Qué puedes hacer (y qué debes evitar) para tener una boca y unos dientes sanos

Cepillarte los dientes y usar hilo dental no son los únicos buenos hábitos necesarios para tener unos dientes sanos. También podemos estar cometiendo errores en nuestra higiene bucodental que pueden perjudicarnos. Te explicamos qué hacer y qué no para cuidar tus dientes.

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Eva Mimbrero
Eva Mimbrero

Periodista especializada en salud

Hábitos para una boca y unos dientes sanos
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Para evitar problemas dentales, es importante realizar un correcto cepillado de dientes y evitar todo aquello que los perjudica. 

El 94% de los españoles de entre 30 y 50 años tiene caries, de acuerdo con el “Atlas de la Salud Bucodental en España. Una llamada a la acción. 2022”, del Consejo General de Dentistas. Una cifra que pone en evidencia que no cuidamos nuestros dientes tan bien como deberíamos. Y es que con cepillarlos 3 veces al día no es suficiente. Por ejemplo, ¿usas cada día el hilo dental?, ¿te cepillas correctamente todos los dientes?, ¿la dureza de tu cepillo es la adecuada?

La salud de la boca es algo a lo que no prestamos demasiada atención hasta que el problema ya existe. El deterioro de algún diente o una enfermedad de encías, cuando ya están avanzadas, suelen producir dolor o sangrado y es entonces cuando saltan todas las alarmas. Pero en ese momento ya puede ser tarde.

Errores que cometemos al cepillarnos los dientes

El buen cepillado de los dientes es la base para empezar a estar seguros de que tenemos unos buenos hábitos en lo que a salud bucal se refiere, pero no siempre lo hacemos bien. Fíjate en estos 7 errores que no hay que cometer al cepillarse los dientes:

  • Compartir el cepillo de dientes. Aunque pueda parecerte algo desagradable es más común de lo que se cree y obviamente es una práctica que hace que se transfieran bacterias.
  • Usar un cepillo de cerdas duras. El esmalte y la encía pueden sufrir si los filamentos tienen consistencia dura. Lo mejor es que las cerdas sean suaves o de consistencia media.
  • Olvidar lavar la lengua. Es un foco importante de bacterias, por lo que hay que cepillarla para que la higiene bucal sea completa y efectiva.
  • Utilizar bicarbonato u otros “remedios caseros” para blanquear los dientes, ya que pueden rayar el esmalte.
  • Mojar la pasta del cepillo antes de lavarte los dientes. Es un gesto casi inconsciente para la mayoría y lo que estamos haciendo es que el dentífrico pierda sus propiedades o que se elimine y no quede cantidad suficiente.

Hay que completar la higiene cepillando también la lengua

  • Usar flúor o colutorios específicos para determinadas patologías sin estar supervisados por el odontólogo.
  • No visitar al dentista al menos una vez al año. Lo recomendable es realizar 2 visitas anuales, una para realizar la revisión y otra para limpieza dental.

Cómo cepillarse bien los dientes

Este acto diario y "sencillo" tiene sus instrucciones de buen uso. El tiempo que le dedicamos a nuestra higiene dental, por ejemplo, sí importa: un buen cepillado dura, al menos, 2 minutos.

Además debes procurar que el ángulo y la presión sean los adecuados y a la hora de guardar el cepillo de dientes mejor no lo dejes dentro de un armario ni le pongas protector.

Para que el cepillado sea completo, la Fundación Dental Española recomienda dividir la boca en cuatro partes, dedicando al menos 30 segundos a cada una de ellas.

  • Ve desde la encía hacia el diente, con el cepillo un poco inclinado hacia la encía. Empieza por la cara externa, sigue por la de dentro y acaba con el borde de masticación.
  • Cuando hayas pasado por las cuatro partes, saca la lengua y pon el cepillo lo más atrás que puedas. Haz barridos de atrás hacia delante, con movimientos suaves pero firmes, unas cuatro o cinco veces.

Hay otros detalles, que te explicamos a continuación, que también debes tener en cuenta.

