La miocardiopatía hipertrófica es una alteración genética de la estructura del corazón, que se hereda en un 50% de los casos.
Cuando se diagnostica, conviene hacer un ecocardiograma a la familia directa (hermanos e hijos) y, aunque sea normal, habría que repetirla cada 5 años, porque a veces tarda en manifestarse.
Algunos de los síntomas son los desmayos sin motivo, la fatiga con los esfuerzos y las arritmias cardíacas, que pueden ser graves. El diagnóstico es de especial importancia en las personas jóvenes, sobre todo si practican deporte, ya que el esfuerzo físico podría provocar la muerte, si se padece la enfermedad.
El mayor grosor del corazón puede provocar obstrucción en la zona de salida de la sangre.
En este caso, hablamos de miocardiopatía hipertrófica obstructiva, que conlleva otro tipo de problemas, y podría requerir medicación para reducir las pulsaciones, la colocación de un marcapasos o cirugía.