En España un millón y medio de personas padecen migraña crónica, es decir, que más de 15 días al mes sufren un dolor de cabeza intenso y altamente incapacitante que afecta a su calidad de vida, lo que implica desde no poder ir a trabajar o hacer las actividades cotidianas hasta tener que acudir a menudo a Urgencias.
Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), más del 70% de los pacientes de migraña presentan una discapacidad grave, y un 14%, moderada. Muchos de ellos han ido cambiando de fármacos sin encontrar un alivio efectivo.
- El tratamiento con toxina botulínica, más conocida como bótox, abre una puerta de esperanza para todas estas personas por sus altos índices de éxito.
La mitad de migrañas después de un año
Un reciente estudio presentado por la SEN, en el que han colaborado 13 Unidades de Cefalea de hospitales de toda España, confirma que el bótox es uno de los tratamientos para la migraña crónica con mayor evidencia científica sobre su efectividad.
La investigación, en la que han participado casi 1.000 personas, ha analizado durante 12 meses datos sobre los días de dolor de cabeza, su intensidad, la medicación complementaria administrada, el número de visitas a Urgencias y los días de discapacidad que experimentaron los pacientes que siguieron el tratamiento con bótox.
Dos de cada tres pacientes responden bien al tratamiento en los 3 primeros meses
Y los resultados demuestran el alto porcentaje de éxito:
- Más del 66% de los pacientes respondieron positivamente al tratamiento en los 3 primeros meses.
- Tras un año de tratamiento, casi el 80% de las personas con migraña crónica vieron reducido más del 50% el número de dolores de cabeza que sufren al mes.
- En todos los casos, además, disminuyó su intensidad así como la necesidad de utilizar medicación y tratamientos complementarios.
en qué consiste el tratamiento con bótox
De manera similar a como se utiliza en medicina estética, en el tratamiento contra la migraña crónica la toxina botulínica también es inyectada de modo subcutáneo o intramuscular poco profundo con una pequeña aguja, en este caso en unos puntos concretos de la cabeza.
La toxina botulínica se infiltra con una pequeña aguja en 31 puntos de la cabeza
"Normalmente se efectúan pinchazos en 31 puntos, aunque en algunos casos se pueden ampliar, y están localizados sobre todo en la frente, las sienes, las zonas retroauricular y occipital y también en el trapecio, el músculo que va del cuello al hombro", explica a Saber Vivir la doctora Sonia Santos, vocal del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología.
El tratamiento, que se aprobó en el año 2012, lo tiene que realizar un neurólogo.
- Las infiltraciones se hacen generalmente cada 3 meses.
- En algunos pacientes se puede utilizar el bótox como único tratamientoy en otros es necesario seguir manteniendo otro tipo de fármacos o tratamiento preventivo.
- No existe un límite del número de infiltraciones que se pueden realizar o del tiempo que puede durar el tratamiento.
"De hecho, se trata de un tratamiento a largo plazo, que puede durar 5 años. Los casos que a partir del segundo año dejan de responder al tratamiento son excepcionales, ya que el efecto se mantiene en el tiempo. Y ninguno de los pacientes dejó de responder entre los 3 y 5 años de tratamiento", afirma la doctora Santos.
Para quién está indicado
El tratamiento con bótox suele ir dirigido a pacientes de migraña crónica con las siguientes características:
- Sufren cefaleas más de 15 días al mes.
- De estas cefaleas, al menos el 50% de los días son crisis migrañosas.
- Y llevan un mínimo de 3 meses padeciendo este cuadro.
"Es decir, que al menos 2-3 veces por semana tienen migraña y el resto de días pueden tener dolor de cabeza, aunque no migraña", puntualiza la doctora Santos.
Por otro lado, normalmente se recurre a este tratamiento cuando la persona ya ha probado 2-3 tratamientos preventivos y estos han fracasado.
Los pacientes sufren 2-3 veces por semana migraña y el resto de días dolor de cabeza
"A veces nos llegan pacientes que han probado hasta siete fármacos diferentes. Pero además de los pacientes que no han respondido a estos tratamientos, también hay personas que no toleran bien los fármacos orales o que en su caso están contraindicados por otras causas", explica la especialista de la SEN.
iniciar el tratamiento pronto
El estudio ha demostrado que las posibilidades de que el bótox sea eficaz aumentan cuanto menos tiempo pasa entre el momento en que se cronifica la migraña y el inicio del tratamiento.
Una de cada 4 personas con migraña no ha acudido al médico
"Para ello es muy importante que en todos los casos el especialista revise la evolución de la migraña con los fármacos y, si no funcionan, que se inicie cuanto antes el tratamiento con bótox, o sea, que no se deje pasar el tiempo", destaca la doctora Santos.
Por eso, también es fundamental que las personas que sufren migraña acudan cuanto antes al médico. Se calcula que al menos un 25% de ellas nunca ha consultado su dolencia con el especialista.
Cuándo se sabe si no está funcionando
La doctora Santos nos cuenta que generalmente a partir de la tercera infiltración ya se puede ver si el tratamiento con bótox está funcionando o no. Para valorarlo, los especialistas siguen dos tipos de criterios:
- Criterios de respuesta objetivos: el número de cefaleas al mes.El paciente lleva un calendario y si el número de cefaleas se ha reducido al 50% en la tercera infiltración es positivo.
Los resultados se pueden notar desde la tercera vez que se infiltra
- Criterios de respuesta subjetivos: lo que explica el paciente sobre la intensidad del dolor, si se encuentra mejor, si afecta menos a su calidad de vida, si ahora con cefalea puede ir a trabajar y antes tenía que coger la baja, si ha tenido que ir menos a Urgencias porque tomando un analgésico oral ya ha mejorado...
Los efectos secundarios son mínimos
Pueden aparecer en las 24-72 horas siguientes a la infiltración. Pero, según el estudio de la SEN, solo un 12% de los pacientes presentaron efectos adversos después de la primera dosis y, de ellos, el 10% fueron leves.
Tras 12 meses de tratamiento, el 95% de los pacientes no sufrieron efectos. Según los expertos, esto sugiere que la exposición continua a la toxina botulínica mejora la tolerabilidad.
Solo el 12% de pacientes sufre alguna reacción tras la primera sesión
Los efectos secundarios más habituales son:
- Dolor de cabeza, ya que las infiltraciones se hacen en puntos muy sensibles.
- Efectos estéticos, derivados del hecho de relajar la musculatura de la frente, por ejemplo, asimetría de las cejas.
- Cierta debilidad en el cuello al infiltrar en el trapecio.
"Pero en todos los casos los efectos son transitorios y reversibles al cabo de unos días", aclara la doctora Santos.
En cuanto a las contraindicaciones, la especialista comenta que "como en la mayoría de los tratamientos y fármacos, no hay estudios sobre cómo puede afectar a las mujeres embarazadas. Al margen de este, no consta que haya otros casos en los que esté contraindicado este tratamiento".