¿Cuál es la relación entre una arritmia y el riesgo de coágulos?
En algunos casos, el corazón pierde su ritmo normal y todos los latidos son irregulares. Cuando sucede, podemos observar que las cavidades que conocemos como aurículas se contraen con una especie de vibración, sobre todo si son rápidos.
- Es la fibrilación auricular, provocada por una descoordinación del sistema eléctrico del corazón. Es bastante frecuente, sobre todo a partir de los 65 años.
Aunque no se trata de una afección grave, es importante detectarla y tratarla para evitar problemas más importantes.
Si se padece este tipo de arritmia, el corazón puede funcionar con normalidad, pero los latidos irregulares favorecen el remanso de sangre en algunas zonas del corazón y esto puede provocar la formación de coágulos.
Por este motivo, las personas que padecen esta arritmia pueden tener un mayor riesgo de embolias, ya que los coágulos formados en el corazón pueden viajar por la sangre y obstruir un vaso sanguíneo del cerebro o de otras zonas.
Para evitar esta complicación, puede ser conveniente un tratamiento que reduzca la coagulación sanguínea. La indicación depende del riesgo de padecer una embolia.
- Si es bajo (personas sanas y menores de 65 años), podemos esperar.
- En casos de mayor riesgo, se indica tratamiento con anticoagulantes orales.
Como novedad, ahora se dispone de nuevos fármacos de administración más cómoda que no necesitan los controles periódicos habituales.
¿Cuál es la relación entre la arritmia y el consumo de sal?
El sodio que ingerimos procede del propio alimento y de la sal común que añadimos en la cocina y en la mesa.
La realidad es que la mayoría de las personas consumen demasiada cantidad de sal, de 9 a 12 g por día, lo que contribuye a la hipertensión arterial y aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- En los adultos se recomienda consumir menos de 5 g al día (un poco menos de una cucharadita de té).
La principal fuente de sodio en nuestra alimentación es la sal, aunque también puede aportarlo el glutamato de sodio, un condimento muy utilizado en los alimentos procesados.
Por este motivo, es mejor cocinar en casa y potenciar el consumo de alimentos frescos, que suelen tener una concentración de sodio mucho más baja que los preelaborados o precocinados.
La forma mas fácil de reducir la sal es no añadirla, pero también debemos tener mucha precaución con los alimentos que contienen sal:
- Embutidos
- La mayoría de los quesos
- Pescados ahumados
- Aceitunas
- Sopas de sobre
- Cubitos concentrados
- Patatas chips
Evita las conservas, si no indican que son bajas en sal, así como algunos condimentos (mostaza, kétchup), porque también contienen sal en cantidades valorables. Sigue la misma pauta con la bollería industrial (puede ser rica en glutamato sódico), el agua con gas y las bebidas gaseosas.
Finalmente, algunos medicamentos, como los comprimidos efervescentes, pueden contener sodio en su fórmula.
¿Puede ser grave tener palpitaciones?
Con el paso del tiempo, nuestro corazón también envejece y uno de los problemas más frecuentes es la aparición de alteraciones en el ritmo, en concreto una arritmia conocida como “fibrilación auricular”.
Los latidos se vuelven irregulares, y en ocasiones más rápidos. Cuando esto ocurre, también puede aparecer cierta dificultad para respirar porque el corazón funciona con menor rendimiento.
Con frecuencia este problema tiene más que ver con la edad que con alguna enfermedad. Un electrocardiograma es suficiente para hacer el diagnóstico y, si se confirma, el estudio se completa con una ecografía.
¿Qué tipo de alteración es la fibrilación auricular?
La fibrilación auricular se da cuando la aurícula deja de actuar como un músculo sincronizado a la hora de hacer pasar la sangre hacia el ventrículo. En lugar de esto aparecen unas minicontracciones múltiples y rápidas.
Esto podría llegar a provocar peligrosos ritmos de 300 latidos por minuto, pero no todos los estímulos consiguen pasar al ventrículo con lo que la frecuencia se tolera bien. Hay que mantenerlo por debajo de 100 latidos para preservar la función del corazón y eso requiere medicación crónica.
¿Qué puede causar una fibrilación auricular?
Hay varias enfermedades que aumentan el riesgo de padecer fibrilación auricular como la diabetes mellitus, el hipertiroidismo, los cuadros de ansiedad, la cardiopatía isquémica o las enfermedades de las válvulas del corazón.
La presencia de una hipertensión arterial mantenida también es una causa importante de fibrilación. Además, se da un tipo de fibrilación que se produce en los jóvenes tras la ingesta de alcohol pero que es reversible.
¿Hay tratamiento?
Los afectados con esta alteración suelen tomar anticoagulantes debido a que las pequeñas contracciones que tienen lugar en la fibrilación generan una especie de “remolinos” dentro de la aurícula que podrían dar lugar a la formación de trombos, con el peligro de que si pasaran a las arterias provocarían embolias (cerebrales, generalmente).
