Ante un ataque de asma hay que mantener la calma, el nerviosismo dificulta aún más la respiración.
Si te han diagnosticado este trastorno, debes tener en cuenta que hay determinados factores que pueden provocar que el asma empeore o que aparezcan crisis asmáticas.
Pese a que puede convertirse en un momento angustiante, ante un ataque de asma lo principal es mantener la calma; ya que lo único que conseguirá el nerviosismo es dificultar mucho más la respiración.
Toda persona asmática debería llevar consigo siempre su medicación, dado que la crisis no entiende de lugares ni de momentos. Si se dispone de medicación, lo primero es inhalar los broncodilatadores para conseguir relajar los músculos y abrir las vías respiratorias, y que eso permita un mejor paso del aire.
Aplicar técnicas de respiración ayuda a expandir el tórax y a respirar mejor. Para llevarlas a cabo es importante relajarse y permanecer sentado cómodamente de manera que la caja torácica pueda abrirse bien.
Tanto si no se dispone de ella como en caso de que no haya sido efectiva, conviene llamar a Emergencias (al 112) y solicitar ayuda. El afectado debe permanecer en un lugar ventilado, libre de humos y sentado con el cuerpo ligeramente inclinado hacia delante. Si alguna de las prendas que lleva le aprietan, hay que quitarla. No conviene tomar medicación que no haya sido recetada, porque los síntomas pueden empeorar.
Dicho esto, conviene conocer todas aquellas situaciones que pueden provocar un ataque de asma. Son las siguientes: