La hipertensión es la primera causa de muerte en el primer mundo. De ahí la importancia de tratarla adecuadamente para mantenerla bajo control.
Los tratamientos farmacológicos y los hábitos de vida son los dos pilares para reducir unos niveles de presión arterial por encima de lo saludable. Pero, aún siguiéndolos, en ocasiones la tensión resulta muy difícil de controlar y aparece lo que los médicos llaman hipertensión resistente.
Qué es exactamente la hipertensión resistente
Se considera que un paciente tiene hipertensión resistente cuando:
- Está siendo tratado con al menos 3 fármacos antihipertensivos, entre ellos un diurético, en las dosis máximas toleradas.
- Lo habitual es que el diurético se acompañe de un IECA o un ARA II (bloquean el sistema renina-angiotensina, un mecanismo que tiene el organismo para regular la presión arterial) y un bloqueante del canal del calcio (relajan los vasos sanguíneos al reducir el calcio que entra en las células). Este es, según las guías médicas, el trío farmacológico que mejor funciona.
- Sin embargo, aún tomando estos tres fármacos, los niveles de presión arterial del paciente están en 140/90 mmHg o por encima, cuando lo ideal es 120/80 mm Hg.
Afortunadamente, este tipo de hipertensión afecta a menos del 10% de los hipertensos que están bajo tratamiento farmacológico, pero reviste mucha gravedad porque es la que tiene más riesgo cardiovascular y renal. Y es que, en estos casos, la vida del paciente está en juego.
Dada su relevancia y gravedad, un equipo de investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y del Hospital Universitario 12 de Octubre dirigidos por el Dr. Luis Miguel Ruilope y la Dra. Gema Ruiz-Hurtado han realizado una revisión de las diferentes variantes de hipertensión resistente que pueden presentarse y cómo abordarlas.
¿Cómo saber si tienes hipertensión resistente?
Ya hemos dicho que la hipertensión resistente es aquella que no consigue controlarse tomando el trío más habitual de fármacos para la tensión: diurético, IECA o ARA II y antagonista del calcio.
Si eres hipertenso y te medicas
Si estás tomando estos tres fármacos, te mides la tensión regularmente en casa o en la farmacia y de pronto observas que llevas una semana con los valores altos, debes acudir al médico porque podrías haber desarrollado hipertensión resistente.
En estos casos, explica a Saber Vivir el Dr. Ruilope:
- Conviene hacer un mapa o registro de la presión arterial durante 24 horas mediante un aparato que debe llevar el paciente. Si esa presión está por encima de 130/80 mmHg durante las 24 horas del día a pesar de la medicación se trata de una hipertensión resistente.
- Si está por debajo, probablemente ese valor alto tiene un componente de "bata blanca", es decir, es debido a los nervios que se producen al tomarte la tensión, ya sea en el médico o en la farmacia.
Si de pronto tu presión arterial está alta
En el caso de que no estés diagnosticado de hipertensión pero te has realizado varias mediciones en la farmacia y lo valores son altos, también debes acudir al médico. De hecho, todos deberíamos medirnos la tensión dos o tres veces al año para detectar cualquier anomalía.
Si el médico diagnostica hipertensión, lo lógico es empezar por un fármaco e ir añadiendo hasta lograr la combinación perfecta. "En tres meses debe encontrarse la medicación ideal y el paciente debe tener la presión controlada, de lo contrario se trataría de una hipertensión resistente", aclara el Dr. Ruilope.
cómo se trata la hipertensión resistente
Cuando el paciente no consigue controlar la tensión a pesar de estar tomando al dosis máxima tolerada del trío de fármacos que decíamos anteriormente, debe optarse por las siguientes opciones terapéuticas, tal y como aconseja el Dr. Ruilope:
- Se introduce un cuarto fármaco. La recomendación es que sea la espironolactona (un antagonista del receptor de androsterona). Un 50% de los pacientes responden bien a este tratamiento.
- En el caso de que no se consiga controlar la tensión, se puede añadir un fármaco de la familia de los betabloqueantes como el bisoprolol, seguido de un fámaco alfabloqueante, como la doxazosina, o incluso una combinación de ambos junto con la clonidina para los casos de más difícil control de la presión arterial.
Tipos de hipertensión resistente
El procedimiento o tratamiento anterior es el que debería seguirse en función de la evolución que presenta el enfermo. Y en función de esa evolución, el tipo -o fenotipo- de hipertensión resistente que puedes sufrir es uno u otro:
Hipertensión resistente controlada
- Sería la que presentan aquellos pacientes que logran controlar su tensión tomando cuatro fármacos antihipertensivos.
Hipertensión resistente refractaria
- La sufren aquellos enfermos cuyos valores están incontrolados a pesar de estar tomando 5 fármacos, incluyendo la clortalidona y la espironolactona.
Hipertensión resistente enmascarada no controlada o MUCH
Se le lama MUCH por sus siglas en inglés (masked uncontrolled hypertension).
- Corresponde a aquellos pacientes que toman al menos 4 fármacos antihipertensivos, tienen unos valores de presión arterial adecuados cuando se les mide en la consulta médica, pero cuando se les hace un registro de 24 horas se observa que no está controlada.
Opciones en casos muy difíciles
El Dr. Ruilope asegura que en los casos de hipertensión enmascarada que resulta muy difícil de controlar, una opción a tener en cuenta al margen de los fármacos es la denervación renal.
- Esta técnica consiste en introducir un catéter en las arterias renales para desactivar la enervación del sistema nervioso simpático en dichas arterias, lo que consigue disminuir su actividad y por tanto baja la presión arterial.
- La denervación renal ha demostrado que es un éxito en un 40% de los casos de hipertensión resistente enmascarada.
En el caso de la hipertensión resistente refractaria, el Dr. Ruilope asegura que la denervación renal también podría ser una opción, aunque faltan estudios que lo confirmen.
Los buenos hábitos no hay que descuidarlos
En el control de la hipertensión es muy importante seguir bien el tratamiento (son muchos los hipertensos que no se toman bien las pastillas) y llevar unos hábitos de vida saludables, que son fundamentalmente los siguientes:
- Reducir la ingesta de sal (no más de 4-6 g al día).
- Llevar una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras. El patrón de Dieta Mediterránea es el más adecuado.
- Evitar el alcohol y el tabaco.
- Hacer ejercicio aeróbico a diario, por ejemplo caminar a paso ligero.
- Combatir la obesidad.