Un exceso de azúcares aumenta la glicación en el organismo, un proceso químico que tiene un efecto devastador sobre el colágeno y la elastina de la piel.
Tener más o menos arrugas no solo depende de la genética, del sol que hayas tomado a lo largo de tu vida o de que tengas una piel más o menos delgada. El envejecimiento prematuro de la piel está también muy ligado al consumo de azúcares. Así que ya tienes un motivo más para reducirlo: un exceso de glucosa en sangre favorece la obesidad, la diabetes tipo 2 o el cáncer, y también ejerce un efecto devastador sobre el colágeno y la elastina de la piel.
La Dra. Anna Costa, portavoz del Colegio de Dietistas-Nutricionistas de Catalunya (CoDiNuCat) y doctora en biología y tecnóloga en alimentos, explica a Saber Vivir cómo el azúcar puede llegar a provocar arrugas.
¿Qué es la glicación?
La glicación o glucosilación es un proceso químico complejo pero muy común, tanto fuera como dentro de nuestro organismo. Consiste en la reacción química espontánea que se produce entre una glucosa y un aminoácido de una proteína. Como resultado de esta reacción se generan nuevas moléculas llamadas AGE's (Advanced Glycation End Products). Estas moléculas provocan daño oxidativo, inflamación y muerte celular.
El azúcar aumenta la glicación
El fenómeno de la glicación se da en la industria alimentaria, por ejemplo en los productos horneados o tostados como la bollería o los cereales de desayuno. También se produce cuando asamos un pollo, lo horneamos o lo freímos. Por tanto, este tipo de productos ya contienen AGE's. Pero este proceso también se produce en el interior del organismo si consumimos un exceso de azúcares y, en consecuencia, circula mucha glucosa en sangre.
¿Cómo afecta la glicación a la piel y por qué provoca arrugas?
La glicación es un proceso normal en el que se unen un azúcar y una proteína para generar AGE's, que son moléculas que provocan daño oxidativo y que el cuerpo tiene capacidad para compensar. Pero cuando hay niveles altos de glucosa circulando en la sangre, se multiplica la glicación en todo el organismo y también los AGE's. Y ahí el daño está asegurado.
En el caso de la piel, explica la Dra. Costa, esta reacción se produce entre el azúcar y el colágeno.
- El colágeno es la proteína más abundante de nuestro cuerpo. Forma parte de tendones, de huesos, de tejido de relleno entre órganos y también del tejido epitelial.
- Dentro de las células del teijdo epiltelial, que conforma nuestra piel pero también reviste los órganos o los vasos sanguíneos, hay un miniesqueleto de colágeno que hace que la piel sea elástica y que, al pellizcarla, vuelva a su sitio.
- Pero si consumes muchos azúcares, las numerosas reacciones de glicación provocan que ese miniesqueleto de colágeno pierda elasticidad, lo que da lugar a una piel flácida y con tendencia a arrugas.
"Por eso las personas que siguen una dieta muy rica en azúcares tienen la piel más envejecida", asegura la Dra. Costa.
Qué alimentos provocan glicación y arrugas
Queda claro que la dieta es un factor que influye, y mucho, en los niveles de colágeno. Otros como la edad o los cambios hormonales no se pueden controlar, pero la alimentación sí es modificable.
Para evitar el envejecimiento prematuro y alejar las arrugas, limita:
- Los azúcares. Dulces, cereales refinados, zumos industriales, alimentos procesados (¡aunque sean salados!)...
- Los alimentos ricos en AGEs. Bollería horneada, cereales de desayuno procesados, galletas, café torrefacto... Los procesos de horneado y tostado industriales generan AGEs.
La vitamina C rejuvenece la piel
Además de reducir el consumo de azúcares, la Dra. Costa subraya que una ingesta adecuada de vitamina C ayuda a contrarrestar el daño oxidativo de los radicales libres y, sobre todo, favorece la fabricación de colágeno.
Frutas y verduras son los alimentos con mayor contenido en vitamina C y los que te aseguran un buena renovación del colágeno de la piel.