La escoliosis es como se denomina la desviación lateral de la columna. Consiste en que la columna hace una curvatura, en la mayoría de casos sin motivo aparente.
Se produce principalmente durante el periodo de crecimiento, en la infancia y pubertad. La mayoría de las veces la escoliosis suele ser benigna y de hecho hay casos que pasa desapercibida.
POR QUÉ SE PRODUCE LA ESCOLIOSIS
En la mayoría de casos infantiles se habla de la llamada escoliosis idiopática, que no se sabe por qué pasa. Pero en ciertos casos los motivos por los que ocurre una desviación también pueden ser:
- Consecuencias de una parálisis cerebral infantil o una distrofia muscular.
- Un problema de nacimiento que afectan a la formación de las vértebras de la columna.
- Una infección o una lesión de la columna por accidente.
Los estudios indican que podría haber una predisposición familiar. Sin embargo, no se ha encontrado ningún gen al que achacarle el problema. Y las estadísticas tampoco indican que haya más casos entre niños con padres que la padecen.
También se ha constatado estadísticamente que es algo más habitual en las niñas.
CÓMO SE PUEDE DETECTAR
Normalmente la desviación de columna no produce dolor, por lo que no es fácil de detectar. De hecho, si duele, el médico tendrá que descartar otros trastornos.
La manera más usual como se descubre la desviación es mediante uno de los controles rutinarios del pediatra o en la escuela.
No suele causar dolor en los niños y hay detalles para detectarlo a simple vista
La familia puede fijarse en varios aspectos delatores:
- Un hombro más subido que el otro.
- Un omóplato más prominente que el otro.
- La cintura algo ladeada o una cadera más alta.
El especialista acaba de hacer el diagnóstico con dos exploraciones. Primero una manual, donde básicamente se inspecciona la aparición de asimetrías, gibas o chepas.
La prueba concluyente será la radiografía que permite comprobar el alcance total de la desviación de la columna vertebral. Se hace una de perfil y otra de frente.
QUÉ SE PUEDE HACER PARA EVITARLA
“La realidad es que tampoco hay nada que se pueda hacer para evitar su aparición”, dice el doctor Pedro Doménech, traumatólogo del hospital La Fe de Valencia.
Además, el médico aclara que pese a numerosas falsas ideas, no está causada por sentarse mal, ni por una mala postura o un mal hábito del niño o del adolescente. Por mucho que un niño se siente hecho un ocho, no se le va a desviar la columna.
Las malas posturas o las mochilas pesadas no provocan escoliosis
- Otro debate habitual es el peso de las mochilas que llevan al colegio. La recomendación es que no supere el 10% del peso del niño. Es decir, si pesa 30 kilos no puede llevar más de 3 en su mochila. Pero esto es una norma postural general. No se ha demostrado que usar mochilas produzca desviaciones permanentes como la escoliosis.
mayor desviación al crecer
En algunos casos, la escoliosis puede aumentar durante el crecimiento, y por eso es conveniente observarla periódicamente por el especialista.
La etapa más crítica es justo antes de la adolescencia, a los once 11 las niñas y sobre los 13 los niños. En algunos casos, puede incrementarse el grado de desvío hasta 30º en un mes.
Puede aumentar en pocos meses pero cuando el crecimiento termina ya es fija
Cuando el crecimiento termina, la desviación se mantiene fija para el resto de la vida. La mayoría de las veces es una desviación pequeña, apenas apreciable a simple vista.
Ni la natación, ni la gimnasia, ni la fisioterapia influyen para nada en la evolución de la escoliosis. No impiden que siga avanzando, y mucho menos enderezar la columna.
QUÉ TRATAMIENTO TIENE LA ESCOLIOSIS
“El tratamiento va a depender de lo amplia que sea la curva de la columna y del tiempo que le quede de crecimiento al niño”, explica el doctor Doménech.
- En los casos más serios se usa un corsé ortopédico, que puede evitar que la desviación aumente, pero normalmente no corrige la que ya se ha producido. Es un sistema no exento de polémica, puesto que aunque en Europa está muy extendido, en Estados Unidos hay especialistas que no ven evidencias claras de su beneficio.
El doctor Doménech asegura que los últimos estudios avalan su eficacia en el 80% de los casos. La principal duda es el tipo de corsé. Hay algunos de uso permanente y otros solo unas horas. “En esto todavía hay debate sobre cuál es el mejor”, aclara el traumatólogo.
El corsé puede frenar la curvatura, pero no corrige la que ya existe
En los casos especialmente graves (por fortuna son muy raros y poco frecuentes), es preciso operar. La alteración de la columna podría llegar a poner en peligro el buen funcionamiento de los pulmones y el corazón.
EL DEBATE DE LA EDUCACIÓN POSTURAL
Hay otro tipo de tratamientos que han abierto un encendido debate sobre su utilidad real. Se trata de de la natación, la estimulación eléctrica, la fisioterapia o la reeducación postural.
“No dañan pero no hay ni un solo estudio científico que avale que sirvan para la corrección de la escoliosis”, explica el doctor Doménech.
No hay ningún estudio científico que ratifique los éxitos de la reeducación postural
La visión de la doctora Montserrat Palacín, que no es traumatóloga pero está especializada en Reeducación Postural Global es más positiva en este sentido. Asegura que los ejercicios posturales que practica han permitido incluso corregir varios casos.
“Los traumatólogos dicen que no se conocen las causa, pero yo he tratado casos en los que he podido diagnosticar el origen de la escoliosis. En un caso era una luxación del codo, en otro era un estrabismo, en otro era porque el paciente tocaba el violín... Los he tratado y los he corregido”, afirma rotunda la doctora Palacín.
Sea como sea, sí es cierto que una adecuada tonificación muscular y una postura apropiada son aconsejables, en general para mantener un buen estado físico y más aún cuando ya existe un problema de columna.