La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica el dolor crónico como una enfermedad en sí misma y no como síntoma de otra patología; y como tal, debe tratarse. En España, el 18% de la población padece dolor crónico, y hasta un 6% sufre dolor crónico intenso, según datos de la Sociedad Española del Dolor (SED). Sin embargo, es cierto que enfermedades como la fibromialgia tienen como principal síntoma el dolor de forma crónica. La Dra. Concha Pérez, vocal de la Junta Directiva de la SED y jefa de la Unidad del Dolor del Hospital Universitario de La Princesa (Madrid) nos explica las diferencias entre una afección y otra.
Qué se considera dolor crónico
El dolor crónico se define por dos características:
- Es un dolor que persiste en el tiempo, incluso a pesar de haberse curado la enfermedad que lo producía.
- Dura más allá de tres meses.
"Hay pacientes que, por ejemplo, les operan de una rodilla (porque tienen problemas en ella) y a pesar de que la cirugía está bien hecha y hayan recuperado la movilidad de la rodilla y de su extensión, el dolor persiste en el tiempo", explica la Dra. Concha Pérez. Esta enfermedad afecta a gran parte de la vida: al área personal, familiar, laboral y ocio etc. "El dolor te acompaña siempre. Convive contigo", añade.
Qué tienen en común el dolor crónico y la fibromialgia
El dolor crónico y la fibromialgia tienen en común, principalmente, que son dos enfermedades muy incapacitantes tanto física cómo psicológicamente para quien las sufre. Pero entre ellas hay detalles que las distinguen y medicamente se consideran dos patologías distintas.
Cuándo es fibromialgia
La fibromialgia está clasificada dentro de las enfermedades reumatológicas. Una patología que afecta sobre todo a mujeres: en España la padecen más de 1,5 millones de mujeres, y no fue hasta 1992 cuando la OMS la clasificó enfermedad.
Según la Sociedad Española de Reumatología, los síntomas de la fibromialgia son "dolor musculoesquelético generalizado y sensación dolorosa a la presión en varios puntos específicos (los llamados puntos gatillo). Este dolor se parece al originado en las articulaciones, pero no es una enfermedad articular". La fibromialgia destaca por suponer una hipersensibilidad al dolor en múltiples áreas.
Por su parte, "el síntoma más claro del dolor crónico es como su nombre indica el dolor, bien en una sola parte del cuerpo o en ocasiones en más. La fibromialgia, además de dolor, tiene asociada otros aspectos", afirma la Dra. Pérez. "La fibromialgia es un tipo de dolor crónico, pero no solo es dolor", añade.
Por qué cuesta tanto diagnosticar el dolor crónico y la fibromialgia
Sea como sea, el problema es que en la actualidad, el dolor crónico y la fibromialgia no tienen cura y se además se desconoce exactamente la causa que los produce. Lo que se procura con el tratamiento, es reducir los síntomas para mejorar la calidad de vida. Para ello es importante tratar la enfermedad desde una perspectiva multidisciplinar.
Lo mejor para abordar este tipo de enfermedades es acudir a una Unidad del Dolor. Se trata de servicios especializados que abordan estas patologías de forma multidisciplinar. Según datos de la SED, hay registradas 183 unidades en toda España."Cuanto antes se aborde el dolor, cuando antes se empiece a tratar, mejor perspectiva de mejora tendrá", afirma la doctora.
Sin embargo, el problema en el abordaje de las enfermedades del dolor en el tiempo que tardan los pacientes en llegar a una unidad del dolor. Fundamentalmente, y según explica la Dra. Pérez, por un motivo: la mayoría de los médicos de Atención Primaria no pueden derivar a una Unidad del Dolor. Tienen que seguir un protocolo. De ahí que los pacientes pasen por diferentes especialistas hasta al fin, llegar a una de estas unidades donde se realiza un seguimiento y se propone un tratamiento que incluya diferentes ámbitos.
Cómo se podría mejorar el tratamiento de estas dolencias
A muchas mujeres (la mayoría de personas que sufren fibromialgia, por ejemplo, son mujeres) se las ha llegado a tachar en las consultas de exageradas, de que no era posible que el dolor no frenase, cuando realmente lo que estaban sintiendo era cierto: tenían una enfermedad llamada dolor crónico o fibromialgia.
Una de las dificultades que existen hasta dar con el diagnóstico exacto es la falta de formación en los profesionales. "En las Universidades no se estudia por ahora el dolor crónico como una enfermedad, y eso es un problema", afirma la Dra. Pérez. Por ello es fundamental que:
- Los profesionales entiendan estas patologías como lo que son: una enfermedad en sí misma.
- Educar a los médicos y dotarles de herramientas para que puedan llegar a mejores y más rápidos diagnósticos.
- La creación de una asignatura obligatoria para el abordaje del dolor durante los estudios.
Según datos preliminares del estudio 'Conociendo y educando en el dolor en la enfermedad crónica', realizado por la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP)y la SED, muestra que los pacientes con dolor reclaman una atención multidisciplinar y especializada en el dolor.
El dolor está ‘infratratado’ en España: el 62% de los pacientes encuestados nunca ha sido derivado a una Unidad del Dolor y únicamente el 14% de los pacientes son tratado por un médico especialista en dolor.
"Es necesario implementar medidas, entre la que es prioritaria la capacidad de los médicos de Atención Primaria de derivar a sus pacientes a las Unidades del Dolor y que conozcan las carteras de las Unidades del Dolor para saber en qué pueden ayudar al sufrimiento de estos pacientes”, afirma la doctora Pérez, con motivo de la publicación de estos datos preliminares.
Unidades del dolor: qué son y cómo funcionan
Según el trabajo "Unidad de Tratamiento del Dolor: estándares y recomendaciones de calidad y seguridad", coordinado por el Ministerio de Sanidad, los principales objetivos de la unidades del dolor son:
- Reducir la incidencia y severidad del dolor.
- Mejorar la calidad de vida del paciente.
- Disminuir las complicaciones derivadas de una reducción ineficaz del dolor.
- Educar a los pacientes y a sus familiares sobre los beneficios de una analgesia eficaz y sobre los riesgos de un tratamiento inapropiado del dolor.
Qué tratamientos hay para el dolor crónico
No todos los tipos de dolor se manejan de la misma forma. Hay pacientes que tienen esta enfermedad y la toleran bien con la ayuda de analgésicos y otros tratamientos, y hay otros pacientes que la toleran bastante mal y por tanto, les afecta más a su calidad de vida. En todos los aspectos.
En líneas generales, existen diversos tipos de tratamiento:
- Tratamiento farmacológico.
- Técnicas psicológicas.
- Terapias rehabilitadoras.
"Lo mejor, es la combinación de todos ellos", concluye la experta. Y el abordaje multidisciplinar con todos los profesionales y atendiendo siempre las características individuales de cada paciente.