Los hábitos saludables de los compañeros de trabajo se contagian

Un estudio de comportamiento ha puesto en evidencia que la relación de trabajo puede tener efectos positivos sobre la salud. Los buenos hábitos de dieta y ejercicio se contagian entre colegas. Aunque curiosamente es algo que no se observa en todos los aspectos.

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Los hábitos de los compañeros de trabajo se contagian
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Los compañeros de trabajo pasan a diario junto muchas horas y esta si relación no podría influir en las decisiones saludables o poco saludables que se toman.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

El ejercicio y la alimentación saludables no son únicamente decisiones individuales que uno toma. Hay varios factores que pueden influir. El entorno es muy importante. Es lógico pensar que familiares y amigos son importantes, a los que se pueden incluir los prescriptores (o ‘influencers) de medios de comunicación y redes sociales.

Sin embargo, poco se había analizado sobre el papel de los compañeros de trabajo, con los que tenemos una relación muy frecuente aunque no sean amigos íntimos. Investigadoras de Colonia y Utrecht han dado con interesantes descubrimientos.

Cómo influyen los compañeros en la dieta

El punto de partida es que los compañeros de trabajo pasan diariamente muchas horas juntos en un ambiente que puede ser de bastante interrelación. Eso llevó a dos profesoras especializadas en comportamiento a cuestionarse si esta relación no podría tener un peso específico en las decisiones saludables o poco saludables que tomamos.

Los empleados tienen más probabilidades de comer frutas y verduras cuando sus compañeros fomentan un estilo de vida saludable

Se plantearon dos aspectos concretos muy importantes en los hábitos de vida y que tienen mucha importancia en la salud: la dieta y la actividad física. Los investigadores analizaron una serie de encuestas europeas, con datos de 4.345 trabajadores, repartidos en 402 equipos diferentes y 113 empresas u organizaciones.

El principal hallazgo en cuanto a alimentación es que los empleados tienen más probabilidades de comer frutas y verduras cuando sus compañeros fomentan un estilo de vida saludable.

El estudio diferenció los comportamientos reales del simple estímulo; es decir, no es lo mismo ver lo que comen o hacen que los consejos que puedan darte sin saber a ciencia cierta si los ponen siempre en práctica.

El ser muy deportista no tiene efecto en los demás

En el otro aspecto que se analizó, el del ejercicio físico, también se observó una influencia positiva en aquellos ámbitos donde los colegas de profesión eran activos. Los compañeros pueden ser modelos de comportamiento y, de hecho, lo son.

Los empleados no modelan su comportamiento exactamente igual que el de los compañeros que son físicamente más activos

Hasta cierto punto era lo que las investigadoras esperaban encontrar. Pero aquí sí que hubo una sorpresa. Esta actitud positiva hacia el ejercicio desaparecía si no había un estímulo explícito. Si un colega es muy deportista y hace mucho ejercicio, esto no impulsa a los otros a imitarlo.

Por tanto, el estímulo explícito tiene un efecto positivo, pero los empleados no modelan su comportamiento exactamente igual que el de los compañeros que son físicamente más activos.

"Una explicación puede ser que la actividad física generalmente tiene lugar fuera de las horas de trabajo, donde apenas es visible para los colegas", concluía una de las autores del estudio, la profesora Lea Elwardt, del Instituto de Sociología y Psicología Social de la Universidad de Colonia (Alemania).

El entorno laboral puede crear una cultura de la salud

En general, lo que se ha visto es que el estímulo de los colegas y los propios comportamientos saludables tienen el potencial de contribuir a crear una cultura de salud en el lugar de trabajo. Puede servir para apoyar a todos los empleados en la toma de decisiones saludables.

"El estudio es uno de los primeros en abordar el papel de los comportamientos de los compañeros de trabajo”, ha destacado la psicóloga Elwardt. Puede servir para que los programas de hábitos saludables tengan un enfoque diferente y novedoso. Dirigirse a núcleos laborales y no solo al ámbito del hogar y el individual, que suele ser el más habitual.

Los colegas son fuentes relevantes de apoyo social cuando se trata de comportamientos saludables y pueden actuar como modelos a seguir", resumía la profesora Elwardt.

El estudio lo ha coescrito con Anne van der Put de la facultad de Ciencias Sociales y del Comportamiento de la Universidad de Utrecht (Países Bajos).

Consejos para comer bien en el trabajo

De momento, en España queda mucho por hacer para conseguir que estas prescripciones sean una realidad generalizada. Según datos de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad pasa todo lo contrario:

  • El 76,4% de los trabajadores españoles tienen unos hábitos alimentarios poco o nada saludables. Y eso que el 32% desayuna allí y más del 25% come.
  • Un 50%define su trabajo como sedentario. Dado que se pasan gran parte del día en él, es importante que al salir seamos activos.

Además de optar por frutas y verduras como alimentos para llevar al trabajo o para pedir en el menú, otros consejos útiles son:

  • Hay que consumir legumbres dos o tres veces por semana. Es sano y te permite variar los menús.
  • Como hidratos de carbono opta por pasta o arroz. Son fáciles de llevar y se pueden tomar frío o calientes. Altérnalos con las legumbres o patatas.
  • Si comes de táper, recuerda que cabe mucho. Pon primero la cantidad en un plato, para no pasarte en las porciones. La mitad debe ser verdura y la otra mitad proteínas (pescado o huevos, mejor que carne roja) e hidratos de carbono.