Las mujeres con apnea del sueño tienen más dolor articular en la menopausia

La apnea obstructiva del sueño tiene una alta incidencia en la menopausia pero pasa mucho más desapercibida que en los hombres porque no suele provocar fuertes ronquidos. Un estudio sugiere que las mujeres con apnea también sufren más dolores articulares.

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Las mujeres que sufren apnea del sueño tienen más dolores articulares en la menopausia
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Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

El descenso de estrógenos que provoca la transición a la menopausia está asociado a varios problemas de salud en la mujer. Los más conocidos son los sofocos, la sequedad vaginal, el aumento de peso o un mayor riesgo de osteoporosis y enfermedades cardiovasculares.

Pero hay otros menos conocidos y que pasan más desapercibidos como la apnea del sueño, una afección que puede tener importantes repercusiones en la salud de la mujer, y más en esta época de la vida en la que ya de por sí aumenta el riesgo cardiovascular.

Ahora, un estudio publicado por la Sociedad Norteamericana de Menopausia ha descubierto una pista que puede ayudar a sospechar de este trastorno: los dolores articulares, otro síntoma habitual en la menopausia.

apnea y menopausia

La incidencia de apnea del sueño aumenta a medida que las mujeres pasan por la menopausia, con una prevalencia 4,5 veces mayor en mujeres posmenopáusicas que en mujeres premenopáusicas.

En la apnea, la respiración se interrumpe durante el sueño. Se asocia a fuertes ronquidos que suelen estar interrumpidos por períodos de silencio (entre 10 segundos y un minuto). Pero este patrón es más típico del hombre. Habitualmente, las mujeres roncan menos y tienen menos episodios durante los cuales la persona con la que duermen advierte que no respira.

Sin embargo, su sueño no es reparador y durante el día sufren más somnolencia, fatiga, dolores de cabeza y cambios de humor; unos síntomas que son más propios de las mujeres con apnea del sueño que de los hombres. Al margen de la fatiga diurna, la apnea también provoca cambios en la presión sanguínea, lo que puede tener consecuencias fatales en la salud.

la relación entre la apnea y los sofocos

Todos los esfuerzos por disminuir los factores que contribuyen a la apnea del sueño son pocos, señala la Sociedad Norteamericana de Menopausia.

  • Este trastorno respiratorio se asocia con un aumento significativo de la enfermedad cardíaca, la hipertensión, el ictus, la depresión y la muerte prematura.

El problema es que, como decíamos, la sintomatología (los ronquidos y las paradas respiratorias) no es tan alarmante, con lo que pasa más desapercibido y se diagnostica menos.

Estudios anteriores sugerían que una señal de alerta de apnea en mujeres menopáusicas eran los sofocos. Cuanto más intensos eran, mayor era la incidencia de apnea.

Las mujeres con sobrepeso también tienen más riesgo porque la grasa obstruye las vías respiratorias, pero poco más se sabe. La relación entre la apnea del sueño y otros síntomas comunes en mujeres de mediana edad y mayores aún no se comprende por completo.

Apnea y dolor articular

El estudio al que nos referimos sugiere que existe una asociación clara entre la apnea del sueño y el dolor articular propio de esta etapa de la vida. Los investigadores comprobaron que cuanto mayor era la dificultad respiratoria, más aumentaba la intensidad del dolor articular.

La explicación de esta conexión se encuentra en el descenso de estrógenos:

  • Los tejidos articulares tienen receptores de estrógeno, y el estrógeno desempeña un papel en el mantenimiento de los tejidos articulares como cartílagos, ligamentos y músculos. Por eso las mujeres son más propensas a experimentar dolor en las articulaciones después de la menopausia. De hecho, estudios realizados en animales han demostrado el efecto beneficioso del estrógeno.
  • El aumento de la incidencia de la apnea obstructiva del sueño en la menopausia no solo está relacionada con el aumento de peso. El descenso de los niveles de estradiol afectaría de forma negativa a la permeabilidad de las vías respiratorias superiores en las mujeres, lo que favorecería este trastorno respiratorio.

La importancia de detectar la apnea

Los investigadores recomiendan que todas las mujeres menopáusicas que tengan síntomas de dolor articular, que no son pocas, se realicen también exámenes detallados de trastornos respiratorios del sueño para descartar apneas.

Como señalábamos anteriormente, la apnea en la mujer no provoca síntomas tan evidentes como los fuertes ronquidos. Son señales más vagas como el insomnio, la fatiga y los dolores de cabeza matutinos, que podrían estar provocados por apneas nocturnas.

Actualmente, la apnea obstructiva del sueño se detecta mediante una poligrafía respiratoria (se realiza con un equipo portátil en el domicilio) o una polisomnografía hospitalaria, pero en un futuro no muy lejano podría detectarse mediante un simple análisis de sangre.