de forma preocupante entre las mujeres.
Y aunque la pandemia de Covid ha supuesto un gran estrés para muchas mujeres, este no ha sido el único causante porque los diagnósticos de corazón roto ya estaban aumentando antes de que el coronavirus diera un vuelco a nuestras vidas.
Un estudio publicado en Journal of the American Heart Association (JAHA) revela que las mujeres de mediana edad y mayores son las que tienen más riesgo de sufrir este trastorno, hasta 10 veces más que las mujeres y los hombres jóvenes.
Miocardiopatía por estrés
El síndrome del corazón roto o miocardiopatía por estrés es un fallo cardíaco temporal que aparece como consecuencia de situaciones muy estresantes.
Las personas con síndrome del corazón roto pueden tener dolor torácico repentino e incluso pensar que están sufriendo un infarto.
Afecta solo a una parte del corazón e interrumpe temporalmente la función normal de bombeo del músculo coronario. El resto del corazón continúa funcionando normalmente o incluso puede tener contracciones más fuertes.
También se conoce como miocardiopatía de Tako Tsubo porque se describió por primera vez en Japón en los años 90 y la parte del corazón afectada (generalmente el ventrículo izquierdo) adquiere una forma similar a la de una vasija tradicional japonesa abombada y con el cuello estrecho.
Generalmente, los afectados se recuperan en días o semanas, aunque en algunos casos puede ser mortal.
Detalles del estudio
Los autores del estudio analizaron datos de 135.000 mujeres y hombres que fueron diagnosticados con síndrome de Tako Tsubo entre 2006 y 2017 y observaron que:
- Los casos han aumentado de manera constante año tras año en todos los grupos de población, pero entre las mujeres de 50 a 74 años han aumentado al menos de 6 a 10 veces más rápido.
- Un 83,3% de los casos de corazón roto son mujeres mayores de 50 años.
- Por cada caso diagnosticado de este síndrome en mujeres o hombres jóvenes, se diagnostican 10 casos en mujeres de mediana edad y 6 en mujeres mayores.
Antes de este estudio, los investigadores solo sabían que las mujeres son más propensas que los hombres a desarrollar el síndrome de Tako Tsubo, pero ahora se sabe que también hay diferencias sustanciales basadas en la edad.
Conexión cerebro-corazón
El cerebro y el corazón están íntimamente relacionados. La clave podría estar en una zona llamada ínsula, un cerebro dentro del cerebro, que influye de forma clave en la actividad del corazón.
- La ínsula modula la frecuencia cardíaca (el número de contracciones del corazón o pulsaciones por minuto) y el gasto cardíaco (la cantidad de sangre que el corazón bombea en cada latido).
Así pues, la ínsula actúa como una reguladora cardíaca, lo que demuestra el vínculo entre el cerebro y el corazón.
Y todo lo que afecta al sistema nervioso, incluido las situaciones de estrés, puede acabar afectando al funcionamiento cardíaco, lo que explicaría síndromes como el del corazón roto y otras afecciones coronarias.
Sin embargo, la forma en que el cerebro y el sistema nervioso responden a diferentes tipos de factores estresantes es algo que cambia a medida que las mujeres envejecen, según ha demostrado este estudio.
- Esto explicaría por qué las mujeres de mediana edad tienen más riesgo de sufrir miocardiopatía por estrés que las jóvenes.
"Es probable que haya un punto de inflexión, justo después de la mediana edad, donde una respuesta excesiva al estrés puede afectar el corazón", señala Susan Cheng, autora del estudio.
toque de atención para las mujeres
Este estudio deja claro que las mujeres de mediana edad son las más vulnerables a sufrir el síndrome del corazón roto.
Algo que tanto la comunidad médica como las propias mujeres no deben pasar por alto.
Los desencadenantes de esta afección pueden ser muchos: la muerte de un ser querido, el diagnóstico de una enfermedad grave, una discusión fuerte, perder el trabajo, un divorcio...
Pero también pueden ser situaciones que aparentemente no parecen tan importantes pero que causan un gran estrés en la persona como hablar en público o una fiesta sorpresa, señalan desde la Clínica Mayo.
En todo caso, conviene acudir enseguida al médico si tras un evento estresante se nota dolor en el pecho, dificultad para respirar o latidos irregulares.