Señales para detectar relaciones tóxicas en los hijos adolescentes

Las relaciones que se generan en la adolescencia pueden ser maravillosas, pero también hay más riesgo y tendencia a signos de abuso. Desgraciadamente las relaciones tóxicas son más frecuentes de lo que se piensa pero hay formas de detectarlo.

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Cómo detectar una relación de pareja tóxica en tu hija adolescente
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Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

"Los amores adolescentes suelen ser vividos con tal intensidad que en muchos casos se confunde el amor con la dependencia”, explica el doctor en psicología Jordi Royo, experto en jóvenes y adolescentes.

Esta intensidad emocional se debe a que es, en esta etapa, donde descubren su propia identidad personal, definen la personalidad, y se impulsan en la búsqueda constante de la madurez, desde su propia inmadurez.

¿Qué es una relación tóxica de pareja?

Los especialistas llaman relación tóxica aquella en la que existen dinámicas dañinas de uno al otro o recíprocamente. Estas relaciones tienen siempre un denominador común: la dependencia emocional hacia el otro.

Muchos adolescentes empiezan la relación como un atajo para sentirse ya adultos

Se cree que siempre van en una dirección, pero no es del todo cierto. Estos roles, que suelen ser el de sumiso y el de dominante, pueden intercambiarse en el transcurso de la relación.

Cuando la relación se hace crónica es normal ver ya un patrón de dominador y dominado, donde el primero somete según su voluntad a la otra persona, que es incapaz de liberarse.

La confianza pasa a ser el control extremo y la intimidad se convierte en aislamiento.

¿Qué factores llevan a la toxicidad?

Los adolescentes se encuentran en un periodo de transición constante. “El cerebro de un adolescente aún no está plenamente formado. El lóbulo frontal encargado de la función del juicio, que permite pensar antes de actuar, juzgar las situaciones y tomar decisiones adecuadas, es la última parte del cerebro que se desarrolla”, explica.

El psicólogo Jordi Royo considera tres elementos que explican por qué la relación puede decantarse hacia el peligro:

  • La inmadurez. Muchos adolescentes empiezan relaciones de pareja para hacer una incursión más rápida en la sociedad adulta. El mundo está hecho en su gran mayoría para vivirlo en pareja, y este ímpetu por querer avanzar se vive desde la propia inmadurez.
  • El consumo de sustancias poco apropiadas: alcohol, cannabis, cocaína…
  • La normalización que las redes sociales y ciertos programas de televisión han hecho de actitudes sumamente tóxicas.

El resultado de sumar estos elementos es un coctel que en ocasiones pueden llegar a confundir al adolescente sobre qué comportamientos son correctos y cuáles son perjudiciales dentro de una pareja.

Claves para detectar signos tóxicos

Cuando nuestro hijo o hija (más común en las adolescentes) asume el papel de sumisión, pueden verse una serie de signos tóxicos que nos darán pistas de que no está viviendo un buen momento.

  • El aislamiento: “deja de lado a amigos, familiares, ya no le interesan las actividades de grupo, no queda con sus amistades”, enumera el psicólogo. Solo se relaciona con su pareja.
  • Bajan las notas: no tiene ganas de estudiar, ni de superarse, ni de motivarse.

Si nuestro adolescente no planea nada que le haga ilusión, podría ser un signo de aviso

  • Cambios bruscos de humor: se notan sobre todo dentro de la familia, con momentos de llantos, de rabia y de irascibilidad.
  • Desmotivación general: nada le hace ilusión. No planea nada, no realiza nada que le provoque bienestar.
  • Aumento del tiempo de pantallas: especialmente el uso del móvil que es el medio de comunicación de los adolescentes. Allí donde la pareja puede dar rienda suelta a batallas infinitas.
  • Cambios en su forma de vestir, que indican que han sido amonestados por la pareja por llevar un tipo de ropa determinado.
  • Señales cuando viene la pareja: las malas contestaciones que incluyen faltas de respeto, o el menosprecio ante cualquier situación, donde en vez de dar valor a la pareja se le resta.
  • El detalle más peligroso y evidente: marcas en el cuerpo como moratones, rasguños, heridas…

Cómo actuar para que salga de la relación

¿Qué cosas te explica de su relación? “Es importante mantener una conversación fluida con el adolescente, e ir sacando información sobre el rol que este está desempeñando dentro de la pareja”, añade el psicólogo Royo.

  • Y uno de los puntos clave son los celos. Los celos son normales. Cuantos más celos se tienen es porque más teme a perder a la persona.
  • Los celos obsesivos, sin duda un denominador común, en la gran mayoría de las relaciones tóxicas, provocan acciones de un control maníaco.

Se puede detectar que son obsesivos en aspectos como controlar la indumentaria, exigir la contraseña del teléfono para acceder a toda su información y, por lo tanto, espiar su móvil, seguir a la pareja. E incluso ir agredir o chantajear.

Desgraciadamente, la experiencia suele decir que la persona que está inmersa en este tipo de relación raramente es consciente de la gravedad.

Por ello el entorno de la persona, la red de apoyo que la rodea como amigos y familiares deben prestar atención a los signos tóxicos que muestre y pedir ayuda a algún profesional.