Qué le pasa a tu cuerpo cuando dejas de fumar

Sí, se notan desde el día uno y sí, tu cuerpo recupera salud. Si te estás planteando dejar el tabaco aquí tienes algunos motivos que te pueden dar el "empujón" que te falta.

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Eva Carnero
Eva Carnero

Periodista

Un 30% de la población española todavía es fumadora –lo dice la última Encuesta Nacional de Salud– pero muchas de estas personas darían cualquier cosa por dejar de serlo.

  • La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) afirma que alrededor de 3.000 fumadores acuden cada año a la institución para intentar dejar el tabaco. Un 61% de ellos lo consiguen.

En Saber Vivir, además de felicitarte si eres parte de este 61%, también nos gustaría conseguir que ese porcentaje se incrementara, al mismo tiempo que el de la población fumadora fuera a la baja.

Que este dato lo aporte la AECC no es casualidad: fumar aumenta el riesgo de hasta 15 tipos de cáncer, según recoge un informe llevado a cabo por esta entidad.

El de pulmón es uno de los más frecuentes entre los fumadores (se calcula que el 82% de los casos se deben al tabaco). Pero, ¿sabías que si lo dejas este órgano es capaz de reparar los daños que provoca el tabaco en él?

  • Al dejar de fumar, las nuevas células nacen y crecen sanas, y algunas de ellas se encargan de regenerar el epitelio, que es una especie de capa que recubre el pulmón.

    Lo han comprobado científicos británicos en un estudio que publica Nature, y en el que apuntan, también, que las posibilidades de sufrir un cáncer de pulmón, a medida que se suman años sin fumar, se reducen cada vez más.

Y esta no es la única ventaja de decir adiós a los cigarrillos. Hemos hablado con el doctor Jesús Escobar, Jefe de la Unidad de Neumología del Hospital Ruber Internacional (Madrid) para que nos cuente cuáles son los principales efectos que tiene sobre el organismo dejar el tabaco.

1. SI NO FUMAS BAJA EL RIESGO CARDIOVASCULAR

"Hay dos cosas que funcionan de una forma similar en el sistema circulatorio y en el respiratorio, el endotelio y el epitelio", sostiene Escobar.

"El primero es la última capa de la parte interna de los vasos sanguíneos y el segundo recubre la superficie externa del cuerpo y de ciertos órganos internos. Ambas estructuras celulares se lesionan por la acción de la nicotina y de los tóxicos que se inhalan con el tabaco", explica el doctor.

  • La cuestión es, ¿qué ocurre cuando dejamos de suministrarle nicotina al organismo? Si comenzaste en la adolescencia y no lo has dejado hasta los cuarenta, hay daños en tu cuerpo que, según el doctor "son irreparables".

Es más relevante los años que llevas fumando que los cigarrillos al día

  • "Esto ocurre tantoen personas que han fumado durante mucho tiempo, como en aquellas que son especialmente sensibles a la nicotina”, apunta Escobar quien además recalca que “aunque damos mucha importancia al número de cigarrillos que fumamos, lo cierto es que no es lo más relevante, ya que uno solo al día ya es lesivo”.
  • Aunque “el hecho de dejar de fumar no va a hacer que desaparezca una enfermedad, como por ejemplo, una bronquitis crónica, lo que sí va a hacer es que se detenga su progresión. Lo cual, ya es importante”, sostiene el doctor.

La satisfacción de dejar de fumar ayuda a evitar las recaídas

  • Notarás estos beneficios a medida que transcurran las semanas. De hecho, “cuanto más tiempo se pasa sin fumar, más se va reduciendo el riesgo de desarrollar enfermedades como el cáncer de pulmón”, asevera Escobar. Ahora bien, “el riesgo de desarrollar un cáncer nunca va a ser el mismo en un ex fumador que en alguien que nunca ha fumado”, advierte.

2. Suben las defensas

Muchas personas se sienten "decepcionadas" cuando dejan de fumar, ya que tienen la sensación de que su salud en lugar de fortalecerse parece venirse abajo. Además, esta sensación la argumentan con una supuesta bajada de defensas.

  • Una teoría que el experto niega categóricamente. "Nada más lejos de la realidad. Mientras somos fumadores los riesgos de infecciones son mucho mayores”, sentencia.

3. menos cigarros, más sabores

Dar una calada “no es otra cosa que inhalar la combustión incompleta de una serie de productos como el papel, la nicotina y otras muchas sustancias tóxicas y tremendamente adictivas que contiene cada cigarrillo", explica el doctor. "Este proceso que tiene lugar en las papilas gustativas ubicadas en la base de la lengua, provoca unas lesiones que modifican el gusto”, añade.

  • También el olfato se ve alterado. Así lo explica el experto: “El humo que viaja por el tabique nasal está, en cierto modo, “anestesiando” la sensibilidad de la pituitaria, glándula que nos permite percibir los olores”.

En poco tiempo, el ex fumador vuelve a experimentar sabores y olores olvidados

  • Este deterioro del gusto y olfato se recupera rápidamente desde el momento en que dejamos de fumar. “En un tiempo bastante corto el ex fumador vuelve a experimentar sensaciones que tenía olvidadas”, asegura el especialista.

4. PIEL, UÑAS Y CABELLO MÁS BONITOS

Además de las mejoras en el funcionamiento interno de los órganos, otro de los incentivos para abandonar este hábito tan dañino es comprobar cómo las uñas, el cabello y, especialmente, la piel lucen mucho más saludables.

Según el experto, "los efectos del tabaco no llegan solo a través de la inhalación, también lo hacen por el depósito de las sustancias que se desprenden al fumar". Prueba de ello es el color amarillento que tiñe los dedos de muchos fumadores, que va suavizándose poco a poco cuando dejan de serlo.

5. hasta el carácter puede mejorar

Desde las primeras horas sin tabaco el organismo empieza a “quejarse”. Y lo hace tanto física como psicológicamente.

Es lo que los expertos llaman síndrome de abstinencia, que “en el ámbito de la salud física dura entre 3 y 5 semanas y en cuanto a la conducta, puede alargarse toda la vida”, asegura el doctor.

  • Ahora bien, “la satisfacción de haber dejado una dependencia tan dura se convierte en una gran herramienta que ayuda a evitar las recaídas”, afirma Escobar. Sin duda, esta experiencia “modula el carácter reduciendo los estados de ansiedad y aumentando el equilibrio emocional”, concluye.

La tos del ex fumador... ¿mito o realidad?

  • Existe la creencia generalizada de que las primeras semanas sin tabaco experimentamos ataques de tos interminables.
  • Sin embargo, el doctor Escobar aclara que “el aumento de tos no es necesariamente una constante entre los ex-fumadores. Pueden tenerla o no, y también puede variar su intensidad".
  • Tanto si fumas como si lo has dejado hace poco, puedes tener tos. Ahora bien, dependiendo de un caso u otro, serán bastante diferentes.
  • "La tos del fumador es más productiva (con moco o flema), ya que tiene la mucosa inflamada, mientras que la del ex fumador, será más seca", distingue el experto.