El exfutbolista Diego Maradona, de 60 años, ha sido operado con éxito de un hematoma subdural. Se le detectó de forma casual durante las pruebas que le realizaron tras ingresar por un cuadro de anemia acompañado por un bajón anímico, según han informado fuentes médicas.
La Dra. María Alonso de Leciñana, neuróloga y Coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología, nos explica en qué consiste la afectación y cuándo está aconsejada la cirugía.
En qué consiste ESTE HEMATOMA
Un hematoma subdural es sencillamente un acúmulo de sangre que se produce en el espacio existente entre una de las envolturas del cerebro y el propio cerebro.
Por tanto, insiste la Dra. Alonso de Leciñana:
- "No es una hemorragia en el cerebro, no se trata de un ictus, es decir, no es un trastorno brusco de la circulación cerebral en el que se rompe un vaso sanguíneo del cerebro y como consecuencia de ello la sangre se derrama en el tejido cerebral y el cerebro deja de funcionar".
En el hematoma subdural, el sangrado se produce por la rotura de un vaso sanguíneo, generalmente un vaso venoso, que se halla como decíamos entre una de las envolturas del cerebro y la superficie cerebral.
- El cerebro se halla dentro del cráneo y, a su vez, está envuelto por las meninges.
- La duramadre es la capa meníngea más gruesa que está justo pegada al hueso.
- En el espacio que hay entre la duramadre y la superficie del cerebro es donde se produce la hemorragia en los hematomas subdurales.
LAS causaS DE un hematoma subdural
Un golpe en la cabeza es la causa más habitual de la rotura del vaso sanguíneo que provoca la hemorragia sudural. En el caso de Maradona, se apunta a su afición al boxeo como posible causa.
- Los síntomas pueden tardar en aparecer porque el sangrado se va produciendo poco a poco. No hay que olvidar que el origen es un vaso sanguíneo, no una arteria en cuyo caso la hemorragia sería mayor.
- De hecho, solo aparece sintomatología cuando el hematoma ha crecido lo suficiente como para empujar o comprimir el cerebro hacia dentro (hacia fuera no puede empujar porque lo frena el cráneo).
"Esa presión es la que provoca síntomas neurológicos diversos, pero no es el cerebro el que sufre de entrada como consecuencia del sangrado", matiza la neuróloga.
Cabe decir que los anticoagulantes aumentan el riesgo de sangrado en cualquier parte del cuerpo. Por tanto las personas que toman este tipo de fármacos tienen más riesgo de hematoma subdural si sufren un traumatismo.
Qué síntomas provoca
Los síntomas evolucionan a medida que crece el hematoma. Al principio la persona puede notar:
- Aturdimiento.
- Dolor de cabeza.
Poco a poco ese nivel de aturdimiento va progresando y en casos extremos se puede llegar al coma si no se detecta ni se trata el problema.
En el caso de que el hematoma esté muy localizado, los síntomas pueden variar en función de la zona del cerebro que comprima.
- "Si, por ejemplo, empuja la zona responsable del movimiento del brazo derecho puede aparecer una pérdida de fuerza en esta zona, pero estos síntomas se deben a una compresión del cerebro, no a un daño primario del cerebro como ocurriría en un ictus", matiza Coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la SEN.
Obviamente, si el golpe o traumatismo es muy grave, el sangrado es mayor y el hematoma que provoca también, con lo que los síntomas pueden aparecer de forma más rápida.
De todas maneras, "la brusquedad de los síntomas no es habitual en los hematomas subdurales, mientras que en el ictus hemorrágico sí", aclara la neuróloga.
Cuándo HAY QUE operaR EL HEMATOMA
Un hematoma subdural no se opera siempre. Dependerá del tamaño del hematoma y de los síntomas que provoca.
"En una persona muy mayor que se da un golpe y sufre un hematoma pequeño, no se operará porque una cirugía siempre implica un riesgo y al final ese hematoma se reabsorberá sin dar más problemas", explica la Dra. Alonso.
La cirugía del hematoma subdural no es compleja
La cirugía se aconseja cuando es un sangrado importante que produce mucha sintomatología.
- Se trata de una intervención relativamente simple ya que la sangre está por fuera del cerebro y lo comprime, pero no afecta al interior de este órgano.
- La intervención tiene por objetivo evacuar la sangre acumulada realizando un orificio en el cráneo a través del cual se aspira el hematoma.
Cómo es la recuperación
El postoperatorio es sencillo porque la operación también lo es.
Y las posibles secuelas que puedan quedar no se deberán tanto a la operación sino a la posible afectación que pueda haber en alguna zona del cerebro debido a la presión que haya recibido por el hematoma. Cuánto mayor sea y más tiempo dure ese presión, mayor riesgo habrá de daño neurológico.
Por ello es importante acudir al médico ante cualquier sospecha de daño neurológico tras un traumatismo.
- Si después de recibir un golpe en la cabeza el aturdimiento persiste o aparecen dolores de cabeza sin causa justificada conviene acudir al especialista.
- El hematoma subdural se detecta fácilmente con un escáner cerebral o TAC.