Las 6 cosas que más debilitan tu suelo pélvico

Los kilos de más, correr, jugar a pádel o sentarse mal pueden dañar el suelo pélvico y acabar provocando incontinencia urinaria. Descubre los 6 factores que favorecen las pérdidas de orina.

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dermatitis vulgar

Hay ejercicios que pueden debilitar tu suelo pélvico y provocar incontinencia.

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

Suelo pélvico es el término que se utiliza para denominar al grupo de músculos y ligamentos que rodean la cavidad abdominal y que se encargan de sostener la vejiga, la uretra, el útero, la vagina y el recto en su lugar adecuado.

Con los años la musculatura pélvica se debilita, en especial en las mujeres debido a los embarazos, pero hay factores que pueden perjudicar especialmente esta zona. Un suelo pélvico debilitado favorece las pérdidas de orina, los prolapsos (caída del útero, la vejiga o el recto) o las disfunciones sexuales.

1. El sobrepeso y la obesidad

Un peso excesivo, y en particular un exceso de grasa en la zona central del cuerpo, aumenta la presión que tienen que soportar las vísceras abdominales y, por tanto, también la vejiga, lo que debilita la musculatura pélvica.

Diversos estudios señalan que perder peso mejora o incluso resuelve la incontinencia urinaria en mujeres con sobrepeso u obesidad. Expertos de la Universidad de California han comprobado que si se reduce un 5% el índice de masa corporal (IMC), el riesgo de sufrir incontinencia urinaria baja a la mitad, es decir, que una mujer de 167 cm de altura y 79 kg que adelgace 4 kg rebaja un 50% el riesgo de padecerla.

2. Caminar o sentarse en mala postura

Laura Roja, fisioterapeuta experta en suelo pélvico asegura que es muy importante caminar y sentarse bien, ya que las malas posturas también castigan la musculatura pélvica.

Al caminar hay que mantener la pelvis neutra, ni sacando culo ni llevando el pubis hacia delante, sino alineada con las curvas naturales de la columna.

Al sentarse también hay que mantenerse erguida, como al caminar, para no comprimir el abdomen.

Tampoco conviene cargar peso, empujarlos o arrastrarlos.

Un abdomen prominente también empeora la incontinencia. Por eso, al trabajar el suelo pélvico es importante tonificar también la musculatura del abdomen para que funcione como una "faja natural" que le quite presión.

3. Deportes de impacto afectan al suelo pélvico

El ejercicio es muy saludable para la musculatura corporal, incluida la pélvica, pero los deportes de impacto puede acabar debilitando esta zona, por lo que no convienen si ya está debilitada.

El running, el crossfit, el pádel, el tenis o el ciclismo son deportes de impacto que no se aconsejan si hay pérdidas de orina.

Para fortalecer la musculatura pélvica son adecuados el pilates, el yoga, la natación y, más concretamente, los ejercicios de Kegel que trabajan los músculos pélvicos. Los abdominales hipopresivos también ayudan a fortalecer el abdomen desde el interior.

4. Falta de testosterona

En las mujeres no abunda (es la hormona masculina por excelencia), pero la Asociación Americana de Urología advierte que no conviene tener niveles muy bajos.

Si el cuerpo no dispone de ella aparece cansancio, ganancia de peso, ánimo bajo, pérdida de cabello y debilidad de todos los músculos, también los pélvicos.

5. Dermatitis vulvar

Que esa zona se irrite y pique (por contacto con tejidos húmedos o prendas sintéticas y con mucho tinte…) puede empeorarlo todo sin que tú lo sospeches.

Esta inflamación localizada puede provocar alteraciones al orinar. Y al revés: quizá sea ya una consecuencia de sufrir pérdidas. Acude a tu ginecólogo.

6. el sedentarismo debilita el suelo pélvico

Además de hacer dieta, el otro pilar para combatir el sobrepeso es el ejercicio. Pero moverte algo más no solo es bueno para perder kilos.

Un estudio de la Universidad de Vigo ha demostrado que existe también una relación entre incontinencia urinaria y hábitos sedentarios.

Según los autores, la falta de ejercicio (es decir, el sedentarismo) predispone a las personas de más edad a desarrollar incontinencia. Así que camina a diario.