La diferencia entre rayos UVA y rayos UVB

Los rayos UVA causan el envejecimiento prematuro de la piel, mientras que los rayos UVB son responsables de las quemaduras y el bronceado duradero. Ambos aumentan el riesgo de contraer cáncer de piel.

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Diferencia entre Rayos UVA, UV…
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Nuria Blasco

Periodista

El sol es una fuente necesaria para la vida. Además de proporcionarnos luz y calor, sus rayos destruyen bacterias perjudiciales para nuestro organismo, ayudan a nuestro cuerpo a sintetizar vitaminas esenciales e intervienen en nuestro estado de ánimo, ya que aumentan el nivel de serotonina que generamos haciéndonos estar de mejor humor.

Sin embargo, exponernos al sol en exceso y sin la debida protección puede ser un peligro para nuestra piel, principalmente por los rayos ultravioletas UVA y UVB.

El Dr. Eduardo Nagore, Jefe Clínico del Servicio de Dermatología del Instituto Valenciano de Oncología (IVO), nos da algunas claves para saber más sobre los rayos solares y cómo protegernos de ellos.

Los rayos solares que llegan a la tierra

El espectro de luz que llega del sol es muy grande. La radiación solar emite ondas con energía en un espectro amplio que va desde los infrarrojos a los ultravioletas y entremedio está la luz visible.

La luz visible

No provoca daño en general, solo en algunas personas con determinadas enfermedades que reaccionan a la luz visible, por ejemplo pacientes con porfirias y otras patologías de este tipo, a quienes la luz solar les puede provocar una reacción y un daño en la piel.

Rayos ultravioleta (UV)

En cambio, los rayos ultravioleta sí que penetran en la piel y pueden producir enfermedades como el cáncer. Cuando la radiación ultravioleta atraviesa el núcleo de la célula produce mutaciones en el ADN.

Normalmente, el cuerpo tiene mecanismos de reparación que corrige estas mutaciones pero a veces falla y es cuando pueden aparecer las manchas de piel, el cáncer y otras alteraciones.

Rayos infrarrojos (IR)

Los rayos infrarrojos básicamente producen calor. Los fisioterapeutas los usan en rehabilitación, recuperaciones de lesiones, para desinflamar… ) ya que ese calor tiene un efecto beneficioso antiinflamatorio.

Sin embargo, no está claro sí los rayos infrarrojos que provienen del sol podrían contribuir a los efectos negativos de los UV.

Las nubes no frenan el daño

Es importante recordar que aunque las nubes sí frenan la luz visible (menos luz) y los rayos infrarrojos (sensación de más frescor), no lo hacen con los rayos UVA ni los UVB, por lo que el daño que producen es el mismo en un día soleado que en un día nublado.

Los efectos de los rayos ultravioleta (UV)

La radiación UV puede tener diferentes efectos en la piel de los seres humanos dependiendo de su intensidad y la longitud de sus ondas.

Dentro del espectro de radiación ultravioleta se diferencia dependiendo de su longitud de onda, en UVA, UVB y UVC.

Rayos UVA

La mayoría de radiación ultravioleta que llega a la tierra es de tipo UVA. Son los rayos que atraviesan más fácilmente la atmósfera, por lo que llegan en más cantidad, en concreto, un 95% de esta radiación llega a la superficie terrestre.

Estos rayos penetran más profundamente en las distintas capas de la piel, hasta la dermis:

  • Son los que producen daño en la piel a largo plazo, alteran el colágeno, provocan foto envejecimiento, producen arrugas, manchas en la piel, flacidez, sequedad…
  • Los UVA producen una oxidación celular que produce el bronceado inmediato (que dura unas horas), son los responsables de las alergias solares y dañan el ADN de las células de la piel de forma indirecta, mediante la formación de radicales libres.
  • Los rayos UVA aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de piel.

Rayos UVB

Aunque los rayos UVB llegan a la tierra en una proporción muy pequeña (solo un 5%), sus rayos son más agresivos que los UVA.

  • Actúan sobre la epidermis (la capa más superficial de la piel) y pueden dañar directamente el ADN de las células y alteran el sistema de protección natural de la piel.
  • Son aquellos que pueden provocar la piel roja y las quemaduras solares y producen el bronceado que dura más tiempo, alrededor de 3 semanas.
  • Al igual que los UVA, los rayos UVB aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de piel.

Rayos UVC

La radiación UVC es extremadamente agresiva pero afortunadamente no llega a la tierra, ya que la capa de ozono la bloquea.

¿Cómo protegerse de ellos?

  • Usar factor de protección solar siempre, incluso en invierno. Lo recomendable es usar crema con protección de amplio espectro, contra los UVA y UVB, y siempre por encima del SPF 30.
  • También hay que tener en cuenta que la crema solar es un vehículo que lleva dentro unas sustancias que deben ubicarse en la piel donde corresponda para tener efecto, y esto conlleva un proceso de absorción que dura 20 minutos aproximadamente. Por ello, se debe aplicar unos 20 minutos antes de la exposición solar.
  • Con el tiempo, el producto se va degradando y perdiendo propiedades, además lo vamos eliminando con el sudor, el baño… por ello hay que ir aplicando la crema cada dos horas o tras el baño.
  • Las personas que tengan la piel especialmente sensible, con muchos lunares, muy blanca… es mejor que usen filtros físicos ya que al ser mineral hace un freno o escudo físico que se acerca más al efecto espejo que los filtros químicos.
  • También es muy recomendable llevar ropa con protección (gorra, gafas de sol camiseta) aquella que está etiquetada con factor de protección, si es posible que filtre el 99-100% de la radiación UV.
  • Hay que tener en cuenta que algunas superficies potencian los efectos de los rayos. Por ejemplo, la nieve refleja hasta el 80 % de los rayos UV, el agua un 40 % y la arena un 25 %.

Falsos mitos

Un mito que hace unos años circulaba es que los rayos UVB son los malos y los UVA son los buenos. Curiosamente, todavía hoy hay comentarios de estas características aunque es completamente falso. Los dos hacen daño y los dos pueden producir cáncer.

Otra creencia que circula está relacionada con la vitamina D. Esta vitamina está en el espectro del UVB, por lo que ir a las cabinas de bronceado (UVA) no ayuda a sintetizarla.

En qué enfermedades se recomienda la luz solar

La radiación ultravioleta tiene un efecto inmunosupresor, que es otro de los elementos por los que se dice que los es procarcinógena, por un lado porque produce mutaciones y por otro por que disminuye las defensas. A la vez, también tiene un efecto antiinflamatorio.

Pero hay enfermedades autoinmunes en que las defensas perjudican al propio cuerpo, como la psoriasis o la dermatitis atópica, en las cuales hay algún proceso inflamatorio que produce patologías en la piel, y en estas los UV pueden ayudar. En estos casos, se utilizan las cabinas ultravioleta, de forma controlada y con la dosis adaptada al tipo de piel.

Eventualmente, a estas personas también se les puede recomendar tomar un poco el sol.