Las infecciones por bacterias son la segunda causa de muerte en el mundo, solo por detrás de ictus o infartos.
Nos rodean todos tipo de microbios que puede infectar nuestro cuerpo. Estos microorganismos puede ser virus, hongos, parásitos o protozoos (minúsculos seres vivos que no encajan ni con animales ni plantas).
Pero los microorganismos que se encuentran más extendidos en el mundo son las bacterias. Algunas son beneficiosas para nosotros y otras nos pueden provocar infecciones de todo tipo, desde leves hasta mortales.
Qué son las infecciones bacterianas
Las infecciones bacterianas son las provocadas por cualquier tipo de bacteria perjudicial para el hombre. En general, no es un problema que atemorice especialmente a la población.
Sin embargo, quizá te sorprenda saber que las infecciones bacterias son la segunda causa de muerte en el mundo, solo por detrás de los accidentes cardiovasculares (como ictus e infartos). Así lo refleja un estudio internacional publicado en la revista científica Lancet.
Se analizaron las 33 bacterias más habituales en infecciones. Pero la afectación es muy dispar. Hay cinco que por sí solas ya son responsables de la mitad de estas enfermedades letales. Y son significativas sobre todo tres:
- El estafilococo áureo: suele encontrarse en la piel y provoca infecciones cutáneas menores. Pero si llegan a la sangre y se instalan en los pulmones o el corazón sí pueden llegar a ser graves. “Es la principal causa de muerte bacteriana en 135 países”, recalca el estudio.
- E. coli: la Escherichia coli es benigna en la mayoría de sus cepas y está muy presente en el intestino. Sin embargo, algunas variantes son una de las principales causas de intoxicaciones alimentarias graves.
- Neumococo (Streptococcus pneumoniae): afecta sobre todo a niños, y tiene una versión leve, que causa otitis y sinusitis, y una grave, que provoca meningitis o neumonía.
Signos y síntomas de una infección bacteriana
Sin conocimientos médicos, es difícil que podamos confirmar si estamos ante una infección bacteriana o de otro tipo. “En el caso de las infecciones respiratorias (catarros, amigdalitis, bronquitis) la gran mayoría de ellas tienen un origen vírico”, nos puntualiza el doctor Rodrigo Santos Santamarta, del grupo de trabajo de enfermedades infecciosas de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
“El color de la mucosidad, verde o amarilla, no indica si es una infección más o menos grave ni si es o no bacteriana”
El médico, mediante la exploración física y con una serie de preguntas, podrá sospechar. “En el caso de las faringoamigdalitis, criterios como fiebre de más de 38 grados, ausencia de tos y presencia de exudado o hipertrofia amigdalar, pueden hacer sospechar de presencia de la bacteria streptococo”, ejemplifica el doctor Santos.
La auscultación de los pulmones para escuchar ruidos respiratorios o radiografías y analíticas, si el médico lo considera oportuno, acabarán de confirmar el tipo de infección.
“En contra de la creencia clásica popular, el color de la mucosidad (blanco, amarillo, verde) en general no es criterio de mayor o menor gravedad ni probabilidad de enfermedad bacteriana”, añade.
Diferencia entre infección bacteriana y vírica
La infección vírica es por un virus, un microorganismo más simple que las bacterias. La pandemia de la covid ha hecho que de alguna manera sintamos el peligro de los virus como algo mucho más presente y también más peligroso. Cuando, como hemos visto, las bacterias causan más muertes.
Cuándo ir al médico por una infección bacteriana:
- Fiebre elevada y prolongada más de 10 días: una infección vírica por lo general dura 7-14 días, con una mejoría progresiva tras unos primeros días de encontrarse peor. Si se alarga es probable que sea bacteriana.
- Tos y fiebre acompañada de dolor lateral al inspirar profundo (no el típico dolor en el pecho al toser) que no mejora tras varios días tomando los analgésicos habituales (paracetamol o ibuprofeno).
- En caso de dolor de garganta con fiebre alta y con exudado blanco en las amígdalas (no las típicas úlceras o vesículas que siguieren en general origen vírico).
Cómo se tratan las infecciones bacterianas
“Si el médico ha confirmado que nos encontramos ante una infección bacteriana lo ideal es iniciar un tratamiento con antibiótico, porque por un lado se reduce el tiempo de duración de la enfermedad, y por otro se disminuye la probabilidad de complicaciones”, nos explica el doctor Santos.
El antibiótico sólo es eficaz en infecciones bacterianas. “Ni acorta ni ayuda a curar una infección vírica”, insiste.
Otra gran método de tratar la infección bacteriana es prevenirla impidiendo la entrada de bacterias. Nuestra piel, que es la primera barrera protectora, nos ayuda. Dos ideas básicas:
- Lavado de manos.
- Limpieza bien de alimentos y superficies al cocinar.
El estudio internacional sobre las bacterias pone en evidencia las diferencias entre países ricos y pobres. Mientras en el África subsahariana hay 230 muertes por bacterias por cada cien mil habitantes, en los países desarrollados baja a 52 muertes. Y esa diferencia está en las medidas higiénicas y la capacidad del sistema sanitario.
Cuánto dura una infección bacteriana
En general se está optando por utilizar tratamientos antibióticos el menor tiempo posible, ya que “se ha demostrado que una antibioterapia de más tiempo del necesario no aumenta las tasas de curación”, apunta el doctor Santos.
Un uso prolongado de los antibióticos aumenta el importante problema de resistencia antibiótica de las bacterias al que nos estamos enfrentando en la actualidad. “Sin olvidar que los antibióticos son fármacos que tienen efectos secundarios”, añade.
Por ejemplo en la actualidad para tratar una neumonía bacteriana en paciente sano se opta por la pauta de 5 días en vez de la típica de 7 a 10 días.