La leishmaniosis del perro, ¿se contagia a las personas?

La leishmaniosis es una enfermedad muy relacionada con los perros. Nuestros animales de compañía son los principales afectados y si no se trata a tiempo puede resultar muy peligrosa. Es algo que puede afectar a los humanos pero no por contagio directo del propio perro.

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leishmaniasis mascotas

Niña con perro

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

La leishmaniosis es una enfermedad provocada por un parásito llamado Leishmania, de ahí que también se la conoce con el nombre de leishmaniasis.

Está muy extendida entre los perros, aunque entre las personas también se da pero con mucha menos frecuencia y la mayoría de veces sin prácticamente darnos cuenta.

¿En qué consiste la leishmaniosis?

El parásito que la provoca no se contagia de un perro a otro, ni de un perro a una persona.

  • La manera de extenderse es a través de la picadura de un mosquito hembra. Por tanto, los mayores focos se dan en épocas de calor cuando hay más presencia de mosquitos.
  • El parásito que lleva el mosquito pasa a la sangre del perro y allí empieza a reproducirse y, por tanto, a parasitarle.
  • El parásito no se contagia por fluidos (saliva, sangre, orina, heces....). Es necesario que, tanto en perros como en personas, haya la picadura del flebótomo.

Ese es el motivo de que la época en que hay que prestar especial cuidado sea entre verano y otoño, y que sea mucho más habitual en la franja mediterránea que en el norte de España.

De todas formas, con el cambio climático se está empezando a encontrar el mosquito también fuera de estos periodos.

Los focos se dan cuando hay más mosquitos, en épocas de calor

Hay tres formas diferentes de la enfermedad, pero dos de ellas, más peligrosas, se concentran solo en África, India y Sudamérica. La más común en España es la leishmaniosis cutánea.

cómo AFECTA A LOS PERROS

Así como en un humano puede pasar incluso desapercibida, en los perros la cosa ya es más sería. Es una enfermedad tan extendida que afecta a cerca del 15% de los perros en la zona mediterránea.

Hay dos factores que lo explican -aclara la veterinaria Montserrat Manchon, de la clínica Sant Francesc de Barcelona-. El sistema inmunitario del perro es menos efectivo ante el parásito. Y en segundo lugar, el mosquito tiende a picar mucho más a los perros antes que a los humanos”.

El mosquito prefiere picar a los perros antes que a los gatos o las personas

El mosquito de la leishmaniosis también prefiere al perro antes que otros animales, como los gatos, por eso no es habitual que estas mascotas la contraigan.

SÍNTOMAS DE LA LEISHMANIOSIS CANINA

Hay unos primeros síntomas evidentes que pueden alertarnos y que nos permitirán ir al veterinario para frenar cuanto antes la enfermedad:

  • Inflamación de la piel y úlceras sobre todo en la cabeza y patas.
  • Pérdida de apetito.
  • Inflamación de los ojos.
  • Pérdida de pelo anormal en la zona de la cabeza.
  • Heridas que no cicatrizan.
  • Crecimiento exagerado de las uñas.

Si no se detecta a tiempo, se complica con atrofia muscular, cansancio y debilidad. Al animal se le ve aspecto triste y envejecido. Pierde peso, sangra por la nariz o cojea, entre otros síntomas.

A través de las venas, el parásito se cuela en todos los tejidos del animal y puede llegar a invadir sus órganos vitales, provocando enfermedades crónicas o incluso la muerte.

HAY VACUNA Y TRATAMIENTO

El perro infectado lo es de por vida, ya que no hay cura. Sí existen tratamientos paliativos que no eliminan el parasito, pero frenan su crecimiento y, por tanto, evitan que cause más daños de los que ya ha hecho.

Por tanto, la principal barrera ante esta enfermedad debe ser la prevención para evitar que el mosquito llegue a picarle.

El perro infectado ya lo está para siempre pero se puede detener el avance de la enfermedad

  • Collares protectores: hay collares con repelente que no son infalibles, pero se calcula que tienen una eficacia del 86%. También hay spray o pipetas con líquidos repelentes.
  • Las vacunas.Hubo una primera hace unos años, que se debe administrar tres veces cada año, pero era cara y se habían descrito bastantes efectos secundarios -explica Manchón-. Hace un par de años apareció otra vacuna, más económica y sin contraindicaciones."

De todas formas, la veterinaria apunta que ninguna de las dos es infalible. “No hay que confiarse y dejar de utilizar las prevenciones antimosquitos habituales”, añade.

Y recuerda que, aunque tu mascota tenga la leishmaniosis, si se está tratando, no hay riesgo de que un mosquito le pique y pueda seguir trasmitiendo la enfermedad. El parásito está tan debilitado que no se contagia.

¿CÓMO SE TRATA esta infección?

Hemos visto que no hay un tratamiento concreto. En las personas es benigna en la mayoría de casos, puesto que nuestras defensas se encargan de protegernos y eliminarla.

Únicamente las personas con el sistema inmunitario débil, afectadas de una enfermedad, pueden sufrir complicaciones. Pero incluso así, controladas y tratadas a tiempo se recuperan sin problemas.

  • La reacción más habitual es la aparición de lesiones en la piel, que se curan incluso sin necesidad de tratamiento, aunque dejan cicatrices. Suelen aparecer entre dos y cuatro semanas después de la picadura.
  • Hay un tipo de leishmaniosis visceral, que afecta a los órganos internos del animal, más peligrosa.

MÉTODOS DE PREVENCIÓN

Dado que lo contagia un mosquito, protegernos de ellos es también la principal forma de prevención tanto para nosotros como para nuestro perro. En general, toma algunas medidas como:

  • Evita las zonas de aguas estancadas, sobre todo al atardecer.
  • Utiliza ropa de manga larga que cubra la piel y repelentes en zonas susceptibles a la presencia de mosquitos.
  • Colocar aparatos antimosquitos. Los de ultrasonidos no repelen la variedad de mosquito que contagia la enfermedad, el flebótomo.
  • Utilizar mosquiteras en las ventanas y evitar la acumulación de basura sin tapar.