Las consecuencias para la salud de vivir bajo la contaminación

Cada vez son más los estudios que demuestran que la contaminación puede tener múltiples efectos sobre la salud. Te mostramos cómo puede dañarte y lo que puedes hacer para evitarlo.

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aire contaminado
Eva Mimbrero
Eva Mimbrero

Periodista especializada en salud

¿Te has preguntado alguna vez por qué gran parte de los asiáticos se protegen con mascarillas? Allí los niveles de polución son muy elevados, y con ellas intentan minimizar el impacto para la salud de respirar un aire contaminado.

Lamentablemente, en Europa tampoco nos quedamos cortos: según la Agencia Europea del Medio Ambiente, la contaminación atmosférica causa más de 400.000 muertes prematuras al año.

La contaminación afecta sobre todo al cerebro

Y es que, al margen de aumentar el riesgo de asma y enfermedades pulmonares, la polución tiene otras consecuencias negativas para la salud que tal vez desconoces.

1. Aumenta el riesgo de ictus

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, una de cada tres muertes prematuras de este tipo se produce por accidentes cerebrovasculares.

  • Tu cerebro se daña. Las pequeñas partículas de metales pesados presentes en los aires contaminados irritan las arterias del cuello y provocan que se estrechen, uno de los principales factores de riesgo del ictus. Lo han comprobado científicos estadounidenses en un estudio publicado en el Journal of the American College of Cardiology (JACC).

2. Perjudica tu salud renal

La contaminación atmosférica puede estar detrás de más de 10 millones de casos de insuficiencia renal crónica al año en todo el mundo. Son datos de un informe publicado en el Journal of the American Society of Nephrology.

  • Cómo afecta a tus riñones. No olvides que estos pequeños órganos son los encargados de filtrar la sangre, “reteniendo” las posibles sustancias tóxicas que puede transportar.
  • Si el polvo, la suciedad y el humo presentes en aires contaminados se acumulan en exceso en ellos, pueden dificultar su función y dañarlos poco a poco.

3. Tu tensión arterial puede dispararse

El riesgo de desarrollar hipertensión entre los que viven en los barrios más contaminados es similar al de una persona con sobrepeso, con un índice de masa corporal (IMC) entre 25 y 30. Lo asegura una amplia investigación llevada a cabo por la Sociedad Europea de Cardiología.

El estrés y los problemas para dormir que genera el ruido del tráfico influyen

  • Así te perjudica. Las partículas del aire no son las únicas responsables de que los niveles de tensión se eleven. El ruido del tráfico también lo favorece, sobre todo en las personas que viven en barrios con tráfico nocturno, según el estudio europeo.

4. Contribuye a la aparición de ciertos cánceres

La contaminación del aire no solo es un factor de riesgo del cáncer de pulmón. Un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) la vincula también con los de riñón, vejiga, colon y recto.

  • Por qué aumenta el riesgo. Los responsables de esta asociación son dos tipos de partículas presentes en el aire contaminado: las más pequeñas (de menos de 2,5 micras) que están en suspensión se relacionan con los tumores de riñón y vejiga, mientras que el dióxido de nitrógeno (NO2) favorece la aparición de cáncer colorrectal.

5. Tu piel se debilita

El órgano más grande del cuerpo, y nuestra principal barrera frente a las agresiones externas, también nota los efectos de la contaminación ambiental. Las partículas dañinas del aire contaminado favorecen que la dermis se seque, esté más sensible y sea más propensa a las arrugas y el acné.

  • Más efectos indeseados. La polución también favorece que aparezcan manchas oscuras en la piel (como ocurre cuando tomamos el sol sin protección), según un estudio internacional publicado en Journal of Investigative Dermatology. Otro, esta vez llevado a cabo en Francia, la relaciona con las erupciones cutáneas.

6. Daña tu memoria

Respirar con frecuencia un aire contaminado puede favorecer la oxidación de las células del cerebro, lo que aumenta el riesgo de desarrollar alzhéimer. Lo sostiene una investigación de la Universidad de Lancaster (Reino Unido) publicada en PNAS.

  • Por qué tu mente sufre. Los autores del informe detectaron la presencia de diminutas partículas de hierro en los cerebros de las personas que vivían en zonas con mucha contaminación. Y este tipo de partículas aumenta el estrés oxidativo.

7. Favorece la depresión

¿Puede la polución alterar nuestro humor? Parece ser que sí, si tenemos en cuenta que quienes se han expuesto a largo plazo a la contaminación atmosférica consumen, de media, más ansiolíticos que quienes no. Esta es una de las principales conclusiones de un estudio publicado en el International Journal of Higiene and Environmental Health.

2,4 millones de españoles sufren depresión, según la OMS

  • Partículas que “generan” tristeza. Aunque se desconoce el mecanismo físico que explica este vínculo, parece ser que exponerse a largo plazo a las partículas presentes en el aire contaminado provoca cambios en el cerebro que aumentan el riesgo de padecer depresión.

Cómo respirar un aire más puro

Tanto si vives en una gran ciudad como en una zona más rural, puedes hacer mucho por reducir tu exposición al humo contaminado. Desde Saber Vivir te recomendamos:

  • Quítate los zapatos cuando llegues a casa. Vienen cargados del polvo y los contaminantes de fuera. Lo mejor es dejar unas cómodas zapatillas cerca de la puerta de entrada.
  • Reduce tu consumo de carne. Tampoco se trata de hacerse vegetariano, pero es importante tener en cuenta que algunos animales producen gas metano durante la digestión. Y que este gas, presente también en el estiércol, acaba contaminando el aire. Si optas por otras fuentes de proteínas (pescado, legumbres…) y tomas carne solo de vez en cuando estarás contribuyendo a que todos respiremos un aire más puro.
  • Usa un purificador de aire. Estos aparatos actúan reteniendo las partículas presentes en el aire de tu hogar (que también puede estar parcialmente contaminado del exterior) que pueden perjudicarte.
  • Apuesta por el transporte público. Antes de coger el coche, plantéate si es realmente necesario hacerlo o existe otra alternativa que también te vaya bien (autobús, metro, bici…).
  • Para pasear elige zonas verdes, parques y jardines que estén retirados del tráfico. Son numerosas las investigaciones que sugieren que frecuentar áreas verdes beneficia la salud: reduce el riesgo de trastornos crónicos como la diabetes, la hipertensión y el colesterol alto, aumenta nuestra sensación de bienestar, reduce el estrés… Las escapadas a un entorno natural los fines de semana también son muy recomendables.
  • Si haces deporte al aire libre, el mejor momento es temprano, a primera hora de la mañana. Ten en cuenta que la contaminación va aumentando a lo largo del día.

La contaminación aumenta el riesgo de infartos

Un reciente estudio de Vall d'Hebrón en Barcelona ha confirmado las sospechas que relacionan los altos niveles de contaminación con el riesgo de sufrir infartos graves.

El estudio ha demostrado que para aquellas personas que poseen factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, la contaminación puede aumentar el riesgo de infartos y los casos de fibrilación ventricular.