Mi corazón cambia de ritmo, ¿podría ser taquicardia?
Muchas personas acuden a la consulta describiendo molestias en la zona torácica. Hablan de palpitaciones y lo definen así: “es como si el corazón se acelerase”. Un electrocardiograma realizado en el instante que se produce el síntoma revelará las diferentes alteraciones que pueden afectar al corazón, aunque no siempre estarán relacionadas con una anomalía cardíaca.
Si el corazón late de forma anormal puede deberse a por ejemplo una arritmia. La frecuencia cardíaca habitual va de los 60 a los 100 latidos por minuto, de forma constante. Cuando el corazón no sigue un ritmo constante, es decir, los latidos no duran el mismo tiempo (uno de 1 segundo; otro de 0,7; otro de 1,5…) hablamos de arritmia. Las palpitaciones, por ejemplo, no son siempre reflejo de la presencia de una arritmia.
Si el corazón se acelera, entonces podemos hablar de taquicardia. Se da cuando la frecuencia cardíaca es superior a 100 latidos por minuto en adultos sanos. Es fisiológico (no patológico) en situaciones de estrés o si hay fiebre, por ejemplo. Los niños tienen por naturaleza una frecuencia cardíaca superior. En adultos, ciertas sustancias pueden provocarla: café, alcohol, té, determinados medicamentos… Aparte de enfermedades propias del corazón, el hipertiroidismo o la anemia también.
Si pasa lo contrario y va más lento, hablamos entonces de bradicardia. Sucede cuando el corazón baja su ritmo a menos de 60 latidos por minuto. Esto les pasa de forma fisiológica a los deportistas entrenados o a personas con algún tipo de alteración en los nervios vagos.
¿El cuerpo se altera tras una taquicardia?
Sí, tras una taquicardia puedes notar algunas alteraciones en tu cuerpo.
- Orinar más después de una taquicardia es normal. Sucede porque durante ese periodo se produce péptido atrial natriurético, una hormona que actúa sobre el riñón estimulando la diuresis. Te recomiendo tomar bebidas ricas en sales minerales para reponer líquidos y mejorar la hidratación.
- También puedes notar malestar abdominal con ganas de defecar y la deposición ser más pastosa o diarrea. Ocurre porque durante la taquicardia se estimula el sistema nervioso vegetativo, que aumenta el movimiento de los intestinos.
- Otra reacción normal puede ser tener mareos y sudor frío, por la misma reacción y porque la tensión arterial puede bajar, reduciendo el aporte de oxígeno.
Cuando sientas que las pulsaciones de tu corazón se aceleran sin motivo, intenta esta maniobra que ayuda a frenarlas: contén el aire y aprieta el abdomen como si intentaras hacer de vientre.
¿Qué es el síndrome de preexcitación?
Estos síndromes son debidos a pequeños cortocircuitos eléctricos que se producen en el corazón. Este órgano funciona con un sistema de conducción eléctrico que en ocasiones tiene pequeños defectos.
La mayoría de las veces, se descubren de forma casual al realizar un electrocardiograma y las personas que tienen estas anomalías no presentan ningún síntoma. En algunos casos, cuando estos cortocircuitos eléctricos se activan, pueden hacer que el corazón lata rápidamente, como desbocado.
Este tipo de taquicardias pueden durar desde unos minutos hasta horas y suelen empezar y acabar de forma repentina.
Cuando se diagnostica un síndrome de preexcitación, se tiene en cuenta si hay síntomas o el riesgo de que aparezcan para decidir si requiere algún tratamiento. También se valora el estilo de vida de la persona, sobre todo si realiza algún deporte de riesgo o determinadas profesiones.
Si se decide tratar, se realiza lo que conocemos como “ablación”. Consiste en introducir un catéter a través de un vaso sanguíneo del brazo o de la zona inguinal. Este dispositivo llega al corazón, localiza el cortocircuito y lo suprime.
La técnica se realiza de forma ambulatoria, aunque en algunos casos el paciente debe permanecer en reposo unas horas.
¿Qué debo tener en cuenta si llevo un marcapasos?
Llevar un marcapasos conlleva tomar una serie de precauciones en determinadas situaciones.
El móvil puede usarse sin problemas pero teniendo en cuenta las siguientes recomendaciones:
- No deberías llevarlo cerca del marcapasos (nunca en el bolsillo de la camisa).
- Cuando se usa, deberías ponerlo en el lado contrario.
- También debes alejar del marcapasos otros aparatos eléctricos como, por ejemplo, la aspiradora, la afeitadora, la batidora....
Los marcapasos están protegidos, no deberían dar problemas en los controles de seguridad. Eso sí, antes de pasar por el arco de control, informa de que lo llevas, porque el metal podría disparar la alarma. Y en el caso de los reproductores de música digital y los intercomunicadores, no deberían utilizarse a menos de 15 cm porque pueden causar interferencias.