Sensación de hinchazón, estreñimiento, gases, flatulencias, incluso dolor de cabeza y dificultad para conciliar el sueño. ¿Te suenan estos síntomas? Seguro que sí. Son muchas las personas que sufren molestias digestivas, sobre todo en estas fechas en las que las comidas copiosas y los excesos son una constante.
Pero, ¿sabías que hay especias que hacen más digestivo un guiso o que respirar bien facilita el trabajo del estómago? Te desvelamos una serie de consejos para hagas tus digestiones más fáciles.
Soluciones para aliviar tus digestiones
Los especialistas repiten que para evitar los problemas estomacales basta con llevar una dieta sana y equilibrada que sea rica en vegetales, fibra y alimentos con prebióticos; y pobre en grasas saturadas, azúcar, bollería y precocinados.
Seguramente durante la semana tu alimentación cumple esas normas, pero ¿quién puede durante el fin de semana escapar de alguna comilona?
Comer en exceso provoca trastornos gastrointestinales
Además, las molestias digestivas suelen aumentar con la edad, debido a que disminuye la secreción gástrica, cosa que también sucede en el caso de enfermedad crónica o si tomas antibióticos. Ante esas situaciones, todavía hay que ir con más cuidado, lo cual no quiere decir que tengas que amargarte con la comida, sino saber qué elegir y cuándo y cómo tomarlo.
Los mejores aliados para evitar molestias
Las carnes grasas, los ahumados y mariscos, los condimentos, las bebidas carbonatadas, el alcohol... contribuyen estos días a que tus digestiones sean más pesadas. Sin embargo, hay otros alimentos que pueden ayudarte a 'contrarrestar' sus efectos.
Te conviene tomar:
- Agua, al levantarte y entre horas. Te alivia por una razón bien sencilla: si lo primero que haces es beber un par de vasos de agua templada por la mañana, favoreces el vaciado intestinal. Toma agua (mejor tibia) también durante el día para favorecer la eliminación de líquidos.
- Los cereales... mejor integrales. Sustituye el pan blanco durante unos días (si es posible, también la harina blanca) por su versión integral. Comprobarás cómo mejora tu tránsito intestinal, te sentirás más ligera y, posiblemente, decidas “pasarte a él”. Y recuerda que no todo el pan integral lo es verdaderamente. Pregunta cómo y de qué está hecho.
Tomar suficiente agua, yogures y cereales integrales te ayudan a cuidar tu aparato digestivo
- Lácteos fermentados. Con sus organismos vivos contribuyen a normalizar algunas funciones del aparato digestivo. Nos referimos a los yogures que contienen lactobacilos o a los prebióticos como el bífidus o el L. casei, pero también al kéfir o al requesón.
- Boldo, entre horas. Las infusiones de esta planta son estupendas para el buen funcionamiento del hígado y el páncreas. Y es que el boldo estimula la producción de bilis desde la vesícula, favoreciendo así la digestión, y tiene un efecto diurético.
Alimentos que miman tu estómago
Y como estos días señalados será difícil evitar alimentos que dificulten la digestión, puedes optar por incluir en tus menús festivos otros que la beneficien. Toma nota:
- Alcachofa: es un gran depurativo natural, y todo gracias a sus sustancias activas que protegen y favorecen la función del hígado. Por un lado, aumenta la secreción de bilis, estimulando así la función desintoxicante de este órgano. Por eso la alcachofa, sobre todo hervida, contrarresta las digestiones pesadas producidas por comidas excesivamente grasas. También puedes beber su agua de cocción.
- Canela: añádela estos días a tus postres pues es la especia digestiva por excelencia. Sus aceites esenciales estimulan los jugos gástricos y la salivación, ahorrándole así trabajo al estómago. También combate las flatulencias y está demostrado que reduce el colesterol.
Si añades canela a tus postres los haces más digestivos
- Comino e hinojo: que no falten en tus platos. Es el mejor cóctel para combatir los molestos gases y la hinchazón abdominal. Facilita la evacuación y es un auténtico tónico estomacal que combina igual de bien con guisos de legumbres que con carnes o pescados blancos.
- Cúrcuma: inclúyela en tus salsas. Este condimento que da color y sabor al curry, es un gran aliado de tu estómago ya que combate la acidez. Además de preparar salsas para aderezar arroces, pescados o pollo, puedes usarla en polvo como sustitución de la pimienta.
Aderezar tus platos con comino, hinojo o cúrcuma ayuda a evitar gases y acidez
- Piña y papaya: ambas contienen enzimas muy beneficiosas. La piña es rica en bromelina, que actúa como sustitutivo de los jugos gástricos, mejora las digestiones y destruye la cubierta de quitina que protege a los parásitos intestinales, que son expulsados del organismo. Por su parte, la papaya aporta papaína que deshace las proteínas y puede suplir, parcialmente, la falta de jugos digestivos. Se toma como postre pero también te ayuda a digerir una comida copiosa si la incluyes en la ensalada.
5 Buenos hábitos para facilitar la digestión
Lo que comes es esencial, pero también lo es tu actitud ante la mesa. Y es que, si no masticas bien, ingieres los alimentos bajo un estado de tensión, llevas una vida muy sendentaria o respiras de forma incorrecta, tu aparato digestivo también se resentirá aunque evites las comidas copiosas o con demasiadas grasas.
1. Hablar poco... y masticar mucho
No te decimos que renuncies a una buena compañía y a una mejor conversación a la hora de comer, pero recuerda que los alimentos requieren una correcta masticación. Fíjate y observa si, cuando hablas, tienes tendencia a comer más deprisa o a no masticar como debieras e intenta corregirlo.
2. No muy caliente... pero tampoco muy frío
Las temperaturas extremas irritan la mucosa digestiva. Saca las bebidas de la nevera al menos media hora antes. Deja reposar las comidas calientes, las sopas o las infusiones el tiempo suficiente para que se templen.
3. Las emociones... afectan a la digestión
El proceso de digestión jamás será el adecuado si en el ambiente en el que transcurre la comida se respira tensión. Ese tipo de situaciones pueden hacer que comas rápido, sin masticar; por no hablar de los nervios que pueden concentrarse en el estómago provocándote dolor. Procura evadirte durante el tiempo que le dedicas a la comida y no dejes que nada te afecte.
4. La respiración... también cuenta
Cuando respiras bien el estómago recibe mayor cantidad de oxígeno, con lo que realiza mejor su función. La respiración ideal es la abdominal. Para practicarla inhala el aire por la nariz, imagina que tu estómago es un globo que se hincha y luego suelta el aire. Debes notar cómo se mueve tu abdomen.
5. Camina... 10 minutos
Hacerlo tras el almuerzo, como mínimo durante 10 minutos, ayuda a tener una mejor digestión y a combatir eficazmente el estreñimiento. Y es que además de estimular el paso de las heces, estar de pie contribuye a una mejor preparación del bolo fecal por la simple fuerza de la gravedad.
Y si sufres una indigestión...
La indigestión no suele ser un problema de salud serio. No obstante, debes vigilar si las molestias duran más de 2 días o se combinan con otros síntomas:
- Sientes dolores súbitos e intensos o notas la presencia de una masa palpable (bulto) en la zona abdominal.
- Presentas sudoración, ansiedad y dolores en el pecho o en la espalda.
- Aparece sangre en las heces o te das cuenta de que el color de tu piel o los ojos se ha vuelto amarillo (ictericia).
- Pierdes peso rápidamente y sin ninguna razón explicable.