Algunas plantas pueden ayudar a reducir la intensidad y la duración de los síntomas del resfriado y la gripe.
Las hierbas medicinales no son maravillas de acción infalible, pero sí pueden suponer una valiosa ayuda que te evite las gripes y resfriados que sufres con cada cambio de estación, tanto por variaciones de temperatura y humedad como por «pillarte» con unas defensas algo más bajas. Y más aún si eres una persona especialmente sensible a contraer cualquier virus en circulación.
Remedios naturales contra gripes y resfriados
Con una prevención adecuada y un tratamiento suave puedes evitar la toma de un analgésico convencional, un antibiótico o un antiinflamatorio (que puede bloquear la capacidad defensiva de tu cuerpo). A menudo las hierbas evitan que el problema vaya a más.
- Para prevenir el ataque de virus y bacterias, «sube» tus defensas recurriendo a plantas de acción linfática, es decir, que estimulan la producción de glóbulos blancos (las células de la inmunidad) y su capacidad de desplazarse más rápidamente.
- La equinácea es la hierba «protectora» por excelencia, sobre todo para infecciones recurrentes o crónicas, junto con el astrágalo, que acelera la formación y velocidad de las células «defensoras», y la schisandra, que incrementa la resistencia del organismo ante posibles agresiones.
- Si ya te has resfriado, las hierbas de acción pectoral te ofrecen una alternativa inocua que en muchos casos te evitará tomar una medicación más fuerte y poco natural, e incluso tener que acudir al médico. Una infusión bien caliente de saúco, tomillo o jengibre es de gran ayuda para combatir agresiones víricas y bacterianas.
- A menudo, tras haber vencido a un catarro o una gripe, tu cuerpo queda agotado. Hay plantas que, una vez pasada la infección, favorecen la completa recuperación, como el escaramujo o la eupatoria, que contribuyen a la recuperación de las defensas.
- El helenio resulta muy eficaz contra virus y bacterias. Además calma latos seca y facilita la expectoración. Aporta un efecto antiséptico muy notable, de gran ayuda para acortar los estados de convalecencia debidos a una infección vírica o bacteriana.
- En el caso de una tos seca e irritativa, la Drosera es la mejor opción pues combate los focos de infección y ayuda a expulsar la mucosidad. Se puede tomar en jarabe, infusión o extracto líquido.
Con miel y limón, más beneficio
Muchas infusiones amargas pueden enriquecerse con sabor y propiedades añadiéndoles un poco de miel y limón.
- La mielmultiplica el efecto beneficioso de las tisanas. También mejora la absorción de sus principios activos y resulta muy útil por sí misma en el tratamiento de catarros e infecciones respiratorias. Es mejor que añadir azúcar.
- El limón es otro añadido básico a las tisanas que se emplean contra los resfriados y las gripes. Exprime un limón, calienta el zumo un minuto y añade dos cucharaditas a la tisana. Es antivírico y anticongestivo.