Cómo usar bien el hilo dental

Un cepillado completo elimina la mayor parte de los restos que quedan en los dientes, pero hay zonas a las que el cepillo es incapaz de llegar por lo que puede ser necesario usar hilo dental después del cepillado para lograr una buena higiene bucal.

El uso de seda dental está especialmente indicado para espacios entre dientes de mínimas dimensiones. En caso de separación importante, el hilo no es efectivo y hay que pasar al cepillo interproximal o interdental que, al contrario que la seda, dispone de diferentes tamaños según un código de colores que permite elegir el más adecuado al tamaño de los dientes sin dañarlos.

Tanto unos como otros deben ser utilizados de forma suave, sin empujar la encía ni rozarla bruscamente ya que pueden dañarla y originar inflamación, sangrado e incluso enfermedades más importantes.

Cuándo usar una pasta de dientes especial

Cada boca tiene su problema particular y, por eso, hay infinidad de pastas de dientes con acciones específicas. Si no hay ninguna afección concreta, lo recomendable es utilizar una pasta de dientes con flúor, pues es esta sustancia la encargada de prevenir la caries.

Si sufres sensibilidad dental, las pastas de dientes blanqueadoras no se recomiendan, ya que pueden aumentarla. Lo ideal es que el odontólogo sea quien indique la pasta de dientes que a cada uno le conviene en la visita anual recomendada. Piensa que si utilizas algo que tus dientes no necesitan, en lugar de ayudar, puedes estar perjudicándolos.

¿Es recomendable usar enjuagues o los colutorios?

Siempre que el enjuague bucal sea complementario a la higiene dental diaria es recomendable, pero nunca debe utilizarse en sustitución del cepillado, es decir, se trata de un complemento. Lo ideal es que sea un odontólogo o un higienista dental quien elija el que te conviene (hay una amplia variedad de ellos) según tus necesidades.

Aunque, en líneas generales, no se recomiendan usar a diario (si el especialista no lo indica) y evitar aquellos cuya composición contenga alcohol o azúcares.

Hábitos saludables para tus dientes

Además de la higiene dental, tus hábitos de vida también afectan a la salud de tu boca. Fíjate:

  • Un estudio de la Universidad de Tufts (EE. UU.) ha visto que existe una relación directa entre la enfermedad periodontal y el estrés. Sugieren que el estrés promueve la inflamación de las encías y su sangrado. También causa bruxismo (rechinar de dientes) un gesto que desgasta el esmalte.
  • Por su composición, el alcohol degrada el esmalte dental y además posee azúcar, que facilita el desarrollo de caries. Por otro lado, el vino tinto contiene pigmentos que pueden manchar los dientes, por lo que no conviene abusar. Lo mismo ocurre con el café ( si se toma en exceso). En cuanto alimentos, obviamente el azúcar es el que hay que poner a raya para cuidar tanto los dientes como otros muchos aspectos de la salud.
  • La falta de ejercicio regular favorece el desarrollo de diabetes 2, una enfermedad que aumenta el riesgo de periodontitis porque la mayor proporción de azúcar en sangre facilita que las bacterias proliferen. Hacer algo de deporte ayuda (incluso cuando ya se padece la enfermedad) a controlar la glucosa y evitar daños orales.

Morderse las uñas o un nivel de estrés mantenido perjudican a tus dientes

  • Evita el tabaco. Investigadores de la Universidad de Sevilla han demostrado que existe una correlación entre el hábito de fumar y un tipo de periodontitis, llamada apical, que afecta a la raíz del diente.
  • Procura no realizar cenas demasiado especiadas o abundantes que favorezcan el reflujo gástrico.
  • Masca chicle con xilitol. En caso de no poder lavarte los dientes, esta sustancia ejerce un efecto “fregona” de limpieza.
  • No te muerdas las uñas. Por su dureza, al hacerlo se puede lastimar la superficie del diente, resquebrajando su esmalte. Además, bajo las uñas viven bacterias y, al morderlas, pueden pasar al diente y provocar caries.