Vacunas para la alergia al polen: quién se las tiene que poner y cuándo

La vacuna para la alergia al polen está indicada cuando los síntomas son intensos y los antihistamínicos no funcionan. Es la única opción que puede curar la enfermedad o reducir en gran medida los síntomas. Te explicamos cuándo está indicada.

Actualizado a
iStock vacunas alergiacopia
iStock

Si los síntomas de alergia no se controlan con antihistamínicos debe considerarse la opción de la vacuna.

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

El tratamiento de la alergia al polen se basa en tres pilares: medidas preventivas para evitar los síntomas, medicamentos para aliviar los síntomas (antihistamínicos, colirios para los ojos, sprays nasales...) o vacunarse.

"La inmunoterapia es lo único que realmente puede curar la alergia o cambiar el curso de la enfermedad. Las vacunas no hay que ponerlas a todo el mundo porque con un tratamiento sintomático puede ser suficiente, pero si los síntomas son intensos la opción es vacunar", explica a Saber Vivir el Dr. Ángel Moral de Gregorio, Presidente del Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de Aerobiología e Inmunología Clínica.

¿Qué personas pueden vacunarse para la alergia al polen?

"La vacuna está indicada para aquellas personas que no pueden controlar los síntomas con antihistamínicos o que sufren por primera vez alergia al polen con síntomas muy severos", apunta el Dr. Moral de Gregorio.

La inmunoterapia tiene indicaciones concretas en asma bronquial y rinitis alérgicas, cuadros que pueden estar provocados por alergia al polen y  llegar a ser muy intensos.

Antes de administrar la vacuna hay que identificar mediante pruebas cuál o cuáles son los alérgenos desencadenantes de los síntomas de alergia.

¿Por qué se produce la alergia?

La alergia es una respuesta exagerada de nuestras defensas ante una sustancia que identifican como peligrosa (puede ser el polen, la piel del melocotón, los ácaros, el pelo de las mascotas...).

Cuando se produce el primer contacto, el alérgeno o sustancia extraña entra en el organismo a través de la piel, el aparato digestivo, las vías respiratorias o los ojos.

Las células del sistema inmunitario (linfocitos) reaccionan de forma excesiva ante dicho alérgeno, cuando en condiciones normales lo neutralizarían sin más. Fabrican anticuerpos llamados IgE (inmunoglobulina E) que son como avisos para las defensas. Esos anticuerpos o avisos quedan memorizados en el linfocito para que actúe cuando vuelva a detectar el alérgeno.

En los siguientes contactos, la sustancia extraña enseguida es identificada e interceptada por las células defensivas, que liberan histamina de forma exagerada para neutralizarla. El cuerpo responde con síntomas como picores, dificultad para respirar, lagrimeo, rinitis...

¿Cómo actúa la vacuna de la alergia?

La vacuna actúa bloqueando los anticuerpos IgE, que son los que provocan la reacción exagerada del organismo cuando se expone al alérgeno.

"Al recibir la vacuna, el paciente va a necesitar menos medicación y va a tener menos síntomas cuando se exponga la polen. Cada vez tolerará mejor los niveles de polen", explica el especialista.

¿La vacuna cura la alergia al polen?

"Muchos pacientes mejoran y en un 30% de los casos desaparecen totalmente los síntomas, a excepción de algún día en que los niveles de polen sean muy altos. Al principio va a seguir necesitando antihistamínicos, pero con el tiempo cada vez menos o nada", apunta el Dr. Moral.

¿Qué tipos de vacunas hay?

Hay dos tipos básicos de vacunas:

  • Inyectable por vía subcutánea. Se administra una inyección al mes en la parte posterior del brazo durante 4 o 5 años. "Hace unos años eran muy engorrosas porque las vacunas inyectables eran semanales y el paciente tenía que ir cada semana a ponérsela, ahora son una vez al mes y resulta más cómodo para el paciente", asegura el especialista.
  • Sublingual. El fármaco se presenta en forma de líquido que se coloca debajo de la lengua y puede tomarse en casa. Se administran 4 o 5 dosis a la semana durante 4 meses al año y durante 4 o 5 años.

¿Cuándo hay que poner la vacuna de la alergia?

"Las vacunas hay que ponerlas cuando el paciente llega a consulta y se considera necesario. Antes las vacunas para la alergia al polen se ponían en octubre o noviembre para que la persona estuviera protegida al llegar los meses de marzo o abril, pero eso está cambiando porque hay gente que tiene síntomas todo el año", apunta el Dr. Ángel Moral de Gregorio.

"Lo de la alergia al polen en primavera tiene tendencia a desaparecer porque el periodo del año en el que hay pólenes que dan problemas es cada vez más extenso", añade. Solo hay que fijarse en el calendario de polinización de las plantas que causan más alergias al polen:

  • Cipreses y arizónicas empiezan a dar problemas en noviembre y dura hasta abril. Abundan de urbanizaciones, cementerios…
  • El plátano de sombra provoca alergias a finales de marzo y primeros de abril en grandes ciudades.
  • La salasola da problemas en los meses de verano.

¿Qué efectos secundarios tienen las vacunas para al alergia?

Las inyectadas pueden provocar enrojecimiento o inflamación en la zona del pinchazo, pero las molestias desaparecen con hielo o crema de corticoides local y no obligan a suspender el tratamiento.

Las sublinguales dan menos problemas pero también pueden provocar un pequeño picor, aunque a medida que se van poniendo más dosis desaparece.

¿En qué  casos está contraindicada?

Las vacunas para la alergia la polen no tienen ninguna contraindicación, más allá de que el paciente sufra alguna deficiencia inmunológica que lo hago no apto para la vacunación. "Incluso una mujer que ha iniciado un tratamiento de inmlunoterapia y se queda embarazada no se suspende el tratamiento, aunque si está embarazada y debe vacunarse el consejo es esperar", concluye el especialista.