Relajantes musculares: por qué no debes tomarlos a la ligera para aliviar contracturas

Los relajantes musculares son uno de los medicamentos más utilizados en caso de contractura porque alivian rápidamente del dolor pero en realidad no solucionan el problema, solo lo enmascaran, y además tienen efectos secundarios.

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iStock relajante muscular
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Los relajantes musculares no destensan el músculo, solo enmascaran el dolor.

Dr. Francisco Marin
Dr. Francisco Marín

Médico de Atención Primaria

Sira Robles
Sira Robles

Periodista especializada en salud

Las contracturas musculares pueden llegar a ser muy invalidantes y son muchas las personas que, cuando notan ese intenso dolor que agarrota la zona, recurren al botiquín y se toman un relajante muscular que les recetó alguna vez el médico.

"Saben que este fármaco les va a procurar un alivio rápido y eficaz, pero seguramente desconocen que el remedio no les va a resolver el problema, solo lo va a enmascarar,y que, por sus múltiples efectos secundarios, ni de lejos es la mejor elección para aliviar ese malestar", explica el Dr. Francisco Marín, médico de atención primaria.

Cómo actúan los relajantes musculares

Los relajantes musculares no actúan destensando el músculo contraído como pudiera pensarse, en realidad inciden sobre el cerebro o la médula espinal, es decir, sobre los nervios que controlan los músculos. Eso significa que afectan directamente al sistema nervioso, provocando una relajación general, no solo del tejido muscular contracturado.

 

Qué efectos secundarios pueden provocar los relajantes musculares

Hasta un 70% de quienes toman relajantes musculares refieren alguno de estos síntomas.

  • Sedación.
  • Mareos.
  • Somnolencia.
  • Vómitos.
  • Descoordinación de los brazos.
  • Confusión.
  • Pérdida de reflejos.
  • Visión borrosa.

¿Los relajantes musculares pueden provocar ronquidos?

Estos fármacos pueden provocar ronquidos al dormir porque,al tomarlos, todos los músculos se relajan. Los músculos localizados en el cuello se distienden provocando que el tamaño de las vías respiratorias se reduzca. Así, al respirar, el aire pasa con dificultad a través de estas vías, lo que hace que los tejidos blandos de la garganta "vibren" y eso se traduce en ronquidos.

Combinarlos con otros fármacos es peligroSO

La lista de interacciones entre los relajantes musculares y otros fármacos es extensa y, por ello, automedicarse con ellos sin supervisión médica supone un alto riesgo. En concreto, la combinación de un relajante muscular con un ansiolítico y un analgésico es especialmente peligrosa.

En general, no se recomiendan a personas mayores de 65 años o que trabajan con maquinaria (la sedación que inducen puede provocar caídas o accidentes), ni a personas con problemas cardiacos, enfermedades del hígado (hepatitis y otras) o glaucoma, ya que algunos de estos relajantes musculares pueden empeorar estas alteraciones. Consulta siempre con un médico.

cómo tomar bien los relajantes musculares

No son un simple analgésico, así que conviene tener en cuenta varios consejos.

  • Limita tu actividad mientras los tomes. Ya has visto que algunos de sus efectos secundarios son somnolencia, mareos y confusión, por eso se recomienda no conducir, reducir cualquier actividad física intensa...
  • Mejor tómalos justo antes de acostarte. Dependiendo del tipo de relajante pueden hacer efecto de forma rápida y durar de 6 a 8 horas.
  • Bebe a menudo en pequeños sorbos. A veces producen sensación subjetiva de boca seca (xerostomía). Otra opción es introducir en la boca trocitos de hielo y dejar que se fundan lentamente.
  • Evita el alcohol. Este posee un efecto depresor del sistema nervioso y del sistema respiratorio, por lo que, si se añaden a la propia acción de los relajantes, la suma se convierte en peligrosa.

Remedios naturales para aliviar contracturas

Si sufres una contractura muscular, prueba primero a tratar de solucionar el problema sin fármacos. El descanso combinado con un poco de actividad física, las terapias manuales (masajes, fisioterapia, osteopatía, calor local...) pueden ser suficientes para aliviar las molestias.

Las plantas medicinales no son inocuas (también debes consultar con el especialista si las ingieres), pero son una opción con menos efectos secundarios para tratar las contracturas:

  • Lavanda. Es uno de los relajantes musculares de origen natural más eficaces. Un baño caliente con unas gotas de su aceite esencial es de gran ayuda.
  • Valeriana. Tiene actividad relajante y antiespasmódica sobre la musculatura, por lo que también puede ayudar a tratar las contracturas. Tómala en infusión, 1-2 veces al día.
  • Harpagofito. Esta planta (tomada en forma de complemento) también proporciona alivio, por sus reconocidas virtudes analgésicas y antiinflamatorias.
  • Romero. Entre sus múltiples cualidades saludables, el romero es relajante, con lo que facilita que el músculo se destense. Dar un masaje en la zona afectada con su aceite esencial ayuda.

Si eso las opciones naturales no funcionan y el dolor es intenso, el médico puede recetarte un analgésico de forma puntual. Cuando aun así no revierte el dolor, se valora dar un antiinflamatorio no esteroideo. Y solo si esto tampoco alivia se recurre al relajante muscular (y siempre durante menos de una semana).